La Cinemateca de Bogotá volverá a abrir las puertas de sus salas al público y amantes del séptimo arte con una producción colombiana, “Sumercé”, la historia campesina dirigida por Victoria Solano, que tendrá funciones los fines de semana.
Desde este viernes hasta el 12, y del 16 al 18 de este mes, a las 6:00 p.m., se proyectará este largometraje documental con la presencia de sus protagonistas: tres campesinos que reflexionan sobre el cuidado del medio ambiente y protección, en especial, de los páramos colombianos.
“Desde que empezamos a hacer “Sumercé” soñamos con llevarla a la pantalla gigante, por eso es muy importante para nosotros ver las ruanas, el páramo y la resistencia en lugares tan representativos para el cine colombiano como lo son la Cinemateca de Bogotá y el MAMM de Medellín, donde también estará este viernes; en el Museo La Tertulia, en el Colombo y en la Cinemateca del Caribe a donde llegará en los próximos días”, afirmó Victoria.
La directora también destaca que la película, distribuida en Colombia por la agencia Docco, podrá verse próximamente en autocines y salas de proyección comerciales, en lo que describe simbólicamente como “una toma de salas por parte de una historia de resistencia”. Una celebración en la que Victoria aspiraba a que estuviera acompañada de una invitación a una “aguapanelita” a los asistentes, pues las estrictas medidas de bioseguridad lo impiden.
“Sumercé”, según su directora, es la historia a tres voces de aquellos que se levantan, caminan convencidos y luchan por no permitir el saqueo de los páramos, del agua y de las raíces fundacionales de los campesinos. El filme, catalogado como de resistencia, de seres humanos inquebrantables como las montañas combativas y poderosas, muestra a estos personajes que protegen las raíces colombianas y cuidan el futuro natural, incluso, en momentos de crisis y tan adversos como los que enfrenta hoy el mundo por la pandemia.
Esta producción, obtuvo el premio Films 4 Climate, al estar alineada con cuatro de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU: “Por evidenciar de forma clara y sensible la lucha campesina contra decisiones de Gobierno que responden a los intereses de las multinacionales, buscando proteger su fuente de trabajo y el fruto de sus tierras”.
Compartiendo la emoción de este esperado encuentro con los asistentes en salas de cine, estarán en la Cinemateca de Bogotá sus protagonistas Rosita Rodríguez, César Pachón y Eduardo Moreno, los líderes campesinos seleccionados por Victoria para ser el hilo narrativo de este largometraje que hace una importante reflexión sobre la amenaza de la gran minería en los páramos del país. Un tema que Colombia tiene muy presente por el caso de Santurbán.
““Sumercé” nos da la opción de visibilizar nuestra lucha campesina, mostrar las problemáticas que existen en el campo colombiano, especialmente, en los páramos de Colombia; visibilizar la vulneración de los derechos, la afectación por la minería. Nos permite decirle a los colombianos que los campesinos somos importantes para el país y para el mundo porque producimos los alimentos, y eso tiene una connotación especial, sobre todo en esos momentos en los que una pandemia nos muestra el peligro que corre la seguridad alimentaria”, asegura César Pachón.
Por su parte, la también protagonista Rosita Rodríguez señala que es muy importante que esas historias campesinas, como las de esta cinta, sean contadas en el cine, porque permiten conocer las raíces agrodescendientes de los colombianos.
El tercero en estos protagonistas valientes campesinos es don Eduardo Moreno, quien asegura jocosamente: “Yo pensé que la pantalla grande era solo para figuras 90-60-90, pero esta historia es diferente porque es la historia de verdad de los campesinos”.
La directora Victoria Solano describe a Don Eduardo de una manera muy particular: “Si él está en una masa de gente es imposible no verlo; tiene esa atracción natural de los grandes personajes. Decidió dedicarse a cuidar el páramo después de que muy joven entendió que con el uso de un tractor había matado un nacimiento de agua, eso partió su vida para siempre. Actualmente, tiene tres cascadas de agua que ‘sembró’ en su finca. Gracias a sus investigaciones, descubrió cómo sembrar agua y desde entonces, comparte ese conocimiento. De sus 70 años viviendo en el páramo, lleva 50 con la certeza de que sin agua no hay vida, y esto se los cuenta sobre todo a los niños”.