Lo entrenaron para hacer de malo | El Nuevo Siglo
Lunes, 16 de Marzo de 2015

Por Sue De la Hoz S.

Periodista El Nuevo Siglo

 

A Pedro José Pallares se le cumplió uno de los sueños que tenía desde niño: ser militar, aunque no precisamente uno del cual tomar ejemplo. Se trata de su nuevo papel en la serie Tiro de Gracia como uno de los hombres mano derecha del protagonista, Vicente Vallejo, un exoficial corrupto.

Antes de verlo como participante en un reality, Pedro José fue (y sigue siendo) bastante juicioso con sus estudios. Muy pilo para las matemáticas y la física, por lo que empezó estudios de Ingeniería Industrial. Pero fue precisamente en la universidad donde conoció el teatro y poco a poco se fue apasionando por este arte.

Después de no verlo por un tiempo en la pantalla chica, el cucuteño regresa más maduro, mucho más preparado profesionalmente, y con un personaje que no es ni parecido a lo que ha hecho antes.

Un hombre despiadado, inescrupuloso, frío y sin aparentes sentimientos. En diálogo con este medio nos contó cómo fue el proceso de convertirse en el Mosco.

 

EL NUEVO SIGLO: Háblenos de este nuevo proyecto.

Pedro José Pallares: El personaje se llama Mosco, bueno así le dicen. Ninguno de los lugartenientes de Vallejo tiene nombre como tal, todos se identifican con un nombre clave. Mosco es un oficial de las fuerzas especiales que hacía parte del grupo que comandaba Vicente Vallejo que es uno de los que comandaba Vicente Vallejo (Róbinson Díaz). Es una persona completamente adoctrinada en el régimen militar, pero también tiene una desviación enfermiza en su comportamiento. Una persona que disfruta de la crueldad, que disfruta del sufrimiento ajeno y es algo que él va a gozar mucho en el desarrollo de la historia, le va a sacar mucho el jugo a eso, y para él es algo divertido, como un juego.

ENS: ¿Qué le ha aportado este nuevo reto a su carrera profesional?

PJP: Más que todo el aprendizaje en cuanto al desarrollo de secuencias de acción. Nosotros nos entrenamos muchísimo para hacerlas, somos nosotros mismos quienes las hacemos, no hay intervención de dobles en toda la historia. Pasar por todo eso fue muy chévere, además de compartir escena con Róbinson, con Nicolás Montero, fue algo muy gratificante para todos. Para mí en especial es algo que me llevo en el corazón y que agradezco mucho haber tenido esa oportunidad.

ENS: En este tipo de personajes tan difíciles, ¿hay alguna clase de exorcismo, terapia para salirse de ellos?

PJP: Si nos ponemos a hablar de métodos actorales, nos quedamos un buen rato, pero yo creo que lo más importante es que hay que tener claro que la naturaleza de un personaje es esa. Buscamos contar una historia a través de un personaje pero nunca buscamos identificarnos con él. Hay cosas que tal vez prestamos, que nos parezcan similares, pero creo que es importante para la salud del actor tener un distanciamiento claro con el personaje que interpreta.

ENS: ¿Está en otros proyectos?

PJP: Por ahora solo en Tiro de Gracia.

ENS: ¿Cómo está el corazón, su matrimonio con Lucía Aldana?

PJP: Bien, gracias a Dios.