El efecto “yoyó” o también llamado rebote es, desafortunadamente, un concepto muy conocido en el ámbito de dietética y nutrición que consiste en un adelgazamiento importante con una posterior vuelta repentina al peso original, llegando, casi siempre, a engordar algún kilo demás.
En la mayoría de los casos es consecuencia de realizar una dieta milagro. Estas dietas se caracterizan por ser muy bajas en energía, desequilibradas, priorizan un alimento (ejemplo dieta de la piña) o nutriente (ejemplo dietas hiperprotéicas), y prometedoras de resultados positivos que se consiguen de forma rápida, fácil y efectiva. Nada más lejos de la verdad.
En Colombia, con datos del 2015, más de la mitad de la población vive con exceso de peso (56,5%) razones por las cuales una atención integral, oportuna y sobre todo constante, se ha convertido en la principal recomendación por parte de los especialistas que forman parte del proceso.
Y para ser consistente con el proceso de pérdida de peso, hay que conocer acerca del efecto “Yoyo”. De acuerdo con el doctor Eder Hernández, médico internista, se trata de una de las etapas más comunes entre los pacientes que están en proceso de pérdida de peso, representado en una pérdida de peso y su sucesiva recuperación como consecuencia de una dieta hipocalórica, es decir baja en calorías.
“Aunque acudamos a las “dietas express” como solución a un periodo de malos hábitos alimenticios, tenemos que ser conscientes que no son una respuesta a largo plazo. Cuando entramos en un régimen de este tipo lo que principalmente perdemos es músculo y agua, una vez acabemos con esta, nuestro cuerpo recuperará su equilibrio con una acumulación de grasas, provocando en algunos casos que aumentemos incluso más del peso perdido”, destaca Hernández.
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¿Cómo evitarlo?
Para el especialista, seguir algunas recomendaciones cuando se están en un proceso de pérdida peso, ayudaría a evitar el efecto “Yoyo”:
1. Tener un plan alimenticio, con las porciones ingeridas, ayudará a ver de manera conjunta con su médico si alguno de los alimentos le puede estar jugando una mala pasada y, de ser necesario eliminarlo, del plan.
2. La proteína debe ser la protagonista de su plan alimenticio, según el especialista el cuerpo humano gasta entre el 30 y 35 % más energía cuando utiliza proteína como carne, pollo, pescado, a diferencia de los carbohidratos que solo utilizan el 7%.
3. No hay que concentrarse solo en el peso. La gran parte de los pacientes viven muy pendientes de la báscula, pero la realidad es que no tiene que ser así, pues no se está buscando un peso ideal sino un peso saludable; hay que pensar en cuál es el objetivo que se quiere alcanzar en general, por ejemplo, tener un estado de bienestar físico y emocional.
Para la doctora Sandra Núñez, vocera de La Verdad de su Peso, lo importante es “entender que cada proceso de pérdida de peso es único en cada persona y depende de diferentes factores que van acompañados de un manejo multidisciplinar. Este es un proceso que va mucho más allá de cambiar un número en una báscula, que toma tiempo y que puede llegar a ser muy frustrante; el acompañamiento médico no solo ayudará a manejar los efectos contrarios, sino que permitirá plantear objetivos, y hacer un seguimiento juicioso de múltiples factores que pueden tener un impacto en como las personas pueden manejar su peso”.
Una alimentación apropiada, actividad física y cuidado de la salud mental, de la mano de profesionales especializados, serán los artífices de la superación a los altibajos propios del proceso de pérdida de peso.