Cada uno trabaja en diferentes campos, pero la finalidad, a través de la música o el grafiti y desde sus corporaciones, es sembrar esperanza.
Sus líderes tienen historias diferentes y su labor, hasta ahora había sido silenciosa en los sectores deprimidos de Medellín.
Ahora ya no solo son visibles en las comunidades en las que desarrollan sus proyectos, sino que tienen reconocimiento nacional e incluso internacional, como quiera que fueron exaltados con el Premio Fénix.
El galardón, que fue entregado esta semana en el Museo de Arte Moderno de Medellín, surgió de una idea de Daniel Quiceno, más conocido como Perro, cocreador del Grafitour de la comuna 13 y tuvo el apoyo de Nutresa, la Fundación Error 404, Proantioquia, El Colombiano y Q’hubo, la Universidad Eafit, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) y Jimmy Graphics.
Para esta ocasión se presentaron 202 postulaciones en tres categorías: artes visuales urbanas, música y liderazgo.
Quiceno o Perro, es un grafitero que en la pandemia hizo un Ave Fénix en el Éxito de El Poblado, el mismo que, posteriormente fue puesto en los billetes de una lotería en España.
Los ganadores fueron Pirañas Crew, cuya líder Luisa Pirana; el Proyecto Musical Souldier, en cabeza de Souldier, y la Corporación Casa Metanoia, con Yoiner Machado como su inspirador.
Puro arte
El Premio Fénix en artes visuales urbanas fue para Pirañas Crew, una organización liderada por Luisa Fernanda Cárdenas Zapata, más conocida como Antro.
“Mi tag (firma de graffity) surge de la palabra en latín Antropófaga o Antropofagia, este nombre artístico nace en mis tiempos de universidad, egresada como maestra en Artes Plásticas de la Universidad Nacional sede Medellín. Construía performances e instalaciones eróticas creando reinterpretación frente a la holística de la sexualidad en especial para las mujeres que nacemos en los barrios de Medellín. Allí en todas las prácticas artísticas de mi pregrado comienza Pirañas Crew. Al principio era un grupo donde nos reuníamos una universitaria y varias mujeres adolescentes y jóvenes de mi barrio Doce de Octubre, comuna 6 de Medellín, hablábamos de los derechos sexuales y reproductivos, de tácticas de supervivencia para que nuestros cuerpos no fueran territorios de violencia en nuestras comunas y las nociones de futuro en un lugar marcado por la guerra. Antes nos llamábamos ‘Ella se llama fuerza’, un poco largo la verdad, pero representó hasta el 2015 un mantra de empoderamiento y de sororiedad”, relata Luisa.
Señala que “después en el 2016 cuando ya empezó a tener más fuerza, más reconocimiento nuestro grupo en nuestra comuna, además porque habíamos empezado a usar el graffity como una nueva manifestación artística y todo el mundo preguntaba quiénes éramos, porque estaba un mural gigante que decía ‘Ella se llama Fuerza’, nos sentimos en la responsabilidad de cambiar el nombre por algo más impactante y es allí en una fiesta, buscamos varias ideas: Mala Vida, Furiosas o Pirañas, todas apuntaban a un mismo propósito, que este nombre no fuera dulce ni amable como siempre catalogan a nuestro género, no somos débiles, estamos disgustadas, habitamos la calle y andamos en manada. Pirañas Crew fue el ganador, queríamos morder todo y andar en cardumen, desde ese momento empezamos a rayar la ciudad, a participar de eventos, festivales, rodajes de películas como ‘Los días de la Ballena’”.
“Ahora Pirañas Crew, es una organización multidisciplinaria de mujeres que a través de las artes urbanas gráficas, las prácticas colectivas y las pedagogías críticas, buscan la eliminación de las violencias basadas en género, somos referentes de ciudad y de resiliencia”, dice.
- Le puede interesar: Colombia, uno de los países más vulnerables al cambio climático
Experiencia de vida
Souldier es un artista de la ciudad de Medellín. “Mi música está inspirada en mi propia experiencia de vida, la cual me llevó desde un oscuro mundo de adicciones y delincuencia hacia la luz de la creatividad, el amor y la resiliencia”, relata.
Agrega que “desde muy joven me encontré atrapado en el mundo de las drogas y la delincuencia, pero siempre sentí una pasión por la música y el arte en general que me permitía escapar de la realidad que me rodeaba. Fue a través de esta pasión que encontré la fuerza para dejar atrás mi antigua vida y comenzar de nuevo”.
Expresa que “en el año 2012 nace mi proyecto musical Souldier y en 2020 fundé la Corporación Casa Metanoia, una organización sin fines de lucro que ofrece una amplia gama de servicios y actividades para ayudar a las personas a crear su proyecto de vida por medio del arte y los oficios. Brindamos clases de música, danza, manualidades y tenemos un comedor comunitario que atiende a más de 70 personas”.
“Mi música es una extensión de mi propia experiencia de vida y es por eso que siempre trato de infundir mis canciones con un mensaje de esperanza y resiliencia. Creo que la música es un lenguaje universal que puede conectar a las personas de todo el mundo y transmitir un mensaje de unidad y esperanza”, manifiesta.
Señala que “ganar el premio Fénix en la categoría música fue un honor para mí, ya que sentí que mi música estaba siendo reconocida por su capacidad para inspirar y transformar. Mi propósito en la vida es usar el arte que hago y mi propia experiencia de vida para ayudar a las personas a encontrar esperanza y un camino hacia una vida más saludable y feliz”.
“Sigo trabajando arduamente en mi música y en la Corporación Casa Metanoia y espero poder continuar haciendo una diferencia positiva en la vida de las personas en mi comunidad y más allá”.
Baile y música
“El baile y la música transforman vidas, sanan heridas, potencializan líderes y generan dinámicas sociales que llevan comunidades enteras de un estado conflictivo a uno de paz. Desde muy temprana edad mi pasión por el baile me llevó a ser líder, primero en mi familia, luego en mi barrio para hoy lograr impactar organizaciones, instituciones educativas, proyectos de ciudad y entidades internacionales”, expresa Yoiner Machado, fundador de la Corporación Casa Metanoia.
Dice que “siempre me he considerado una persona que por más dura que sea la situación trato de buscar la mejor energía. En las adversidades es en donde uno debe colocarle toda la actitud para poderla superar y seguir avanzando. Creo que me he considerado un Fénix porque por más dura que sea la situación, más me siento retado, entonces más actitud le coloco para seguir adelante”.
“La vida siempre nos va a presentar un montón de problemas y esos obstáculos deben ser un motivo más para seguir avanzando, no para quedarnos”, indica y recuerda que “tengo entendido que el Fénix es el que nace de sus cenizas, se supera y así me ha tocado a mí. Nací en situaciones muy difíciles. La vida me ha colocado retos muy fuertes, pero cada vez que resurjo, lo hago con más ganas de seguir luchando por todos esos ideales que tengo”.
“Ganar el Premio Fénix representa para mí una responsabilidad muy grande porque ya estoy en la mira de una ciudad o más, que está tratando de conocer o entender el proyecto que dirijo hace 17 años. Soy fundador y creador del mismo, entonces esa responsabilidad que tengo ahora es mayor al saber que ya no solo soy un referente para inspirar a mis estudiantes, sino que ya de una u otra forma estoy inspirando a muchos líderes que hacen labores parecidas a la mía y esto es una motivación para que aquellos lideres sepan que hay una ciudad y un país en la mira y se visibilizan esas iniciativas”, asegura Yoiner.
PIRAÑA CREW ganó el premio en artes visuales urbanas.
LA MÚSICA de Souldier está inspirada en su propia experiencia de vida.
“EL BAILE y la música transforman vidas, sanan heridas”, asegura Yoiner Machado.