EL HISTÓRICO acuerdo de petrodólar entre Arabia Saudita y Estados Unidos, que ha sido un pilar del sistema financiero global durante los últimos 50 años, ha expirado y esto puede beneficiar a la economía colombiana.
Este pacto, establecido tras la crisis del petróleo de 1973, requería que Arabia Saudita vendiera su petróleo exclusivamente en dólares estadounidenses y reinvirtiera sus excedentes en bonos del Tesoro estadounidense.
La expiración de este acuerdo podría tener repercusiones significativas en la economía global, incluida la colombiana.
Edgar Jiménez, profesor de finanzas de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, dice que se exploraron los posibles impactos de este cambio para Colombia y las garantías o beneficios que ofrece el bitcoin en este nuevo escenario financiero.
Relaciones
El experto explicó que, mientras la desdolarización se afianza globalmente, Colombia podría ver cambios en sus relaciones comerciales y financieras, lo que genera sin duda un mayor uso de otras monedas en su intercambio tanto de las importaciones como de las exportaciones.
Según el profesor Jiménez, “la desdolarización es el proceso gradual de reducir la dependencia del dólar estadounidense en las transacciones comerciales. Para Colombia, esto puede significar una diversificación de las reservas internacionales y un mayor uso de otras monedas como el yuan chino y el euro europeo”.
Señala que la diversificación monetaria podría beneficiar a Colombia en sus relaciones comerciales con países que están liderando el movimiento de desdolarización, como China y Rusia. “Esto podría abrir nuevas oportunidades de comercio y cooperación financiera, beneficiando a sectores clave de la economía colombiana”, agregó.
Considera el experto que “actualmente, las reservas internacionales de Colombia están mayoritariamente en dólares. Con la desdolarización podríamos empezar a ver una mayor inclusión de otras monedas, lo cual podría proporcionar mayor estabilidad y reducir la vulnerabilidad ante fluctuaciones del dólar”.
Otra de las alternativas para la economía colombiana, según el experto, es que, ante el contexto de la desdolarización en el panorama mundial, el bitcoin se destaca por su creciente importancia, ofreciendo a las economías alternativas para las transacciones digitales en comercio exterior.
El bitcoin
El bitcoin ha emergido como una alternativa viable para diversificar inversiones y reducir la dependencia de monedas tradicionales. “Su naturaleza descentralizada y su confianza en los mercados lo posicionan como una opción interesante para inversores colombianos”, comentó Jiménez.
Aunque el bitcoin no sustituirá al dólar de manera inmediata, su adopción está en aumento. El uso del bitcoin podría ofrecer ventajas en seguridad y eficiencia en las transacciones. “El bitcoin permite transacciones seguras y rápidas sin la necesidad de intermediarios, lo cual puede ser especialmente útil en un entorno de desdolarización y cambios en el sistema financiero global”, añadió Jiménez.
Ante este contexto se debe mantener la calma y estar informados, mencionó el experto. “La desdolarización es un proceso gradual. No debemos apresurarnos a cambiar nuestras reservas o inversiones de manera abrupta. Es importante diversificar y estar atentos a las oportunidades y desafíos que este nuevo escenario financiero presenta”, sostuvo.
Este cambio marca el inicio de una nueva era en el comercio y las finanzas globales, con implicaciones significativas para Colombia y una posible mayor adopción de criptomonedas como el bitcoin.
El mundo
Desde la finalización del acuerdo sobre el petrodólar, los análisis del mercado se han centrado en conocer los alcances que esto tendrá en el mundo económico, ya que para algunos se reduce la hegemonía que tenía la moneda estadounidense sobre sus competidores, mientras que otros señalan que sólo será una transición hacia el mundo de los activos digitales.
En esto lo primero que hay que tener en cuenta es que la finalización de este acuerdo podría tener varias consecuencias importantes, como una eventual debilidad del dólar frente a grandes competidores como China y Rusia (pese a las sanciones), además de un giro drástico en la geopolítica global.
Así mismo, esta decisión de Arabia Saudita pudo haber sido impulsada por varios factores, incluido el deseo de diversificar sus transacciones económicas más allá del dólar estadounidense, el creciente resentimiento hacia la política estadounidense en la región y el deseo de aumentar su independencia económica.