Perspectivas. Soy una mujer que se reinventa: Paloma San Basilio | El Nuevo Siglo
La cantante española confesó que le gustan el vallenato y la comida colombiana.
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Sábado, 15 de Octubre de 2022
Redacción Cultura

Sin duda, Paloma San Basilio inspira grandeza, seguridad, pasión por la música y elegancia. Una estirpe de mujer que a sus 71 años no ha decaído, no ha bajado sus alas y tampoco ha dejado de reconstruir su presente, aun cuando decidió alejarse de los escenarios hace unos cinco años.

Su legado y su talento están bien marcados en los millones de discos vendidos en décadas. En Colombia fue homenajeada la noche del pasado miércoles en el Movistar Arena de Bogotá, en los Latino Music Awards, uno de los eventos más esperados de este año, que premia el talento musical y que en esta edición contó con la participación de grandes exponentes de la música como Fanny Lu, Marbelle, Luis Silva, Yeison Jiménez,  Arelys Henao, entre otras figuras artísticas.

Ella, radiante y dispuesta a transmitir esa buena energía que la caracteriza, conversó con todos los medios de comunicación, influenciadores, artistas, blogueros y personalidades del mundo de la farándula y para todos tuvo una sonrisa, un saludo amable y una amena conversación. Tiene don de gentes y facilidad para seducir con sus palabras.

“Estaba en Nueva York cuando me dijeron que iba a recibir un reconocimiento en Colombia; un país que amo y  respeto. Por supuesto que me hace honor y me gustó visitar, porque pude compartir con nuevos talentos. Agradezco este reconocimiento porque me hace sentir que lo que hecho, lo que he sembrado poquito a poquito, tiene una respuesta a lo largo del tiempo”, le dijo la cantante a EL NUEVO SIGLO.

Aclamada en el mundo

Paloma es una de las solistas más aclamadas del mundo. Nada menos que 39 discos ha lanzado al mercado desde que comenzó su carrera musical. Poseedora de un Grammy a la Excelencia Musical, ha llenado recintos como el Carnegie Hall de Nueva York o el Luna Park de Buenos Aires. En más de medio siglo se ha destacado como una artista completa, diferente, impetuosa y de carácter eternamente joven. Le gusta vivir sin prisa, al día a día y con tranquilidad.

En conversación con este medio, Paloma se define como una mujer que se adapta a lo que surge en su camino: “busco evolucionar, cambiar, aprender, nunca tiro la toalla; siempre busco algo o si no me reinvento para tener una ilusión por cosas nuevas, por seguir descubriéndome; soy una persona sin terminar, eso significa que me queda mucho recorrido”.

La artista estudió psicología y le atrae la antropología. Llegó al mundo del espectáculo cuando fue elegida entre otras aspirantes para presentar un programa de televisión. Comenzó a gozar de cierta popularidad con sus primeros discos.

En 1975 grabó una cinta con dos canciones originales de Roberta Flack y las envió a la discográfica Hispavox. Tres meses después hizo dos “singles” y en junio de ese mismo año sacó su primer LP “Sombras”.  De ahí en adelante se consagró no solo como una de las mejores cantantes de España, sino del mundo. Incluso, a finales de 1980 le ofrecieron interpretar a Eva Perón en “Evita”, la ópera rock que ya había triunfado en Inglaterra y Estados Unidos. La obra se estrenó en Madrid, en diciembre de ese mismo año batió todos los récords de taquilla, permaneciendo en cartel en el Teatro Monumental de Madrid por espacio de dos años y  luego en el Teatro Tivoli de Barcelona durante cuatro meses.

La artista ha sido aclamada en todo el mundo por su inigualable talento y calidad humana. En la última década no ha parado de crear, de hacer cosas nuevas y de replantear sus objetivos. San Basilio se ha reinventado, como ella misma lo afirma. En estos últimos años se dejó seducir por el arte, sin descuidar la música. También les dio espacio a los libros, a la escritura y al teatro. Ha hecho desde  conciertos, musicales, y ha sido escritora, actriz y productora. Tampoco oculta su admiración por los nuevos géneros, ritmos y corrientes, como la música electrónica o el reguetón.



Innovadora

En 2012 lanzó “Amolap” (su nombre al revés), uno de los discos más singulares de su carrera y que sorprendió por su innovación, por el ritmo electrónico en el que versionó algunos de sus éxitos del pasado.

“También soy imaginativa, siempre estoy inventando e imaginando. Cuando no era cantante famosa, pintaba los muebles de mi casa, quería transformar la realidad”, comenta.

“Desde muy chiquita fui bastante rebelde, inquieta, muy traviesa”, afirma la cantante española, quien el próximo primero de diciembre recibirá un reconocimiento: una medalla de oro al mérito.

Se caracteriza por intentar transformarse y adaptarse a la realidad del momento para no quedarse en el pasado. “Aún me falta mucho por recorrer, espero que el tiempo no me lo impida, creo que el éxito de una persona no es tener la aceptación de todo su entorno, no es llenar estadios; para mí es ser fiel a uno mismo, a lo que tú eres como persona”, manifiesta.

Para ella, Colombia es un país verde, con una diversidad cultural propia: “La primera vez que vine a este país, en el año 78 creo, vi fue mucha naturaleza, eso me encantó, luego me enamoré del vallenato, me gustó la calidad de su gente. Después me fasciné por la comida y por el aguardiente”.

También se refirió a la pausa que decidió tomar hace más de cinco años: “Hay momentos en los que uno siente que hay que parar y reinventarse,  entonces me di la oportunidad de descubrir más sobre mí, de ver mi relación con el mundo, de hacer cosas muy puntuales, por ejemplo componer musicales, escribir libros, pintar.  Reconozco que a lo mejor no he sido la mejor escritora del mundo o la mejor pintora, pero me gusta expresarme y compartirlo. También me dediqué a estar con mi familia, a recuperar el tiempo que me he perdido con ellos durante tantos años”, confiesa.

Salir de la zona de confort

La artista tiene claro que hay que salir de la zona de confort para seguir adelante: “si confías en ti, si dejas fluir y si no tienes el prejuicio de lanzarte a lo desconocido, si no te mueves y le apuestas al riesgo, no avanzas. Eso significa darte más oportunidades como persona y descubrirte”.

Aunque es una mujer acostumbrada a los escenarios y a una conversación directa con su público, considera que las redes sociales son un instrumento para evolucionar y darse a conocer: “Es algo que apunta a muchas direcciones y a pesar de que hay varias formas de expresarse a través de esta plataforma, ellas guardan cierta parte oscura. Yo confío en el resultado de la evolución de las cosas y me parece que hay que adaptarse a las nuevas reglas. Entonces, las redes sociales me parece que son una forma de  democratización del arte, de la información, de la música, pero del otro lado, estar expuesto a las redes me parece que es algo tremendamente asfixiante, porque hay una especie de exhibición que no acabo de entender muy bien, y es que somos tan narcisistas en esta época. Yo prefiero mi espacio, mi tranquilidad”.