“La mirada de Humilda”, el retrato de una amistad y el duelo | El Nuevo Siglo
Originario de Valledupar, es también autor de “Al diablo la maldita primavera”, “¿Sex o no sex?”, “Líbranos del bien”, “¿De dónde flores, si no hay jardín?”, “Las formas del odio”, “Leandro”, “Parábola del salmón” y “Mitología vallenata”.
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Sábado, 21 de Mayo de 2022
Redacción Cultura

Conmovido por la muerte de su mascota, una pequeña perra West Highland White Terrier, el autor colombiano Alonso Sánchez Baute escribe esta carta de amor dedicada a los animales, titulada “La mirada de Humilda”, su más reciente novela.

El escritor, originario de Valledupar, y quien es conocido por libros como “Al diablo la maldita primavera”; “Leandro”, del cual ya está en marcha una adaptación a la pantalla chica, y “Líbranos del mal”, lanzó este mes esta novela, o más bien una declaración, carta, reflexión y ensayo, en la que persigue al lector la mirada de Humilda, una perra que le transformó la vida a Sánchez Baute desde el momento en que se conocieron, 12 años atrás.

Con una voz narrativa tan sólida como triste, esta es la historia de dos seres que se observan, se sostienen, se quieren, y un buen día, como ocurre en la vida de todos los seres vivos, deben despedirse.

Sánchez Baute, en diálogo con EL NUEVO SIGLO, habla sobre sus primeras obras, la presencia de su ciudad natal en sus libros, la historia de su nueva novela y su experiencia en la televisión, el periodismo y el cine.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué lo llevó por el camino de la escritura?

ALONSO SÁNCHEZ BAUTE: Esto fue algo que se dio. Comencé a escribir cuando era adolescente, unas cosas que por fortuna desaparecieron o boté y dejé de hacerlo cuando entré a la universidad. Luego retomé la escritura en 1996, más o menos. Fue un día que iba para el gimnasio y de repente se me vino una historia a la cabeza. Me devolví al apartamento para escribirla y ese fue el inicio de mi primera novela, que se llama “Al diablo la maldita primavera”.

ENS: A propósito de su primer libro, ¿cómo fue la experiencia de lanzarse a este mundo de las letras con esta historia, que además ganó el Premio Nacional de Novela?

ASB: El libro tuvo muchas dificultades para ser publicado. Lo escribí en 1997, más o menos, y a partir de ahí comencé un recorrido por editoriales para ver si a alguien le llamaba la atención, pero en general recibí muchas respuestas negativas y la razón que daban era que el país no estaba preparado para un libro como ese o con esta temática. Eso me llevó a presentarlo al Concurso Nacional de Literatura del distrito y conté con la fortuna de que ganara porque el libro estaba bien hecho. El libro ganó y a partir de ahí no esperaba que fuera a tener el éxito que tuvo. Para mí la verdad fue una sorpresa.

Hoy, casualmente, subí a mi perfil de Instagram una foto de ese entonces, en la que aparezco absolutamente flaco, pesaba 48 kilos. El estrés de los medios y todo lo que significó la publicación de esta novela me llevó a perder 11 kilos en dos meses.

ENS: Sin duda Valledupar ha estado presente en la mayoría de sus libros, ¿qué ha representado este lugar en su vida, además, por supuesto, de ser la ciudad que lo vio crecer?

ASB: Soy de allá y viví en Valledupar los primeros 15 años de mi vida y, como se sabe, los primeros ocho años de un niño son de formación, en los que todo sucede. De manera que Valledupar, hasta el momento, siempre ha estado en mis escritos, aunque no sé si en un futuro vaya a seguir siendo así, pero de alguna manera lo es, incluso cuando no lo es porque en “Al diablo la maldita primavera” Valledupar no aparece como nombre pero aparece toda la influencia de la oralidad.

Sin embargo, “Al diablo la maldita primavera” es una novela urbana donde Bogotá es tan protagonista como Edwin Rodríguez. Entonces la capital ha estado también ahí presente, es decir, mi literatura tiene tanto de la influencia de lo que viví en Valledupar, pero también de la presencia urbana, que la tiene Bogotá.

ENS: Este año lanzó “La mirada de Humilda”, en la que aborda la amistad entre el humano y la mascota. ¿Por qué le apostó a este tema tan cercano a muchos hoy en día en su nueva novela?

ASB: El tema me escoge a mí, así como en “Al diablo”, que el libro decidió que escribiera eso y en “Líbranos del bien”, un tema que desconocía por completo porque en ese momento lo que menos me interesaba era el conflicto y la violencia nacional, pero el libro me llevó allí.

Aquí pasó exactamente lo mismo, no tenía ni idea de que iba a escribir la historia de Humilda, la historia se forjó ella sola. En las caminatas que se dieron después de la muerte de Humilda, que comencé a caminar mucho, que es la manera como me relajo, se fue forjando la historia, hasta que me obligó a sentarme en el computador a escribirla.



ENS: ¿Qué descubrió en el proceso de escritura de este libro?

ASB: Aprendí que la relación entre los animales y el hombre es más de respeto, particularmente con las mascotas y especialmente con los perros, que es cada vez más respetado como animal, a pesar de que algunos insisten en cosificarlos y otros en humanizarlos. Pero lo cierto es que en las últimas décadas se ha dado un acercamiento y hay un interés por entender un poco más al perro y aceptar su compañía, en algunos casos incluso se vuelven como un miembro animal de la familia, no es el hermano, el tío o el amante, porque algunos tienden a humanizarlos, sino que es el perro de la familia.

Este tema de las mascotas comenzó a darse a mediados del siglo antepasado en Inglaterra, donde comenzaron a tener perros, sobre todo en las casas de clase alta. En las últimas décadas ha habido una discusión alrededor de un tema que se llama el especismo, que consiste en que la gente cree que la especie humana es superior a la naturaleza. Hoy en día la discusión que se ha venido danto es precisamente la contraria, que el humano no es la única especie que está en la naturaleza, no es superior a la naturaleza. El antropocentrismo fue el que se inventó eso, porque el hombre siempre es tan acomplejado que necesita sentirse superior a algo y en este caso se dio con la naturaleza.

ENS: ¿Cómo ha sido su relación con las mascotas a lo largo de su vida?

ASB: A los cuatro años tuve mi primera mascota, que fue un tigrillo que cazaron en la finca de mi papá y que vivió con nosotros un tiempo, aunque no sé exactamente cuánto pero tengo memoria de que yo era el único que se acercaba porque él le gruñía a las demás personas; en cambio yo era el único que se acercaba, le daba la comida y lo acariciaba.

A los seis años mi papá me regaló un perro salchicha. Recuerdo que en un viaje de represo a casa llegó con una caja llena de huecos y ahí estaba un perro salchicha que se llamó Balín y estuvo conmigo durante 20 años, hasta que ya fui un profesional, cuando Balín murió. Durante ese tiempo también tuve otros perros, casi todos salchicha, entre ellos una perra que se llamó Reina, quien tuvo con Balín muchas camadas y en una de ellas venía un perro negrito, el cual me quedé y lo llamé Sulín. Al mismo tiempo en mi casa había gatos, un morrocoyo, pájaros pero ya no como mascotas, y a mi papá en algún momento le dio por comprar unas palomas gigantes. Siempre he tenido una relación magnífica con los animales.

ENS: En su carrera también ha estado presente la escritura para televisión, teatro y cine, ¿cómo le ha ido explorando esos otros campos?

ASB: Lo resumo diciendo que lo mío es la literatura. Pero efectivamente, he incursionado en otros medios, pues hice periodismo durante un tiempo, fui columnista durante 17 años de tres medios diferentes consecutivamente, he hecho televisión, de hecho en este momento hago parte del equipo de libretistas de la telenovela “Leandro”, que estamos haciendo con RCN y que está basada en mi libro “Leandro”. Pero lo mío definitivamente es la literatura y cada vez me quedo mucho más con ella.