¿Qué nos espera con los candidatos en educación? | El Nuevo Siglo
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Domingo, 29 de Mayo de 2022
Mario F. Hurtado

Llegó el día de las elecciones. Los debates se volvieron un formato que solo funciona para hacer preguntas de cajón y escuchar propuestas absurdas difíciles de cumplir. La corrupción se convirtió en el tema central y más que presidente, pareciera que estamos eligiendo al que traiga las propuestas más rimbombantes sobre un problema que es estructural de la sociedad colombiana y que no se resuelve o se reduce sólo con elegir a la cabeza del ejecutivo. Más cuando en todas las campañas ronda la sombra de recursos no claros y de apoyos de personas históricamente vinculadas a hechos de corrupción.

En ese afán mediático, la educación ha pasado de agache, es poco lo que se ha presentado que sea creíble en su realización. Acá algunas de las propuestas más destacadas.

Sergio Fajardo: La campaña del candidato verde pareciera ser la más robusta en el tema, sin embargo, en un principio se queda en los efectos negativos que ha dejado la pandemia en el sector y propone cinco temas claves, 1. Programas de educación en los territorios, que busca articular a los municipios que no tienen secretarías certificadas, 950, con el gobierno nacional. No se ve que es, ni cómo se haría. 2. Hacer de los educadores líderes sociales, otra frase de cajón poco concreta, 3. Planes de estudios adaptados a la pandemia, 4. Crear un compromiso nacional por la educación y por último el retorno a clases para apoyar a las mujeres, algo que ya pasó.


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Sorprende que un candidato que se presenta como profesor, no evidencie acciones concretas y financiables para la formación de alto nivel, el cierre de brechas, las acreditaciones, la educación técnica, y sobre todo, la calidad de la educación que reciben los colombianos.

Gustavo Petro: define su prioridad en la primera infancia y propone el horario extendido en la educación pública. Por otra parte, hacer de la universidad pública gratuita, desarrollar políticas en cultura y arte. Al igual que Fajardo habla de enaltecer la profesión docente (una propuesta que lleva décadas y no se ve reflejada ni en salarios, ni en la calidad de la formación) y, por último, habla de una educación rural que reconozca con contextos culturales y ambientales. En general frases de cajón que no muestra presupuestos, recursos, pues todo lo que plantea requiere mucho dinero, que no se sabe de dónde saldrá. Terminan siendo un catálogo de buenas intenciones y nada más.

Federico Gutiérrez: habla de reducir en índice de deserción escolar, de asegurar la matrícula inicial de 0 a 6 años y graduar a un millón de jóvenes de educación técnica y post media y aumentar la matrícula cero a 300 mil estudiantes más. A pesar de que a diferencia de los otros candidatos presenta cifras en número de incrementos o porcentaje, tampoco se sabe de dónde saldrán los recursos, más cuando la actual administración va a dejar desfinanciado el sector por cinco años, con todas las partidas que comprometieron para la matrícula cero.

Rodolfo Hernández: plantea dos aspectos centrales, a saber, cobertura y mejora en la calidad, con formación de calidad de los docentes, evaluación continua, estrategias de mejoramiento y remuneración competitiva. Sorprende que es el único candidato que incluye la mejora en la calidad de la educación en su propuesta. De nuevo, no se sabe de dónde saldrán los recursos o como recuperar un sector que María Victoria Angulo dejará desfinanciado. Pero se valora al menos que en las frases enaltecedoras y de reconocimiento que hacen todos, al menos pensar en la calidad, algo que al parecer no está en los intereses de los otros candidatos.

Terminó una campaña que fue pobre en propuestas de educación. Donde queda también en evidencia la débil posición de los actores del sector para llevar el debate como eje central de las propuestas de los candidatos, a diferencia de las elecciones de hace ocho años, la educación no fue atractiva, no se puso en el debate serio, no está en la agenda prioritaria de los candidatos. Si se revisa información por internet de los debates y los aportes, fueron superficiales tanto en diagnóstico como en los análisis financieros de la viabilidad de las propuestas.

El sector no necesita más frases de cajón, decir que la educación transforma la sociedad, que los profesores son una maravilla única, que todos debemos estudiar. No, se requieren propuestas aterrizadas a los presupuestos, acciones concretas que permitan mejorar las condiciones de vida de los profesores, de los estudiantes, una mejora en la calidad de la educación que reciben los colombianos. Ojalá la educación pase pronto a acciones concretas y sostenibles por el bien de nuestros niños y jóvenes.