Conozca el Síndrome Burnout | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Agosto de 2015

EL BURNOUT es una patología severa, relativamente reciente, que está relacionada con el ámbito laboral y el estilo de vida que se lleva. Es un trastorno emocional provocado por el trabajo y conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas cuando el fenómeno se somatiza. La ansiedad o la depresión dan origen a numerosas bajas laborales.

 

Según la doctora María Luzsabel Pérez Villarreal, consultora y docente de la Universidad El Bosque, el Burnout como síndrome ocupacional es producto de la ruptura de la reciprocidad laboral. El desbalance prolongado entre los esfuerzos que un trabajador le imprime y lo que recibe a cambio de su trabajo. Una de las peculiaridades del Burnout es la distancia que se toma frente a otras personas para afrontar el desgaste laboral.

E indica la experta que esta reciprocidad se define como una norma social de comportamiento donde se espera que una parte le cumpla a la otra. Este modelo teórico es fundamentalmente subjetivo y se basa en la percepción del trabajador sobre sus condiciones laborales. En términos individuales, esta ruptura se expresa como estrés laboral. La experta señala que mientras el salario apela directamente a los factores materiales, la recompensa de estima es estrictamente psicológica mientras la de oportunidad es un punto intermedio entre los factores materiales y psicológicos, pues denota tanto el acceso a servicios a través de los beneficios laborales como la sensación de seguridad laboral.

Características del síndrome

El trabajador que sufre Burnout presenta las siguientes tres características: 1. Agotamiento emocional; 2. Despersonalización, y 3. Baja realización personal. Según la doctora, la dimensión de agotamiento emocional es resultado directo de la percepción de inequidad, mientras que la despersonalización es un estilo de afrontamiento que intenta reducir la inequidad de los intercambios sociales y, que la baja realización personal es resultado de la percepción de inequidad.

En las profesiones de servicio, las relaciones interpersonales son un tema sensible en el sentido de que son la base de la ocupación. Algunos presentan como desencadenantes variables organizacionales como la ambigüedad en el rol laboral, el conflicto interpersonal o las demandas laborales.

En el campo de la psicología ocupacional y organización, la triada entre productividad, salud y trabajo es fundamental. El estrés laboral afecta esta triada. La Organización Mundial de la Salud considera el estrés laboral como uno de los determinantes sociales de la salud poblacional, en especial a la luz de los complejos cambios ocupacionales de los últimos tiempos.

En el campo de los estudios de Burnout, el concepto de reciprocidad también ha sido propuesto como antecedente o elemento que rodea el desarrollo de este síndrome. La inequidad, en este sentido, se postula como antecedente al estrés laboral y en extremo al síndrome de Burnout. El síndrome de  Burnout  es la desafortunada expresión de carencia de equidad. El estrés laboral es el resultado de la ruptura de la reciprocidad, o el desequilibrio entre esfuerzos y recompensas.

Existe abundante literatura que demuestra cómo el estrés laboral es causa de enfermedades cardiovasculares, osteo-musculares, psiquiátricas y de la conducta. El síndrome de Burnout, entonces, se puede concebir como expresión extrema del estrés laboral, afectando principalmente los aspectos psicológicos e interpersonales del trabajador.

Además tiene consecuencias negativas para la salud, dentro de las cuales, se incluyen afecciones psicológicas, actitudes negativas hacia sí mismo, depresión, ansiedad y frustración al igual que trastornos psicosomáticos. Igualmente, también se ha asociado con activación neuroendocrina del eje hipotalámico pituitario-adrenal y en consecuencia aumenta las probabilidades para desarrollar enfermedades cardiovasculares. También hay evidencias que muestran correlaciones con síndromes metabólicos, trastornos del sueño y conductas poco preventivas para la salud como el consumo de sustancias o el sedentarismo.

Los efectos negativos del Burnout afectan a las organizaciones, con problemas como ausentismo, rotación, costos al sistema de salud, baja productividad, falta de motivación y actitudes negativas hacia los clientes o personas de servicio.

Para la prevención del Burnout, un aspecto que se destaca es el papel del apoyo social. En el ámbito laboral hace una distinción clara entre el apoyo emocional y el instrumental. En relaciones horizontales es posible que el apoyo social emocional contribuya a reducirlo. Sin embargo, en relaciones verticales, jerárquicas, si el supervisor no está en capacidad de cambiar las condiciones que afectan la tarea, es decir apoyo instrumental, y se limita a “apoyar” emocionalmente, las probabilidades del Burnout pueden ser inclusive mayores. En pocas palabras, la ayuda del jefe no debe ser emocional exclusivamente sino instrumental, es decir, que pueda modificar los elementos de estrés, sea dando más tiempo para ejecutar las tareas, brindando información o habilidades para el desarrollo de las mismas, u otro tipo de recursos que pueda aliviar o solucionar la carga laboral.