Nutrientes clave para las mujeres en sus diferentes etapas de vida | El Nuevo Siglo
Mantener una buena hidratación, así como consumir proteínas, grasas y carbohidratos de forma adecuada en los alimentos ayuda a un correcto funcionamiento del cuerpo.
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Lunes, 8 de Marzo de 2021
Redacción Cultura

Una alimentación nutritiva y balanceada es un buen punto de partida para ayudar al organismo a sentirse más saludable desde edades tempranas, por ello es importante prestar atención a lo que se consume y cómo esto aporta al bienestar del cuerpo.

En el caso de las mujeres esto es clave pues establecer hábitos alimenticios saludables desde joven, combinados con actividad física y descanso, puede apoyar el normal funcionamiento del cuerpo, disminuyendo el riesgo de presentar enfermedades asociadas a una vida sedentaria, permitiendo un óptimo rendimiento físico y mental y apoyando un envejecimiento en las mejores condiciones. 

Lo primero es conocer que hay tres macronutrientes: proteínas (carnes, granos, lácteos y huevos), grasas (aceites de origen vegetal y frutos secos) y carbohidratos (cereales, raíces, tubérculos, plátanos), los cuales son esenciales para mantener un correcto funcionamiento del organismo. Adicionalmente, se debe incluir en la alimentación vitaminas, minerales y fibra (frutas y verduras). Estos son micronutrientes también esenciales para el cuerpo.

“Estos nutrientes se encuentran en los alimentos que consumimos todos los días. La clave es mantener un equilibrio de su consumo diario y en la distribución que hagamos en el día”, afirma Clara Valderrama, integrante del consejo consultor de dietistas de Herbalife Nutrition.

Sin embargo, según la especialista, la edad de las mujeres, sus hábitos alimenticios y sus rutinas pueden condicionar las cantidades o la frecuencia en que se deben ingerir los diferentes alimentos.

A continuación, se describen algunas medidas y nutrientes clave para apoyar la búsqueda de una salud óptima a los veinte, treinta, cuarenta y en los años subsiguientes.

A los 20

Esta etapa es muy importante porque se establecen los hábitos de vida saludables y poco saludables, pero casi no se le da la importancia a la alimentación nutritiva y balanceada que realmente se merece. No se ve necesario tener un orden en el consumo de los alimentos y se resta valor a tener una nutrición adecuada.

Es recomendable reponer la energía que se gasta en el día, no omitir comidas y controlar el exceso de grasas y azúcares. En lugar de acumular calorías vacías, se pueden elegir comidas saludables fáciles de preparar y mantener el consumo adecuado de calcio y ácido fólico.

Los huesos seguirán creciendo hasta los 25 años aproximadamente y consumiendo 1.000 mg de calcio al día, se podrá apoyar el normal funcionamiento del sistema óseo. El yogur, la leche no láctea fortificada, el tofu firme y las sardinas son buenas fuentes de calcio.

A los 30

Las responsabilidades con los hijos generan una mayor conciencia del cuidado propio y del ejemplo que debe darse a los hijos y es el momento de empezar a cuidar los excesos de alimentos y de distribuirlos durante el día para hacer el acompañamiento a los pequeños.

La opción de los suplementos se hace vital a partir de esta edad para ayudar a cubrir las necesidades de nutrientes que no se alcanzan en la alimentación. A los 30 años el metabolismo comienza a hacerse más lento a medida que las mujeres pierden masa muscular, la cual disminuye aproximadamente 5% por década. A partir de esta etapa es necesario consumir más ácido fólico y proteína.

Comer como adolescentes, con pastelitos y pan blanco no es lo más indicado, en cambio, es mejor reemplazar los carbohidratos y las bebidas azucaradas por granos, productos frescos y agua.

A los 40

En esta etapa de la vida ya se manifiestan cambios fisiológicos como canas, arrugas, pérdida de fuerza, entre otros; lo que genera más conciencia respecto a los hábitos saludables como la alimentación nutritiva, balanceada y la actividad física.

Las verduras de hoja verde oscuro, los tomates y otras frutas son buenas opciones. La vitamina D y antioxidantes como las vitaminas A, C y E retrasan el daño celular que contribuye al envejecimiento, los pimientos rojos, los cítricos, las bayas, las zanahorias y los frutos secos son buenas fuentes de antioxidantes.

Asimismo, hay que proteger el corazón con actividad física regular

A los 50

En las mujeres, el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas aumenta después de los 55 años, de acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, de los Pulmones y de la Sangre. El consumo de fibra puede ayudar a reducir los niveles de colesterol, lo que es bueno para la salud del corazón. El omega-3 y la vitamina B12 son los nutrientes esenciales en esta edad.

Clara Valderrama recomienda mantener chequeos regulares con médicos y especialistas, así como una buena hidratación, consumir suplementos con vitaminas y minerales e ingerir calcio, un nutriente muy importante para la salud de las mujeres.

“Aunque se tiene la creencia de que el calcio es más importante a mayor edad, la verdad es que se debe incluir alimentos que lo contengan (lácteos, soya, brócoli, sardinas, nueces o suplementos) desde los 20 años, para tener una mejor reserva para la edad madura y disminuir el riesgo de deficiencia de este mineral”.