LOS episodios menos conocidos, las intimidades y cada una de las situaciones que atravesó Maximiliano María Kolbe, durante su etapa de misionero y su inicio al Movimiento de la Inmaculada promoviendo la fe y la espiritualidad es la película “Dos Coronas” que hoy llega a los cines del país.

Esta película de Michał Kondrat es una biografía del clérigo franciscano más importante de Polonia, quien se hizo un lugar en la historia por ser uno de los más grandes propagadores de la devoción al  Inmaculado Corazón de María, un combatiente de los problemas que afrontaba el Vaticano en el siglo XX y su servicio en los campos nazi.

La decisión heroica que puso fin a su vida le ha catapultado a la fama en todos los rincones de la tierra. Grandes personalidades del mundo, todavía hoy, se acercan a su celda en Auschwitz casi como una visita obligada al llegar al campo de concentración. La vida de Kolbe fue  tan poderosa como chocante como su muerte.

“Dos coronas” combina la recreación de hechos hasta ahora desconocidos con las declaraciones de expertos y de personas que le conocieron y quedaron impactados por las palabras y acciones de Kolbe, hoy un santo de la Iglesia Católica.

El proyecto cinematográfico es producido por “Kondrat-Media” y  distribuido por “Bosco Films”. Su rodaje se realizó en Polonia, Japón e Italia y cuenta con el relato de un testigo presencial: el de Kazimierz Piechowski, quien conoció a Kolbe en el campo de concentración.

El elenco está conformado por Adam Woronowicz, Cezary Pazura, Maciej Musial y Antoni Pawlicki.

¿Quién fue Kolbe?

Nació el 8 de enero de 1894, en Zduńska Wola, en esas fechas parte del Zarato de Polonia, reino sometido al Imperio ruso,  fue bautizado con el nombre de Rajmund (en castellano: Raimundo). Desde muy joven descubrió su vocación de servicio a Dios y al prójimo y así ingresó al seminario de los franciscanos, donde adopto el nombre de Maximiliano María.

Servidor como ninguno de la ciudad polaca Inmaculada, donde inauguró un cuerpo de bomberos, una emisora y una editorial con la que fundó dos periódicos Caballero de la Inmaculada y El Pequeño Diario. Cuando fungió como misionero en Japón editó hasta ocho revistas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis invadieron Polonia y bombardearon la Ciudad de la Inmaculada, llevándose prisionero al padre Maximiliano y a todos sus colaboradores al campo de exterminio de Auschwitz, donde se le adjudicó el número 16.670.

Allí este preso se convirtió en mártir, al dar su vida para  salvar la de un sargento, cabeza de hogar, quién estaba condenado a muerte por poner en libertad a otros reclusos.

Una experiencia de vida del polaco Kolbe dio origen al nombre de la película, ya que en su infancia el franciscano relataba que se le había aparecido la Virgen y que tenía en sus manos dos coronas: una blanca, la cual significaba perseverancia y pureza y una de color rojo, que simbolizaba el destino de ser un mártir. Argumentaba que él había elegido las dos y por eso no vaciló al momento de ofrendar su vida.

Esta decisión heroica, verificada el 14 de agosto de 1941, junto a su vida de fe y servicio social, lo llevaron a la gloria de los altares y, así, fue canonizado el 10 de octubre de 1982 por el hoy santo Juan Pablo II.