“Los reyes del mundo” llegó a las salas de cine del país | El Nuevo Siglo
La película fue seleccionada para representar a Colombia en los premios Oscar del 2023.
Cortesía
Jueves, 13 de Octubre de 2022
Redacción Cultura

Este jueves se estrenó en Colombia la película “Los reyes del mundo”, de la directora Laura Mora, protagonizada por los actores naturales Andrés Castañeda, Cristian Camilo Mora (también conocido como Tom), Davison Flores, Brahian Steven Acevedo y Cristian Campaña.

Es la historia detrás de los protagonistas de la película, seleccionada para representar a Colombia en los premios Oscar, tras llevarse los máximos galardones en los festivales internacionales de San Sebastián (Concha de Oro), Biarritz (El Abrazo) y Zurich (Ojo Dorado).

Para los personajes: Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano, la calle es el lugar que reconocen, hasta que deciden emprender un viaje por el Bajo Cauca antioqueño para reclamar una tierra que le fue arrebatada a la abuela de uno de ellos. Son los personajes protagónicos en la nueva película de la directora Laura Mora, que se estrena en salas de cine este jueves 13 de octubre.

En su anterior película, Laura Mora había entrado en contacto con chicos que practican gravity bike en Medellín. Un deporte que popularmente se conoce como azote y que consiste en rodar a gran velocidad por la carretera, en bicicletas armadas por ellos mismos. Desde entonces, supo que había algo especial en ese grupo de jóvenes. Una relación muy particular con el riesgo, con la adrenalina y con la vida misma.

Cuando empezó a escribir “Los reyes del mundo”, supo que la energía que buscaba para la película, tenía mucho que ver con el espíritu de esos chicos; esa libertad, esa rebeldía que había encontrado en los jóvenes que ‘azotaban’ por las carreteras aledañas a Medellín. Así fue como algunos de ellos llegaron a la película.

Brahian Acevedo, quien se pone en la piel de Winny, dice que practicar azote o viajar en el tráiler de una tractomula es lo que le “mueve el corazón”, porque es amante de la adrenalina, el peligro, los viajes y la compañía de los ‘parceros’.



A este chico de 15 años le enfurece que le digan niño porque toda su vida le ha tocado ´guerrearla’. “Me gusta ganarme lo mío y colaborarle a mi mamá en lo que se pueda”, recalca. Brahian y el personaje de Winny coincidían en muchas cosas: la vitalidad, el carisma, la recursividad para resolver, la ternura y la tristeza propias de la sensación de desamparo.

Davison Flores representa a Sere, el personaje místico del grupo. Conoció a Laura Mora hace varios años por un amigo en común. Davison había tenido un grave accidente en gravity, que le redujo la movilidad en el brazo derecho, lo que no le impidió graduarse de bachiller y aprender a escribir con la mano izquierda. Su sensibilidad, su espiritualidad, sus ideas profundas sobre la vida y la muerte, coincidían con todo lo que Laura buscaba para ese personaje, por eso, una vez iniciado el casting, no dudaron en buscarlo.

Cristian Camilo Mora fue entrevistado de manera muy casual en el skatepark del estadio, donde se reúnen muchos de los chicos que practican gravity en Medellín. Sin embargo, un par de semanas después de ese encuentro, llegó la primera cuarentena por covid. Todos los procesos que se venían adelantando para posiblemente arrancar la película en el 2020, se detuvieron y solo un año después se reactivaron.

Trabajo en equipo

El trabajo con los cinco consistió en sesiones diarias de ensayo bajo la guía de Karel Solei, con diferentes colaboradores y asesores en entrenamiento de actores naturales, como Carlos Fagua ("La tierra y la sombra"), Andrés Barrientos ("El abrazo de la serpiente" y "Pájaros de verano") y el profesor de arte dramático de la Universidad de Antioquia Duván Echavarría ("Matar a Jesús").

Aunque a los jóvenes nunca se les compartió el guion, se ensayaron las situaciones y se aproximaron las diferentes emociones que cada uno iba a transitar durante la película. Cada ensayo, cada encuentro, sorprendía más al equipo de dirección. El talento, la capacidad de imaginación, de improvisación, la concentración y el compromiso de estos chicos eran impresionantes.

Todos coinciden en que lo más duro de la película fue finalizarla, la separación que significó el final del rodaje. En palabras de Tom, “lo más duro fue a lo que nos acostumbramos durante el rodaje y luego tener que desacostumbrarnos”. Para Andrés lo más bonito de la experiencia fue sentir “que todo se hizo de corazón” y la ilusión que supone “poder ver la película juntos muy pronto”.