El Festival de Música Internacional celebra su concierto número 100 | El Nuevo Siglo
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Viernes, 4 de Octubre de 2019

Con un concierto a “La vieja bruja loca” Marlore Anwandter y los canticuentos que han acompañado a niños de varias generaciones, con famosas rondas infantiles a cargo del Coro de la Fundación Orquesta Sinfónica de Bogotá, el Festival de Música Internacional celebra su presentación número 100.

Melodías infantiles como La serpiente de tierra caliente, La iguana y el perezoso y El pájaro carpintero, son algunas de las canciones que el Coro de FOSBO han interpretado, bajo la dirección de la maestra María José Villamil en el marco del Festival. Pero en esta ocasión, este viernes la agrupación hará la presentación número 100 en el Centro Comercial Hayuelos a partir de las 6:00 p.m.

Durante tres años, y de manera ininterrumpida, la Fundación Orquesta Sinfónica de Bogotá – FOSBO ha llevado cada viernes al centro comercial Hayuelos un espectáculo musical con los más grandes artistas, que hacen parte de esta fundación liderada por el maestro polaco Zbigniew Zajac, un artista que cree ciegamente en la importancia de la formación de públicos sin ningún tipo de segmentación por género musical y en el importante papel de la empresa privada en auspiciarla.

Es así como desde el 19 de mayo de 2017 más de 180 artistas, pertenecientes a 80 grupos musicales, han participado del Festival Internacional de Música, que ya se encuentra en su tercera edición, con ritmos que van desde el balkan, gypsy, jazz, gaitas escocesas, rock and roll, contemporáneos, clásicos, barrocos, líricos hasta las guabinas, torbellinos y bambucos, el arpa llanera y los tambores del Pacífico; los tangos, las rancheras y los boleros.

“Llegar a nuestra presentación número 100 es una muestra innegable del interés profundo de la población del occidente de la ciudad y el reflejo de responsabilidad socio-cultural de las directivas de Hayuelos”, asegura Zajac haciendo referencia a que el centro comercial realiza esta actividad sin que para el público represente ningún tipo de inversión, puesto que los conciertos del festival son de entrada libre y no están condicionados a ningún tipo de compras.

El director polaco agrega que a lo largo de estas 100 presentaciones el público asistente se ha vuelto más exigente y consciente de la labor de los artistas en escena, quienes no solo ofrecen un repertorio musical reconocido, sino que se dan a la tarea de convertir cada presentación en un evento académico, pues los músicos comparten datos y conocimientos sobre la obra que se está presentando.

Aquí es donde mejor se puede apreciar el componente de formación de públicos, pues no solo se asiste a escuchar música, sino que también se aprende de sus raíces, de sus instrumentos y de sus grandes intérpretes, lo que enriquece y acerca al público a todos los géneros. “Lo comprobamos en el más reciente y dificilísimo programa de música experimental, en el que las personas participaron con entusiasmo”, afirma.

Cuando se le interroga sobre las dificultades a lo largo de estas 100 presentaciones explica que “lo más difícil ha sido crear conciencia entre los artistas de que la programación del Festival de Música Internacional, es un proyecto a largo plazo y que no admite cambios durante su ejecución. Claramente, estamos entendiéndonos cada vez mejor y tenemos ya un compromiso con los artistas para 2020”.

A esta afirmación habría que agregar que el festival cada vez ha ganado mayor aceptación y reconocimiento en el gremio artístico por ser un escenario en el que caben todos los géneros, así como por la calidad de los artistas, lo que también puede calificarse como un logro, pues esta zona de la ciudad poco era observada desde lo cultural, al no contar con escenarios para este tipo de eventos.