Un reencuentro con una vieja amiga. Así define el pianista argentino Raúl Di Blasio su retorno a Colombia después de 23 años de ausencia en los escenarios del país. Saber que el público aún lo recuerda y lo aplaude le sacude las emociones de nostalgia y dicha.
Fue en el 1999 cuando el músico se presentó en Bogotá, Cali y Medellín y llenó los escenarios. A lo largo de su trayectoria, Raúl Di Blasio ha sido reconocido mundialmente por su maestría en el escenario y por incorporar en su repertorio populares piezas del cancionero latinoamericano: sonidos folclóricos, pop, jazz y ritmos brasileños, lo cual define su sello personal.
Durante su carrera ha ganado 20 discos de platino, 30 de oro y tres de doble platino, junto con una larga lista de premios internacionales, entre los que destaca su nominación al Grammy Latino por mejor actuación en la categoría de música pop instrumental.
También ha realizado dúos con cantantes populares como Juan Gabriel, Armando Manzanero, Julio Iglesias, Michael Bolton, Joan Manuel Serrat, Frank Sinatra, Billy Joel y Elton John.
Él tampoco ha olvidado a su público colombiano, por eso regresará a demostrar por qué fue nombrado “Piano de América” y volverá con su mejor repertorio, canciones que incluyen “Corazón de niño”, “Piano”, “Piano de América”, “Penélope”, “Barroco”, “Melissa”, “Aguas de invierno”, “Lluvia de primavera” y muchas más.
El próximo 24 de septiembre estará en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, en Bogotá, en el marco de su gira “El piano de América Íntimo Tour 2022”. EL NUEVO SIGLO habló vía telefónica con el músico, quien además de Colombia ha llevado su música a México, Argentina, Chile, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Egipto, Dubái, Jordania, España, por solo mencionar algunos de los países que ha recorrido en su extensa trayectoria.
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EL NUEVO SIGLO: ¿Qué siente Raúl Di Blasio de volver a Colombia después de 23 años de ausencia?
RAÚL DI BLASIO: Estoy muy feliz de hablar con alguien de Colombia, estoy ansioso de volver y reconstruir ese nido cálido, de cariño, de amor, que me extendieron durante tantos años. Me parece mentira que haya pasado tanto tiempo. Indudablemente es una satisfacción enorme. Este reencuentro para mí es como volver a ver a una vieja amiga queridísima después de tantos años, pero que a pesar del tiempo existen los recuerdos, el cariño y, como dicen en México, “santo que no es visto no es adorado”; la verdad es que la presencia del artista marca la diferencia. Y mi intención en este breve tiempo es reencontrarme con esa Colombia que yo quiero tanto y no perder el contacto, quiero volver a conectarme con ustedes.
ENS: ¿Y por qué no volvió al país?, ¿qué lo hizo ausentarse por tantos años?
RDB: El tiempo pasa y uno no se da cuenta. Fueron muchos los aspectos, pero la razón principal es que me ocupé en buscar nuevos horizontes; en llevar mi música y mi piano a otros lares y a otras culturas. En ese afán por destacar más allá de Latinoamérica pasó el tiempo. Además, otra de las razones es que cuando Colombia me invitaba yo estaba de gira en otros países y cuando yo quería ir no se daban las condiciones; cambió el mundo de la discografía al internet, salieron las redes sociales y todo eso influyó. Colombia es un país que me trató de maravilla y donde ha habido una respuesta musical muy especial, porque ustedes están situados geográficamente de una forma que les llega la música de todas partes y por eso conocen la música latinoamericana a la perfección y por eso han desarrollado una sensibilidad para la música. Lo resumo en una frase: ¡Que torpeza la mía de no haber regresado en más de una ocasión a Colombia! Pero aquí estoy con toda la disposición, con lo mejor de mí, con toda la alegría y con todo el deseo de que el próximo 24 de septiembre pueda conectar de nuevo en ese teatro emblemático que tienen y es la primera de muchas presentaciones más.
ENS: ¿Cómo ha preparado este reencuentro?, ¿cómo será su repertorio de regreso?
RDB: Voy con mucho entusiasmo, con mi banda de diez músicos talentosos, excelsos, son mexicanos en su mayoría y sus talentos me permiten una expansión en el escenario. Tengo muchas sorpresas para Colombia, estamos trabajando para que el piano sea el protagonista en el escenario y para que sea un show interactivo. Puedo ir con un esquema predeterminado, pero a la hora de estar con el público me gusta la interacción con la gente, escucharla, conversar con ella, escucharla cantar. No soy el típico pianista que llega, se sienta y toca. Me encanta compartir con la audiencia, conocer sus historias y acompañarlas en cada canción, tener una variedad en el escenario, que es lo que me caracteriza, es mi sello personal.
ENS: ¿Recuerda alguna anécdota de su última visita a Colombia?
RDB: Que en Colombia los hombres lloran y las mujeres aplauden. En cualquier escenario una mujer es la que generalmente se acerca y pide autógrafos. En tu país, los hombres son más sensibles o al menos eso es lo que he visto. En el aeropuerto los hombres llegan y son los que piden la firma y eso me llena de emoción porque quiere decir que el trabajo va más allá, ellos tienen un punto más romántico. Aparte que me han tratado maravillosamente y que en este regreso espero que sea parecido a como era antes. Pero, claro, hay una maduración en el público, con ganas de comenzar una nueva era, una nueva historia porque cuando el amor es verdad nunca muere. Colombia es muy divertida, y es un país donde se ve la respuesta de la gente y en mi caso ha sido muy receptiva y apasionada.
ENS: Si no fuera pianista ¿qué otra labor le hubiese gustado desempeñar?
RDB: Quizás algo que esté dentro de la música, probablemente sería productor, director de orquesta, alguna otra cosa que estuviera ligada al piano, pero creo que hice una muy buena elección. No imagino mi vida sin el piano, he dedicado toda mi vida a esto y ya no lo puedo ni quiero cambiar. Además, lo disfruto.