Nadín Ospina es uno de los tantos artistas colombianos que han dejado el nombre del país muy en alto en la esfera internacional. Caracterizado por elaborar figuras basadas en el arte precolombino, ha expuesto desde 1981 en Colombia, EE.UU., Alemania, Australia, Brasil, Venezuela, Cuba, México, España, Holanda, Noruega y Dinamarca.

A mediados de los años noventa, Nadín Ospina realizó una serie de esculturas que denominó “El gran sueño americano". Tras ser exhibidas públicamente, la crítica calificó al artista como un “irónico político”, puesto que, a través de la obra, dotada de un lenguaje formal precolombino, Ospina generaba una serie de reflexiones sobre la representación, la identidad, la colonización y la transculturalidad.

Ospina es un pintor y escultor conocido por su personal adaptación de la cultura y la estética pop a elementos y símbolos extraídos del arte precolombino y de la prehistoria. Entre sus personajes más repetidos están Mickey Mouse y Bart Simpson.

Recientemente inauguró una exposición en la Universidad de Barranquilla, una enorme escultura en la plazoleta del edificio de ingenierías a la que denominó “Atlante”

A propósito de esta muestra, EL NUEVO SIGLO habló con Ospina para conocer más a fondo de esta pieza y de su trayectoria artística dentro y fuera de Colombia.

EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué usar la imagen de Bart Simpson en sus obras?

NADÍN OSPINA: Esta pieza corresponde a una colección anterior, una obra clásica dentro de mi proceso estilístico desde el 2015 al 2020. Es una serie que yo denominé en ese tiempo "El gran sueño americano", unas piezas en bronce que particularmente se dan en grandes dimensiones, esculturas de dos metros de altura, muy significativas porque son obras que hacen un comentario en muchos casos críticos, porque la obra siempre tiene como un sentido incisivo muy irónico alrededor de la sobreposición cultural. Es una imagen de la cultura pop (Bart Simpson) que representa la cultura norteamericana que influye a través de los medios de comunicación, fusionada con otras culturas, como la precolombina, un ejemplo de ello son los "Atlantes de Tuluá" (Valle del Cauca), muy significativa, que nos entrega un comentario de cómo la realidad social de nuestras culturas contemporáneas está incluida en el entorno.

ENS: ¿Por qué fusionar la cultura precolombina con otras, qué lo motiva a realizar esas conexiones?

NO: Me gusta tener la atención en el tema cultural, me gusta la indagación de la identidad de nuestras culturas y la comparación con otras, marginales, periféricas. Estamos muy fuertemente permeados a través de los medios de comunicación por una cultura genérica, dominante, que sobrepone de una manera económica y política en el resto del mundo. Son paradigmas más que símbolos de ideologías capitalistas, en este sentido predeterminante, al mismo tiempo me enfoco en encontrar una cultura en un mundo que se confronta todos los días con esa realidad económica y de alguna manera en algún momento se fusiona con un interés colectivo.

ENS: ¿De dónde nació ese interés por diseñar esculturas de gran tamaño?

NO: Toda mi vida me ha gustado crear, soy escultor desde siempre y una de las características fundamentales en el proceso es el deseo de producir piezas para espacios públicos y en ese sentido, a través de las diversas técnicas que se pueden presentar en un escultor, la fundición en bronce es una técnica tradicional establecida y que da unas características de perdurabilidad, de garantía y sostenibilidad para espacios públicos.

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ENS: Una de sus exposiciones más conocidas fue "Yo soy otro tú", ¿qué quiso transmitir con estas piezas?

NO: Es una serie que mostré hace tres años en el Museo Antropológico de Madrid y son piezas que hablan sobre el otro, desde el punto de vista filosófico. Tiene que ver con el encuentro de lo ajeno que llega a nuestras instancias personales de forma mediática y que en muchos casos lo rechazamos por toda una construcción cultural, de protección, de encerramiento de ciertos elementos de seguridad, política y económica, a través de la simbolización de nosotros como extraterrestre sacado de la cultura pop en los medios de comunicación. En este segundo orden, que fue muy bueno en los años 50 y 60 en los Estados Unidos, la cultura precolombina nos revela nuevamente la idea de los encuentros interculturales y sus fusiones.

ENS: En sus muestras también habla del entorno con la naturaleza, con la obra "La preponderancia de lo pequeño". ¿Es otro de los temas a explorar?

NO: Eso fue un proceso muy largo de producción, porque toda mi obra tiene que ver con elementos de la cultura y se manifiesta como los símbolos de unos elementos que forman parte de nuestra identidad precolombina, donde la representación que encontramos en el oro o en la cerámica está muy asociada con la naturaleza, con los pájaros de nuestro entorno natural. Entonces es un llamado ecológico, un llamado muy intenso para que miremos esa pequeña presencia como lo son los pájaros que están en nuestro entorno, que a veces no le prestamos atención y a su vez es una invitación a mirar al otro. Porque en muchos casos no consideramos lo que está alrededor, no tenemos en cuenta ese prójimo, al contrario, lo menospreciamos. Esta colección nos invita a cuestionarnos cómo nos vemos, quiénes creemos que somos, en qué basamos nuestras diferencias y semejanzas con los demás, cuáles son las líneas que definen nuestra idea sobre nosotros mismos.

ENS: En su larga trayectoria, ¿qué ha sido lo mejor de ser un escultor reconocido?

NO: El estar vivo y poder hacer todo lo que me gusta, eso me ha permitido hacer muchas cosas como artista y persona. He podido trabajar en todo momento y hacer las cosas que me gustan, todo lo he realizado con la mayor satisfacción, digamos que por el poder comunicativo que han tenido mis series ha podido influir en el mundo cultural.

Sobre el artista

El artista colombiano que convirtió en pop lo precolombino. Es un maestro del arte contemporáneo nacido en Bogotá, famoso en el mundo por mezclar lo propio de la cultura popular con la cultura precolombina, esa que parece tan lejana y casi siempre rechazada. Cabe destacar que fue ganador del XXXIV Salón Nacional de Artistas de Colombia 1992 y obtuvo el primer premio del Salón del Fuego Fundación Gilberto Alzate Avendaño en el 2004, entre otros.