La fotógrafa española Isabel Steva Hernández, más conocida como "Colita", renunció a un importante premio concedido por el gobierno conservador de Mariano Rajoy sumándonse a otros artistas en esta forma de protesta contra su política cultural.

En una carta dirigida al ministro de Cultura José Ignacio Wert, la fotógrafa, de 74 años, comprometida históricamente con la izquierda y los derechos de la mujer, rechazó el Premio Nacional de Fotografía 2014, que su ministerio le había concedido la víspera.

"La situación de la cultura y la educación en España, cómo expresarlo, es de pena, vergüenza y dolor de corazón", afirmó la artista, que como muchos representantes de la cultura en el país denuncia una creciente falta de ayudas, acompañada por aumentos de impuestos, desde que el ejecutivo conservador llegó al poder a finales de 2011.

"Habrá que esperar con ilusión, otros tiempos, otras gentes, otros gobiernos, que nos devuelvan a nosotros el orgullo y a ellos el honor", aseguró, rechazando un galardón dotado con 30.000 euros (37.000 dólares).

Esta renuncia se produce solo una semana después de la muy sonada del célebre músico barroco Jordi Savall, que el 30 de octubre rechazo el Premio Nacional de Música 2014 para no "traicionar sus principios y sus convicciones más íntimas".

Violagambista y director de renombre mundial, Savall, fundador de La Capella Reial de Catalunya, acusó al ministerio dirigido por Wert de "grave incompetencia en la defensa y promoción del arte y sus creadores".

Representante más conocido de este grupo de artistas críticos, el escritor Javier Marías, cuyo nombre suena recurrentemente desde hace años para el Nobel de literatura, había renunciado en 2012 al Premio Nacional de Narrativa.

Y afirmó recientemente que también lo haría con el Premio Cervantes, el mayor reconocimiento de las letras hispánicas, dotado con 125.000 euros, si se lo concedieran.

La número dos del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayó molesta este viernes que se trata de recompensas otorgadas "por un jurado independiente". "Si no se quieren aceptar no se tienen por qué aceptar, pero (...) representan el reconocimiento de España a su cultura", agregó/AFP.