La incorporación de la inteligencia artificial (IA) generativa en la educación superior ha revolucionado rápidamente la forma en que se enseña y se aprende, ofreciendo herramientas innovadoras que enriquecen la experiencia académica.
Sin embargo, esta transformación también conlleva una serie de riesgos que es fundamental analizar. Desde la dependencia excesiva de tecnologías que pueden comprometer el desarrollo de habilidades, hasta preocupaciones sobre la ética y la integridad académica, los desafíos que presenta el uso de la IA generativa en el ámbito educativo son significativos.
Sus retos
La desinformación y la desigualdad en el acceso a herramientas tecnológicas plantean importantes interrogantes sobre la equidad en la educación. En este contexto, para la Universidad de Cundinamarca es fundamental explorar y comprender estos riesgos para asegurar que la integración de la IA en la educación superior sea no solo efectiva, sino también responsable y beneficiosa para estudiantes, profesores e instituciones.
En este sentido, la dependencia de esta tecnología puede socavar la capacidad de los estudiantes para pensar críticamente y resolver problemas de manera independiente. Además, en situaciones críticas, podría limitar las interacciones humanas, afectando el desarrollo de las habilidades sociales.
Este fenómeno podría, a su vez, restringir su crecimiento intelectual y su preparación para enfrentar futuros desafíos. “El plagio y la falta de originalidad son otros aspectos que merecen atención. El uso excesivo de herramientas de IA para generar contenido puede dar lugar a plagio involuntario, comprometiendo la integridad académica y la autenticidad del trabajo estudiantil. Asimismo, los estudiantes podrían optar por respuestas generadas sin una comprensión profunda del material, que eventualmente afectaría su aprendizaje a largo plazo”, manifestó el docente investigador Jairo Eduardo Márquez Díaz.
¿Y la ética?
Por otra parte, los sesgos en la información generada por la IA pueden influir en la calidad y la imparcialidad del contenido, reflejando prejuicios inherentes a los datos utilizados en su entrenamiento.
Este escenario plantea cuestiones éticas sobre la autoría y la integridad académica, especialmente en contextos evaluativos. De igual manera, la privacidad y la seguridad también son aspectos críticos, ya que los estudiantes podrían compartir información personal al interactuar con plataformas de IA, sin ser plenamente conscientes de los riesgos asociados.
Finalmente, la facilidad de obtener respuestas a través de la IA también puede llevar a la desmotivación, disminuyendo la apreciación del esfuerzo y la dedicación en el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, aunque la IA generativa ofrece oportunidades valiosas, es importante abordar estos riesgos de manera consciente y proactiva para garantizar que su integración en la educación sea beneficiosa y equitativa.
Por ello, la Universidad de Cundinamarca, en su misión de transformar la calidad de vida de las personas, invita a la comunidad universitaria adoptar el uso de la inteligencia artificial de manera responsable.