Casa Graffiti: espacio para el arte urbano en Bogotá | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Viernes, 8 de Febrero de 2019

EN UNO de los sótanos del mítico Chorro de Quevedo, detrás del mural pintado por el graffitero ‘Guache’, nace Casa Bogotá Graffiti, un espacio en el que los pixeles, el realismo, los grabados y las serigrafías toman vida. Estos son solo algunos de los formatos que se exponen allí, donde además se pueden comprar obras, artículos de ropa, curiosidades y hasta jugos con exóticos sabores y mezclas.

Esta idea nació a través del colectivo Bogotá Graffiti con la intención de tener un lugar donde puedan seguir apoyando la cultura urbana, a los nuevos artistas y a los que ya están posicionados, además de hacer pedagogía, teniendo en cuenta que ya han hecho un trabajo inmenso con los tours que realizan día a día en La Candelaria.

“Nuestro eje principal es el componente pedagógico porque dar tours en la calle básicamente es dar clases de arte urbano”, cuenta en diálogo con EL NUEVO SIGLO, Mónica Rivera, una de las creadoras de este proyecto.

Ella junto a Jahir, Carlos y Crisp los creadores y socios de este proyecto, durante tres años recorrieron toda la zona junto a 200 artistas locales y 66 internacionales, ‘graffiteando’ las paredes del sector más representativo de la capital. Y luego de este tiempo toman la decisión de crear un lugar propio, esto con el apoyo de viejos amigos.

‘Lesivo’, ‘Guache’, ‘Nómada’ y otros graffiteros no tan reconocidos como ‘La Negra’ y ‘Juan Felipe Céspedes’ trabajaron con ellos en la creación de este proyecto. Ellos pintaron las paredes que adornan la entrada de la Casa Galería y así mismo pusieron a su disposición sus más elaboradas obras.

 

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Las entrañas de un espacio dedicado al arte urbano

Casa Bogotá Graffitti ha resultado atractivo para sus visitantes porque además de promover esta cultura impulsa otros artes. Hay dos espacios adicionales que hacen de la casa un lugar para ‘todos los gustos’. En el sótano están a la venta prendas de ropa, libretas, separadores de libros, sprays, gorras, pines, stickers, plegables, entre muchos otros artículos del mismo estilo ‘graffitero’. Adicional a ello hay un espacio muy especial en el que un reconocido artista y amigo de la casa tiene un proyecto de ‘arte sensorial’.

‘Vogel’, como es llamado artísticamente, es un expositor del ‘stencil’ una de las ramas del arte urbano. Y a pesar de ser las paredes su lienzo de trabajo, aquí decide cambiar al ‘arte sensorial’ y prepara exóticos jugos para redescubrir la potencia que tenemos con las frutas.

“La idea es que tengan una nueva experiencia, pero esta vez con los sabores, probando frutas exóticas que para muchos de ellos es la primera vez que consumen… queremos que estas mezclas precisamente potencien una de estas cosas tan importantes que tenemos en Colombia. Todas son mezclas especiales así que si eres colombiano la idea es que puedas probar la fruta de otra forma” afirmó ‘Bogue’.

Este lugar sin duda es un espacio que no se encuentra en cualquier rincón de la ciudad, tiene arte impreso en cada una de sus paredes y cuando los talleres, eventos y exposiciones empiecen, sin duda se sentirá aún más la cultura del arte urbano.

“La idea es que este espacio esté abierto, la gente se lo apropie y haga su propia pedagogía, compartan, nos enseñen, y mediante los talleres sigamos creando y contagiemos arte” concluyó una de las fundadoras de Casa Bogotá.