Despertar la conciencia que todos tenemos por ser habitantes del planeta es el objetivo del proyecto interdisciplinario Isla de Agua de la psicopatologa Hélène Le Drogou, quien busca generar respeto y cuidado con la “madre tierra”.
"No hay que concientizar porque ya somos conscientes, no hay que educar porque sabemos qué hay que hacer. Hay que despertar la conciencia que tenemos por ser habitantes del planeta", explica Hélène.
Isla de aguasurge como respuesta a dos situaciones: la primera es la formación de la llamada Sopa de plástico, una isla de basura que abarca un millón 400 mil kilómetros cuadrados en el océano Pacífico. La segunda es el interés de hacer un regalo al planeta, "todos tenemos ganas de hacer este regalo", asegura Le Drogou.
La muestra se divide conceptualmente en tres espacios: en el primero se infiere sobre sí el plástico es un regalo o un cáncer para el planeta, a su vez se pregunta qué es la ecología, que está pasando con uno de los ríos más importantes del mundo y qué pasa con los deshechos de plástico que se tiran al río. Las preguntas tienen algunas respuestas por medio de las fotografías del reportero gráfico Julián Lineros y de Hernán Díaz quien cedió los derechos antes de su fallecimiento de las fotografías del Amazonas para este proyecto.
En la segunda sala se presenta una instalación de Luis Carlos Tovar quien ha venido desarrollando diferentes obras a partir de uno de los iconos más popularizados en nuestro entorno cotidiano: la silla de plástico inyectado.
La siguiente sala gira en torno a lo que podemos hacer después con el material y después de habernos comprometido a reciclar. En ésta se podrá ver una maqueta de la construcción de una obra social a partir de botellas de plástico, otra de un cinema itinerante y una selección adicional de fotos de niños dando otro uso al material.
En la sala de video los visitantes podrán ver una proyección de 15 minutos en el que se registra el trabajo realizado por un grupo cinematográfico con el registro de algunas partes del proyecto en Leticia y en Bogotá.
Finalmente, sobre la fachada del museo, los espectadores encontrarán una serie de botellas de plástico intervenidas por niños de algunos colegios de Bogotá y que irá creciendo durante el tiempo de la exposición.
Según aclara la directora del proyecto, la muestra se llama Isla de agua porque mientras que América es una isla sobre los océanos Pacífico y Caribe, Leticia y el Amazonas representan lo inverso, donde el río y el agua son la isla y es la selva la que impone los límites.
Esta exposición se articula con el Plan de Reciclaje y Aguas del Distrito y estará abierta a hasta el 28 de julio en el MAMBO.