Le Monde, el único periódico vespertino de Francia, se lanzó este lunes en la pelea de los medios de la mañana, con una edición sólo para móviles, llamada La Matinale (El matutino).

La edición en papel seguirá saliendo por la tarde.

"Es un momento histórico para nosotros porque es nuestra primera aparición matutina en 70 años de existencia", declaró Gilles van Kote, actual director de Le Monde, donde el paso de la edición en papel de la tarde a la mañana se debate desde hace años.

La primera edición de la nueva aplicación gratuita, disponible para los sistemas IOS y Android, fue lanzada este lunes a las 7 de la mañana.

Alrededor de un tercio de los contenidos serán gratuitos y los otros dos tercios quedarán reservados para los suscriptores.

Los abonados a la edición digital dispondrán del producto sin ningún pago suplementario. Los demás podrán inscribirse por 6,99 euros al mes.

Esta pequeña revolución en el vespertino francés tiene lugar dos días antes de un cambio de dirección en el diario. El miércoles se espera que Jérôme Fenoglio, director de la redacción y adjunto de Gilles van Kote, reciba el 60% de los votos de los empleados para convertirse en el nuevo director de la publicación.

El nuevo formato, que saldrá de lunes a viernes, promete "conjugar la seriedad de Le Mode con una circulación más lúdica", resume Jérôme Fenoglio, refiriéndose a una interfaz claramente inspirada en Tinder, una aplicación de encuentros en pleno auge.

Con la nueva edición, el lector que cuente con un teléfono inteligente, es decir, más de la mitad de la población francesa, podrá seleccionar y acceder a los contenidos que quiere leer. Al tiempo, podrá evitar los que no le interesan, entre la veintena de informaciones de actualidad propuestas.   

La mayoría de los contenidos serán realizados exclusivamente para esta edición. El resto se podrá encontrar en la edición papel de la tarde o en el sitio web.

Esperada y anunciada desde hace meses, esta aplicación fue cofinanciada por el fondo Google para la prensa, que le concedió en 2014 a Le Monde alrededor de 1,8 millones de euros para diversos proyectos digitales.

"Nuestro objetivo es a la vez fidelizar a los suscriptores actuales y llegar a otro público, activo, más joven que nuestro público promedio", explicó Gilles van Kote a la AFP.