EN 2014, tras liderar las manifestaciones de protesta contra el régimen de Maduro, el joven activista Leopoldo López tuvo que enfrentarse a una complicada decisión: abandonar Venezuela y seguir luchando por la libertad de sus compatriotas en el extranjero o permanecer en Caracas y correr el riesgo cierto de una durísima condena de cárcel. No lo dudó ni un instante. Se metió en la boca del lobo. Y se convirtió en héroe. En un juicio amañado, fue condenado a catorce años de prisión.
Esta es la historia de cómo sobrevivió, de cómo sus padres y, sobre todo, su esposa, Lilian, movieron cielo y tierra para conseguir su liberación. Y, al hacerlo, desenmascararon ante el mundo la verdadera naturaleza del régimen. Con el estilo lleno de fuerza que lo ha convertido en uno de los autores actuales más respetados, Javier Moro ofrece en “Nos quieren muerto” el relato de unas vidas que tuvieron que pasar de la normalidad a la excepcionalidad y que, por ello, resultan tan apasionantes como ejemplares.
Javier Moro es uno de los autores más queridos por los lectores y valorado por la crítica del panorama literario en español. En entrevista con EL NUEVO SIGLO reveló detalles de su nuevo libro, que recientemente fue presentado en el marco del Hay Festival celebrado el mes pasado en Cartagena.
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué escribir un libro sobre la situación que vivía el líder político venezolano?
JAVIER MORO: Conocí a Leopoldo y a Lilian en Madrid y en lo que me contaron vi que allí había un libro, una verdad que no se había contado. El libro cuenta los últimos 10 años de la vida en Venezuela a través de la historia de una familia que es perseguida de una manera salvaje por el régimen y lo escribí precisamente porque hay que hablar sobre la situación en Venezuela. Es una historia de alguien como Leopoldo que en un momento dado significó la esperanza de salir del país y que luego hizo un gesto que pasará a la historia, aunque le pese a los chavistas y es porque él se entregó voluntariamente y cuando él llega al Palacio de Justicia no había ningún caso montado en su contra, los chavistas no estaban preparados, porque nadie pensaba que Leopoldo estaba tan loco para meterse a la boca del lobo.
ENS: ¿Cómo fue el proceso de recopilación de información tan detallada y puntual que se refleja en el libro?
JM: Fue a través de entrevistas. Conversé mucho con Leopoldo y Lilian porque quería conocer detalladamente lo que estaba ocurriendo, también conversé con los que ellos me decían, que son los coprotagonistas de esta historia. También hice varios viajes a Washington, a Miami para hablar con Luis Almagro, por ejemplo, o a gente que les había ayudado o que estaba involucrada. Como todo investigador use todo tipo de recursos, pero fueron más entrevistas que trabajo de archivo porque era historia real.
ENS: ¿Luego de todo ese trabajo de investigación, usted como escritor ha tenido alguna conclusión sobre lo que estaba pasando en el vecino país?
JM: Yo no llegué a ninguna conclusión, yo he contado una historia y quien tiene que llegar a una conclusión es el lector una vez que lea el libro. Digamos usted piense cuando haya terminado de leer el libro si esa revolución bolivariana ha valido la pena o no, si la gente está feliz o no, si se vive bien o no, si es un gobierno que atiende las necesidades de sus súbditos o no. Yo solo cuento una historia, muestro una historia y es el lector quien saca sus conclusiones.
ENS: ¿Qué fue lo que más le impactó de esta historia?
JM: Todo, me parecía un escándalo todo lo que me contaban, yo estaba escandalizado, pero ellos no lo veían porque era su cotidianidad, era su vida de todos los días, por ejemplo, cómo entra el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) de repente a las 3:00 de la mañana hacer un allanamiento sin avisar, que se llevan a la gente tres días, les cortaban el internet en la casa durante tres días para aislarlos, el miedo que sentía Lilian Tintori cada vez que salía del país o que secuestraran a sus niños al salir del colegio, lo que me parece increíble es que estén vivos todavía hoy y lo que me parece más increíble es que los venezolanos no reconozcan su sacrificio.
ENS: Usted ha escrito grandes historias en varios géneros de temas españolas, brasileñas y ahora venezolana; ¿cuál ha sido la corriente literaria que más le ha gustado?
JM: No sigo ninguna corriente literaria, yo hago historias que creo que son buenas historias por contar y si es en Brasil o si es en Sudamérica mejor todavía, porque es mi mundo, pero si mañana me sale una buena historia en Japón, pues la cuento en Japón, mi prioridad es contar una buena historia, yo no hago militancia literaria ni por un país ni por un continente ni por nada, si lo hago es por los principios que he tenido, pero no por otra cosa.
ENS: Usted quería ser productor de cine, ¿qué lo hizo cambiar al mundo literario?
JM: Porque vengo de una familia de escritores y, pues uno termina haciendo lo mismo, aunque empecé haciendo cine, los medios siempre me publicaban, hasta que me decidí a escribir un libro cuando encontré una buena historia que fue la del Chico Méndez, el héroe de la Amazonía brasileña, también la historia de alguien es que capaz de sacrificar su bienestar personal por lo que cree, me gustan esas historias que inspiran, creo que hay necesidad de ellas
ENS: ¿Qué mensaje les daría a los jóvenes escritores siendo usted un reconocido best seller?
JM: Que lean mucho, que no se puede ser escritor sin leer mucho y que no tengan miedo de imitar a los escritores que les gusta, porque luego les darán tantas vueltas a sus manuscritos que al final no se notará.
ENS: ¿Qué le pareció el Hay Festival?, ¿cómo lo vio este año?
JM: Quedé encantado, me parece que es un invento formidable, un encuentro con grandes invitados, había premios Nobeles. Personalidades de mucho tanto de la música como de la literatura y luego hubo una fiesta popular que fue multitudinaria, nunca había hablado con una sala tan grande y tan llena como el Salón de Convenciones donde había gente de pie porque no podía entrar. Eso es fabuloso, es también un lugar para intercambiar ideas y es lo que se necesita, promover la democracia.
Sus libros
Entre sus libros destacan “Senderos de libertad” (1992); “El pie de Jaipur” (1995); “Las montañas de Buda” (1997); el escrito en colaboración con Dominique Lapierre: “Era medianoche en Bhopal” (2001); “Pasión india” (2005); “El sari rojo” (2008); “El imperio eres tú” (Premio Planeta 2011).