Renace el gigante del rock Beirut | El Nuevo Siglo
Viernes, 11 de Septiembre de 2015

Fue aclamado cuando aún era adolescente y se lo consideraba un hallazgo en la escena del rock independiente. Pero la vida de Zach Condon, el líder de la banda Beirut, se hacía pedazos hace dos años.

 

Debilitado por años de continuos conciertos y por la tormenta emocional de un divorcio, el artista fue hospitalizado mientras estaba de gira en Australia y se retiró del mundo de la música tan rápidamente como había emergido siete años antes.

Pero este viernes lanza "No No No", el primer álbum de la banda desde el colapso de Condon en 2013. Ahora, el cantante de 29 años dice que está viviendo un renacimiento creativo que tuvo como locación Estambul.

En resumen, Condon se enamoró de una mujer turca que hoy es su prometida y que lo recibió en su ciudad y junto a su familia.

 

"Honestamente, siento que cuando iba de visita a Turquía, era sólo para aprender. Y no de música, sino sobre la vida", dice el cantante a la AFP en un pequeño café en Brooklyn, cerca del lugar donde la banda grabó su álbum.

Vestido con una simple camiseta, Condon fuma cigarrillos y habla con una quieta intensidad, excepto cuando menciona Estambul. Entonces se anima.

"De una forma extraña, me di cuenta de lo poco que sé del mundo", dijo. "Estambul se volvió como una segunda casa".

 

- Volver a las raíces -

 

Beirut --que no tiene ninguna conexión libanesa a pesar del nombre de la banda-- ganó entusiastas críticas por su álbum debut de 2006 "Gulag Orkestar", que incorporaba los vientos de la música de los Balcanes que descubrió Condon mirando películas independientes en su Nuevo México natal.

Pero, paradójicamente, su nueva pasión por Turquía no lo llevó más hacia el este. En cambio, "No No No" se acerca más al pop occidental que los tres discos previos de Beirut.

 

"Por mucho que me guste la música turca, no soy parte de ella. Está tan lejos de la manera como entiendo la música, que es una de esas cosas que sólo puedo presenciar como turista", dice.

"Bastante literalmente, no soy capaz de entender su sentido de la melodía; hasta sus escalas son diferentes".

Condon cuenta además que su incorporación inicial de la música balcánica --así como elementos de la francesa y la mexicana-- era simplemente un juego con sonidos.

"Nunca fue una cosa grande, significativa, como que yo estuviera intentando adoptar una cultura que no era mía", explica.

"Pero entonces fui a Turquía y me pareció que era tan ridículo (intentarlo), que me di cuenta de que, si acaso, lo que yo iba a tener que hacer era aferrarme a mis raíces".

 

- Libre de la nube negra -

 

Otra sorpresa que llega tras el sacudón emocional de Condon es que el disco "No No No" es bastante alegre.

Los vientos de Beirut vuelven en el tema que da título al álbum, pero el trombón queda en el fondo y permite que una ligera melodía pop dirija la canción.

Condon cuenta que se sentía sofocado tras su colapso y que arruinó discos enteros de nueva música.

"En serio tenía miedo de que la gente me dijera '¿dónde está el viento, dónde está el ukelele?'", confiesa. "Parece simple, pero al mismo tiempo eso tenía como un efecto emocional dramático en mí".

Pero el álbum finalmente se pudo concretar en sólo dos semanas, gracias a que el baterista Nick Petree y el bajista Paul Collins (ambos miembros de la banda desde los días iniciales en Nuevo México) lo convencieron a buscar nuevas direcciones sin forzarse a "esconder todo en una especie de oscuridad instrumental o melódica".

"Llegó el momento en que dije, bueno, tal vez no importa si no puedo pagar la hipoteca de mi casa ahora. Tal vez es más importante recuperar la cordura".