Adaptabilidad, comunicación, organización y buen manejo del tiempo son algunas de las habilidades blandas que deben tener los programadores y desarrolladores que quieran trabajar de forma remota para ser exitosos.

Así se determinó durante la segunda versión del Summit “The Global Engineer”, realizado por Terminal a principios de mayo y al que asistieron más de 400 personas, donde los expertos de distintas startups de Silicon Valley dieron a conocer las habilidades que estos profesionales deberían tener y las que ellos más buscan. Entérese en qué consisten:

1. Adaptabilidad

El entorno de trabajo remoto cambia constantemente, y los desarrolladores y programadores deben ser flexibles en este sentido para crecer a nivel profesional. Seguramente tendrán que trabajar con un equipo disperso geográficamente, adaptarse a las nuevas tecnologías y herramientas, adquirir el hábito de documentar los procesos de trabajo y tener un plan de respaldo en caso de que se caiga el internet o el computador deje de funcionar. 

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También es posible que estos profesionales deban modificar ocasionalmente su estilo y horario para adaptarse a la forma de trabajar de los demás miembros del equipo. La adaptabilidad no es solo un rasgo innato que algunas personas tienen y otras no, es una habilidad que puede perfeccionarse con el tiempo a medida que se aprende a anticipar las necesidades de los compañeros que están a distancia y a ajustarse a los requerimientos del cargo.

2. Comunicación

Aunque la mensajería instantánea y las reuniones por videollamada son comunes, la mayoría de los equipos remotos dependen de la comunicación asíncrona. Es decir, que no requiere de una respuesta en tiempo real, lo que significa que permite a todos contribuir a las discusiones según su propia disponibilidad. 

Sin embargo, como es posible que la persona no esté presente para responder a las preguntas de seguimiento, debe ser clara y concisa con la información que brinde. Tampoco debe subestimar la cantidad de documentación que deberá hacer con el trabajo a distancia. Los equipos remotos más exitosos lo documentan todo: cada proceso, cada reunión y cada proyecto tiene un rastro de papel (digital) en un repositorio centralizado y de fácil acceso, normalmente alojado en la nube.

De otro lado, es importante tener en cuenta que, más que dominar el inglés a la perfección, los gigantes tecnológicos de Silicon Valley buscan profesionales con buenas habilidades comunicativas. 

En palabras de Andrés Hernández, director de Ingeniería y líder de Latinoamérica para Voyager: “Esta industria es bastante amigable con los que no somos nativos respecto al manejo del idioma. Es fundamental que los profesionales se centren en desarrollar sus habilidades comunicativas más que en las lingüísticas. Ser claro y conciso es más importante que tener un acento perfecto”.

3. Organización

Ser organizado en un entorno remoto va mucho más allá de mantener el escritorio en orden. Por lo que es fundamental conservar la disciplina mediante la organización, planificación y programación constantes, y estar motivado para cumplir con los deberes.

“Esta habilidad va de la mano de la comunicación y el manejo del tiempo pues los procesos de trabajo sistematizados harán que sea mucho más fácil informar a la gente sobre los pendientes que está sacando y, si es el caso, dejar de trabajar por ese día”, indica Carolina Franco, directora de Marketing de Latinoamérica para Terminal.

4. Manejo del tiempo

Con el trabajo presencial por lo general se establecen límites claros sobre cuándo se trabaja y cuándo se descansa, lo que, por el contrario, no sucede con el trabajo remoto. 

Esta modalidad de trabajo requiere de un control estricto respecto al manejo del tiempo para evitar trabajar en exceso y generar agotamiento mental y físico. Por eso es importante establecer un horario como si fuera a una oficina y definir los pendientes en los que trabajará. También es recomendable hacer una lista de tareas realista y tachar los elementos a medida que avanza para mantener el ritmo y mostrar el progreso. 

El futuro del trabajo

El trabajo a distancia es el futuro. Para ser un desarrollador o programador que trabaja a distancia se necesita algo más que conocimiento técnico. Para estar al tanto de las tareas, evitar el agotamiento y colaborar eficazmente con el equipo a través de las diferentes zonas horarias y fronteras, es necesario desarrollar una serie de habilidades blandas que ayudan a hacer frente a las exigencias únicas de esta modalidad de trabajo.

El éxito en el mundo laboral

En la misma línea, los expertos de la firma de consultoría y movilidad de talento LHH consideran que la empleabilidad se fortalece adquiriendo habilidades asociadas al sector en el que se desempeña, entendiendo y anticipando los cambios y tendencias y ofreciendo un gran valor/margen de contribución a las empresas. De otro lado, la visibilidad se logra con un excelente manejo de marca personal, con una red de contactos activa y construyendo relaciones de valor.

“El mercado está demandando talento que, además de tener una gran capacidad de planeación, sea muy eficiente en la ejecución. Además, se valoran mucho las habilidades probadas para liderar equipos bajo las nuevas circunstancias tras la emergencia sanitaria, y así seguir alcanzando los objetivos corporativos”, manifiesta José David Restrepo, gerente de Desarrollo de Negocios de LHH Colombia.

Claves para una estrategia

Por todo lo mencionado anteriormente, es importante definir una estrategia para lograr alcanzar el éxito en el mercado laboral, teniendo en cuenta estos pasos:

• Definir en qué quiere ser realmente experto.
• Actuar en coherencia, desde el punto de vista de formación y experiencia laboral.
• Cuidar su marca personal y su red de contactos.

En ese último punto, Restrepo señala que la marca personal es todo lo que comunica el profesional desde su discurso, lo que publica en sus redes sociales, la manera en la que interactúa con sus colegas y los aportes que realiza en cada escenario de interlocución profesional.

“La marca personal es todo lo que yo transmito como diferencial en lo que puedo ofrecerle al mercado laboral, y mi nivel de conocimiento y experiencia, para que siempre quede claro en qué soy muy bueno. Hay que verse a uno mismo como un recurso valioso en el mercado, todo el tiempo”.