Nuevo documental en Palacio Veccio | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Marzo de 2014

Justo en Florencia (Italia), donde el organista colombiano Rodrigo Valencia pasó gran parte de su vida, fue presentado el documental realizado por el grupo de investigación audiovisual Interdís, de la U.N. en Medellín.

Se trata de Rosa Ventorum (un organista colombiano en las catedrales del mundo), cuyo estreno a nivel mundial se llevó a cabo en el tradicional Palacio Vecchio, en el que se exponen obras de famosos artistas como Miguel Ángel, y donde además de recibir en vida la ciudadanía honoraria, Valencia tocó muchas veces.

Este documental, producto de más de 10 años de investigación, es el resultado de un proyecto presentado a la Dirección de Investigaciones (Dime) de la Sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia,  entre el grupo Imagen en Movimiento de la Facultad de Arquitectura e Interdís. Quienes propusieron hacer un documental y cinco historias musicales, una de ellas a cargo del grupo de investigación.

Al respecto, Galina Likosova, investigadora de Interdís, señaló que el documental plantea un recorrido por la obra musical del compositor nacido en Buga (departamento del Valle del Cauca), quien vivió casi 45 años en Florencia desarrollando desde allí su actividad como concertista de proyección internacional.

“Como organista tocó en muchas partes, hizo cerca de 200 conciertos  en las iglesias y catedrales más importantes del mundo como Notre Dame de París,  la Catedral de Oliva en Polonia, el Conservatorio Tchaikovsky en Moscú, y las catedrales con órganos más espectaculares”.

La grabación de este documental fue un proceso largo. Inició en 2003 en Medellín y  terminó en Buga en 2013. Se realizó en 17 ciudades de ocho países, en los que se siguió la huella del maestro Rodrigo Valencia por diversas catedrales internacionales.

Este recorrido permite  mostrar la música para órgano de compositores colombianos que él tocó en todo el mundo.

Y es que si bien interpretó obras de Bach, de Mendelssohn y de otros autores clásicos que escribieron para órgano, el valor principal de su trayectoria radica en que fue el abanderado de la difusión de la música de compositores colombianos.

Precisamente, en el documental se aprecian diez obras de siete compositores nacionales que el Grupo Interdís rescató. “Nosotros conseguimos las grabaciones caseras de él, las inéditas, y las fuimos recopilando”, comentó Likosova.

Como parte de la metodología general del grupo, cada vez que se encontraban con él cuando venía a Colombia o ellos iban a Florencia, aprovechaban para que tocara en órgano obras de compositores colombianos, y guardaban el registro, explica Hernán Humberto Restrepo, otro de los miembros de Interdís.

Pero en 2009, cuando lo esperaban en Medellín para hacer más tomas, se conoció la noticia de su fallecimiento repentino en Cali. “Entonces, con su viuda ,que es una artista florentina, nos propusimos terminar el documental y fue cuando encontramos en su casa las partituras y los recorridos muy organizados que él había realizado. Así, nos dimos cuenta de la magnitud de la difusión de la música colombiana que había hecho”, resaltó Restrepo.

Aún así, este proyecto no alcanzó a cubrir sino una pequeña muestra de las catedrales.

Este evento fue organizado con el apoyo de la Alcaldía de Florencia y el Cónsul honorario de Colombia en la Toscana, así como por el grupo Interdís y el Palacio Vecchio.

“Antes del trabajo de campo en catedrales, hicimos trabajos experimentales con los jóvenes de los semilleros de la Escuela de Artes, en la Catedral de Medellín, en donde ensayamos formas visuales y sonoras, para hacer una coherencia narrativa de este documental”, explicó el documentalista.

En su paso por Europa, los investigadores ofrecieron varias conferencias acerca de la música de compositores colombianos en universidades como la Complutense de Madrid, y realizaron grabaciones  de material audiovisual.

Aunque era intérprete, Rodrigo Valencia también dejó algunas obras sobre todo para coro, voz y arpa, voz y cuarteto de cuerdas. Por 25 años dirigió el Coro de Victoria, conformado por italianos amantes de la música quienes, en su mayor parte, interpretaron piezas por toda Italia.