La ‘paz total’, una política con saldo en rojo | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Agosto de 2024
Redacción Política

LA ‘PAZ total’ del presidente Gustavo Petro se considera una de las políticas más importantes de su Gobierno. Pero dos años después de su implementación y de sentarse con ilegales en las primeras mesas de diálogo, lo que se tiene es un proyecto fuertemente cuestionado por sectores políticos y sociales, tanto por su ejecución como por los pésimos resultados obtenidos, según información suministrada por un grupo de expertos consultados.

EL NUEVO SIGLO analizó junto con versados en temas de conflicto armado y seguridad del país, a fin de conocer cuál ha sido el balance de las estrategias implementadas por esta administración, que el miércoles próximo cumple 24 meses gobernando al país.

Sobre este asunto, Camilo Gómez, excomisionado de paz, aseguró que la propuesta del presidente Petro en torno a la ‘paz total’ no funcionó. “Al contrario, ha sido más bien un fracaso total”.

Cuestionó que, tras la implementación de las mesas de diálogos con algunos grupos armados ilegales como Eln y disidencias de Farc, la violencia, en lugar de menguar, se ha incrementado.

“Las cifras de violencia y los homicidios están disparados. Hay zonas del país que retornaron a los peores momentos de violencia que hemos tenido”, indicó Gómez, asegurando que “los grupos armados con los cuales el Gobierno pretende negociar no han hecho otra cosa que incumplir las posibilidades de llegar a acuerdos”.

El excomisionado indicó que no ha habido avances, pero sí muchos errores. El primero de ello, a su juicio, ha sido favorecer a los criminales, en lugar de dar protección a los ciudadanos de bien.

“El segundo gran error es creer que con grupos que no tienen un contenido político, se va a poder lograr un avance en temas de negociaciones de paz. Los grupos con los que se negocia son de narcotráfico puro y, por lo tanto, es casi imposible llegar a un acuerdo”, sostuvo.

Además de ello, considera que tener algún logro significativo durante las conversaciones requiere, en primera instancia, la aplicación de la Constitución y la protección de los ciudadanos, quienes cada día sienten estar a merced de los violentos.

El exjefe negociador con el Eln durante el gobierno de Juan Manuel Santos, Juan Camilo Restrepo, tildó de “pobres” los resultados de la política de ‘paz total’ del gobierno Petro.

“Han sido casi que inexistentes. Se han abierto conversaciones con diversos grupos que se han tenido que cerrar por incumplimientos. Se han abierto sin números de ceses al fuego que después se tiene que echar para atrás y hay una gran descoordinación al interior del Gobierno”, manifestó.

A su juicio, no hay resultados a la vista, por lo que es poco o nada lo que se ha podido avanzar en esta materia. “No existe la ley de sometimiento todavía, que es fundamental para ponerle cauce y orden a estas negociaciones”, indicó como uno de los principales errores del proceso.

También destacó que “no se han trazado líneas rojas a los grupos subversivos, no se han trazado puntos que no se pueden sobrepasar de ninguna manera. Por lo tanto, alzados en armas como el Eln se creen habilitados para increpar y para reclamarle al Gobierno cosas que no vienen al caso”.

“Finalmente me parece que ha faltado firmeza y claridad por parte del Gobierno”, dijo Restrepo, a la vez que puntualizó que existe la necesidad de poner orden, firmeza y claridad a las negociaciones, con la intención de que haya resultados positivos.

Falta integralidad

Sobre la ‘paz total’ del gobierno Petro, a poco de cumplir dos años, el presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, afirma que para evaluar la propuesta es imperativo evaluar elementos como implementación del Acuerdo de Paz de 2016, nuevas negociaciones y transformación de justicia y paz.

“Hay que evaluar las tres cosas y podríamos decir que en lo que tiene que ver con las nuevas negociaciones, pues ya se han dado pasos adelante y llegamos a los dos años en una situación irregular, porque hay unos procesos que siguen evolucionando y otros que están congelados”, manifestó.

González Posso sí cree que se conocen algunos avances en la propuesta del Gobierno. El primero fue el compromiso de renovar la implementación de los Acuerdos de Paz firmados durante el gobierno de Juan Manuel Santos.

Pero también considera como un acierto la puesta en marcha de mesas de conversación para tratar el cese al fuego, lo que, desde su punto de vista, ha significado la disminución de hechos fatales, como las muertes en medio del conflicto.

Aun así, cree que también se han cometido errores que no han permitido su consolidación en dos años.

“Me parece que ha faltado una mayor integralidad de otros factores de violencia, particularmente lo que tiene que ver con el Clan del Golfo. Esta es la mayor debilidad”, destacó.

Además, cree que la iniciativa legislativa en relación a la paz y el marco jurídico que debe haber al respecto han tenido retrasos, lo que no ha permitido concretar acuerdos con algunos grupos ilegales como el ‘Clan del Golfo’.

Mientras tanto, Andrés Preciado, director de Conflicto y Seguridad de la fundación Ideas para la Paz, dijo que la visión ambiciosa que se tenía de la propuesta de ‘paz total’, incluso antes de su implementación, se ha ido diluyendo.

“Pasamos de una idea de paz grande con todos los grupos armados con presencia en el país a una paz más chiquita, que cada vez es más acortada y que, en el balance general, lo que uno ve es que las condiciones de seguridad, las condiciones humanitarias y las disputas en los territorios, no están mejor que lo que estaban en el momento en que el gobierno Petro arrancó”, dijo.

Preciado manifestó que hay avances parciales en los últimos dos años, aunque muchos esperaban que para entonces fueran más significativos.

“Recuerden que, en épocas de campaña, el presidente Petro dijo que la negociación con el Eln tomaría tres meses, pues dos años después de gobierno no solo no ha terminado, sino que no estamos en un punto ni siquiera medio de esa negociación. Además de eso, vemos la división entre una mesa nacional congelada y una submesa territorial con los comuneros del Sur en el Nariño, que es justamente la razón por la que está jubilada la Mesa Nacional”.

“Luego tenemos una mesa con el Estado Mayor Central, en donde hoy negociamos con el 40% del grupo, luego de que Iván Mordisco se separara de la discusión. Tenemos un proceso que apenas está iniciando con la Segunda Marquetalia. Tenemos dos mesas que no se han iniciado con el Clan del Golfo y Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada. Tenemos tres procesos urbanos que no tienen normatividad para un proceso de sometimiento”, apuntó.

Además, destacó que “aunque hay avances específicos, el balance general es que la paz total no ha pasado de ser una iniciativa grandilocuente, que en la práctica ha pasado a la crisis diaria. Lo que se ve en los territorios es un fortalecimiento de los grupos como el Clan del Golfo, por ejemplo. Pero la mayoría de los grupos son más grandes y han acumulado más capital político gracias a la paz total”.

Pero también afirmó que entre los defectos de este proceso está su metodología. “Creo que uno de los principales errores tiene que ver con la metodología. En los distintos procesos de la paz total, la secuencia y el sistema metodológico nunca han sido claros”.