“Galerías interactivas”, puente entre arte y público | El Nuevo Siglo
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Sábado, 18 de Julio de 2020

DE UN salón de clases en el cual el arte de Luz Ángela Vera llegaba a 80 personas de Bogotá pasó a una sala virtual donde, ahora, habitantes de diferentes lugares del país e incluso del mundo disfrutan de las enseñanzas de esta virtuosa de la pintura y el dibujo en una “Galería interactiva”, debido a las consecuencias del nuevo virus.

En medio de la pandemia generada por el Covid-19 que paralizó al mundo, donde la economía del sector cultural fue la más golpeada, ya que teatros, cines, museos y galerías de arte fueron los primeros en cerrar sus puertas y serán los últimos en abrirlas. Y con estos lugares, todos los profesionales, en directa relación con la labor adelantada, también quedaron “congelados”.

Este es el caso de Luz Ángela Vera, una artista con 30 años de experiencia quien ha dedicado los últimos 16, a su escuela “El Taller de Luza”, donde antes del aislamiento obligatorio recibía, en dos jornadas, a cerca de 80 personas diariamente para aprender técnicas de dibujo. Un gran porcentaje de ellos, adultos mayores que llenaban su tiempo libre con arte.

A la creatividad artística innata, Luza tuvo que sumarle la recursividad como empresaria, aunque lo que realmente la inspiró más fue seguir acompañando a esas personas que llevan mucho tiempo con ella perfeccionando su talento en el arte de la pintura.

Consciente de que la tecnología era el único recurso para acercarse, pero también la principal limitante de muchos de sus alumnos mayores, desde el comienzo de la cuarentena empezó una sensibilización con el grupo, compartiendo videos tutoriales a través de su canal de Youtube. Al lograr derribar esa primera barrera y al ver que muchos empezaron a seguirla, decidió “mudarse” a una plataforma más grande y crear una “Galería Interactiva”, en la que además de estar más seguros y tranquilos, pudieran tener una participación activa.

Es así como hoy “El Taller de Luza”, además de ser un espacio físico en Chapinero, es también una plataforma virtual artística, donde no hay limitación geográfica y a la que ya empezaron a llegar personas de diferentes lugares, quienes comparten sus ensayos con la maestra, para recibir retroalimentación.  

“El sueño que empezó en el 2004 con una mesa y 8 sillas, convirtiéndose luego en una academia con grandes grupos, ahora se diversificó, por cuenta del Covid-19 y las medidas que nos llevaron a desarrollar la vida desde la seguridad de los hogares. Sin embargo, esperamos, en agosto próximo, recibir la autorización para volver a las clases presenciales, aunque los grupos ya no superarán las 10 o 15 personas, máximo. Es la nueva realidad y estamos listos para implementarla”.

Como dice un refrán muy conocido “al mal tiempo, buena cara”, por eso, Luz tiene hasta su propio Avatar en caricatura, para darle la bienvenida a sus alumnos en su plataforma virtual artística, mientras llega el momento de reencontrarse en medio de las nuevas formas de socializar, enseñar y aprender. 

“Así como en la virtualidad, el espacio físico de nuestro taller de formación artística también lo estamos adaptando de manera amena, armoniosa, diseñado para seguir aprendiendo inspirados en el arte, pero cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad. A los artistas, en general, el Covid-19 nos puso a prueba, pero con ganas y creatividad estamos saliendo adelante”.