OBRAS DE Obregón, Luis Caballero, Grau, Negret entre otros artistas colombianos e internacionales de los siglos XX y XXI serán protagonistas de la subasta de Bogotá Auctions en la que también se llevará a cabo una puja por piezas de artes decorativas de la misma época, vintage y de diseño.

Hasta el 24 de este mes estará abierta esta subasta, en la que se podrá acceder a través de la plataforma “live.bogotaauctions.com”.

“Entre las piezas internacionales, sobresale una icónica Marylin de Andy Warhol, una edición Sunday B. Morning, 1970, de la serie con sello negro; un grabado del artista húngaro Víctor Vasarely, uno de los padres del pop art; dos litografías constructivas de la estadounidense Louise Nevelson, importante influencia para el colombiano Eduardo Ramírez Villamizar; y un trabajo de la artista contemporánea argentina Liliana Porter, maestra de la simulación que reside en Nueva York y cuya obra se encuentra en importantes colecciones públicas y privadas, entre ellas la Tate Modern, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Whitney Museum of American Art. Se destacan también dos grabados “ancestralistas” del peruano Fernando de Szyszlo y una serigrafía de los años setenta del cubano Wifredo Lam”, afirmó Alessandro Armato, experto del departamento de arte de Bogotá Auctions.

La cuota internacional está a cargo de un núcleo con cinco obras de Beatriz González, cuyo trabajo denso de referencias a la cultura popular y a los problemas políticos de Colombia no para de cautivar la atención de crítica, público y coleccionistas de todo el mundo. De González, se incluyen un ejemplar del célebre tambor ¡Vive la France! -1979, edición de 450-, un plato de la serie Viva México -1982, serie de 500-, la serigrafía sobre tela Verónica 5, contracara trágica de la Marylin de Warhol, y una impresión offset aparecida en El Tiempo del 23 de mayo de 2008.

Así mismo también estará un grupo de grabados de Antonio Caro, Álvaro Barrios, Álvaro Herazo y el recién redescubierto Adolfo Bernal, que constituyen una sección del cada vez más apreciado arte conceptual; mientras un raro grabado de los años setenta del Taller 4 Rojo, junto con unas piezas, en su mayoría también de los setenta, de Augusto Rendón -Los falsos símbolos y A mi pueblo lo han despojado los tiranos - Isaías III- y de Pedro Alcántara -Solidaridad con el pueblo de Chile y Sangra corazón- constituyen una sección de obras de corte político, a la cual se pueden acercar los trabajos de los cartelistas contemporáneos Shepard Fairey, norteamericano, y Ernesto Yerena, mexicano estadounidense.

De acuerdo con Armato, otra sección que se destaca es la de arte erótico, con piezas significativas de Luis Caballero, Omar Rayo, Lorenzo Jaramillo, Hernando Tejada, Humberto Giangrandi y Jim Amaral, de quien se presenta la carpeta completa Landscapes, de 1977, que incluye siete grabados y un dibujo original.

“Hay que señalar, además, un grupo de cinco grabados de Ana Mercedes Hoyos, entre los cuales se destacan una sandía de grandes dimensiones y una pieza abstractizante de comienzo de los ochenta, junto con una serie de piezas canónicas de Edgar Negret, Eduardo Ramírez Villamizar, Santiago Cárdenas, Carlos Rojas, Manuel Hernández, David Manzur, Juan Antonio Roda, un par de grabados en blanco y negro de Leopoldo Richter, dos explosiones de colores de Carlos Jacanamijoy, un intaglio abstracto de Omar Rayo (Origami XVIII) y dos piezas de Pedro Ruiz. Un Dignitario (Bart Simpson) en cerámica de Nadín Ospina, unas piezas en metal de Édgar Negret y John Castles y una en plástico de Juan Camilo Uribe, forman una pequeña sección de múltiples escultóricos. No se pueden dejar de mencionar, en fin, las dos excelentes serigrafías abstractas sobre tela preparada de Francisco Fernández”.

Adicionalmente destaca también “unos muebles en caoba de la época Art déco, 1925-30 hechos por el prestigioso ebanista Borda. Las dos poltronas y la mesa auxiliar son piezas que difícilmente se pueden encontrar en el mercado, por el diseño y la gran calidad de la madera”.

En esta subasta, igualmente, se podrán apreciar muebles en estilo danés, así como un cómodo sofá en fibra de vidrio y cuero original atribuido al diseñador francés Michel Cadestin, un escritorio en Guayacán, carro bar que en esa época se volvió importante para servir comidas y licores, con bandejas movibles.