Las obras artesanales de Adriana Castro | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Adriana Castro
Domingo, 19 de Julio de 2020
Catalina Jaramillo Uribe*

Detrás de cada producto icónico de la moda siempre hay una historia que contar. Este es el caso de las piezas de Adriana Castro que resaltan la cultura colombiana y la reinterpretación de técnicas ancestrales en un diseño sofisticado. Una artesanía elevada al máximo nivel de lujo y maestría que se traduce en el trabajo de “manos mágicas artesanas mezcladas con manos marroquineras”, como dice su creativa. 

Si hablamos del corazón de la marca, ahí se encuentran las comunidades indígenas de Colombia, como la Zenú, en el departamento de Córdoba, con la que Adriana Castro comenzó su historia hace más de nueve años. La elaboración de carteras y accesorios auténticos, atemporales y de calidad impecable, son señas que la caracterizan. Es la unión de dos universos que, como si fueran hilos, se entrelazan y tejen para elevar la artesanía tradicional al lujo moderno y sostenible.

ensAl recurrir a técnicas artesanales, Castro preserva la cultura colombiana y la traduce en diseños versátiles y cómodos para la mujer contemporánea cargados de artesanía excepcional y materiales sostenibles. Su conocido modelo Zenú trenza historias desde su inspiración en el ‘Sombrero Vueltiao’, un símbolo que reúne a Valledupar, Corozal y Ovejas, de donde provienen sus ancestros. Además, está tejido en materiales nobles y de caña flecha, una fibra natural que representa las regiones costeras de Colombia.

Las obras de Adriana Castro se conectan emocionalmente con quien las luce dado que “son piezas exclusivas y de edición limitada, además ninguna es igual a la otra”, dice. Sus creaciones únicas se redefinen a través del tiempo; son innovación, descubrimiento, herencia e identidad. De ahí que sus bolsos hayan cruzado fronteras y llegado a fascinar a celebridades como Eva Longoris y Kim Kardashian e inclusive aparecido en la famosa franquicia cinematográfica ‘Sex and the City’.

La exclusividad de la marca también se evidencia en la producción que se realiza a un ritmo más lento, puesto que va acorde al estilo de vida de sus maestros, porque, como manifiesta Castro: “los tiempos de los artesanos son muy importantes”. Así se representa una de las intenciones más clara de la fundadora que consiste en inspirar a las nuevas marcas a seguir sus propias reglas. De este modo, los procesos de la firma se rinden ante la tradición y reflejan el lujo del tiempo, sin tener en cuenta las temporadas.

En esta apuesta consciente y responsable, la creadora se compromete verdaderamente con las manos que tejen y materializan sus sueños. Por esto, para ella es primordial integrarse y conectarse con las comunidades, con el objetivo de resaltar su cultura bajo nuevas expresiones artísticas. “Soy una diseñadora que me caso con los artesanos. En el momento en el que entro a profundidad con ellos, logro renovar su visión y su arte, bajo mis ojos y con mi corazón”, expresa. Es una visión muy clásica pero que no olvida las pinceladas del presente.

En ese sentido, el propósito de la marca es apoyar a las comunidades indígenas y a diferentes causas sociales resaltando el sello que los representa y dignificando su trabajo. Le da un especial valor agregado y reconocimiento al trabajo de aquellas personas que motivan sus creaciones. En cuanto a esto, Castro asegura que “nuestra marca no busca apropiarse de la cultura, sino resaltarla y aportar a los artesanos una identidad propia”.

 

Moda con historia

 

Cada pieza de Adriana Castro es un universo exquisito y lleno de secretos que cobra vida en el alma de la persona para la que fue hecha. “Un bolso cuenta muchas historias”, según Adriana, pues guarda circunstancias únicas, experiencias personales, momentos, viajes y todo tipo de vivencias.

Pero no solo una cartera cuenta historias, otras prendas de la marca también lo hacen como ‘La Coronel Shirt’, que hace referencia a la obra de Gabriel García Márquez, pero bajo la premisa de que, en tiempos donde las cartas de amor son necesarias, esta vez “el coronel sí tiene quien le escriba”. Esto es en un lienzo de algodón o lino, donde las personas escriben sus historias, por medio de frases bordadas de amor y de fuerza. Y aquí no termina su curso, pues la camisa también recobra vida durante la pandemia en los tapabocas que se hacen a partir de sus retazos y materiales reutilizables. Un lujo sostenible que se borda desde el corazón y para seguir soñando.

 /*CEO and Founder CJ Luxury Consulting