Sanciones contra Moscú facilitan la entrada de Ucrania en la rusa Kursk | El Nuevo Siglo
Un militar ucraniano descarga proyectiles de un tanque T-72 de fabricación soviética en la región de Sumy, cerca de la frontera con Rusia. Ucrania lanzó una ofensiva sorpresa en la región fronteriza de Kursk, capturando más de dos docenas de ciudades y pueblos. / AFP
Viernes, 16 de Agosto de 2024
Pablo Uribe Ruan*

Hace once días, un contingente militar ucraniano entró a Kursk. Fue una invasión en territorio ruso que no se presentaba desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército nazi desplegó millones de hombres en Rusia hasta Stalingrado, hoy San Petersburgo, donde el ejército rojo lo derrotó y desde ahí comenzó la caída del tercer Reich alemán.

Establecidas las tropas ucranianas en Kursk el pasado 6 de agosto, la mayoría de los analistas esperaban una contraofensiva rusa inmediata para recuperar la ciudad y obligar a las fuerzas ucranianas a retroceder hacia su país. Sin embargo, las divisiones al servicio de Vladimir Putin no han llegado a esta ciudad fronteriza, según la BBC, dejando en evidencia que el ejército ruso tiene problemas logísticos y militares causados por las sanciones impuestas por Occidente y el asedio de las fuerzas ucranianas a las refinerías rusas.

¿Por qué los contingentes militares rusos no han llegado a Kursk, si se supone que Rusia triplica en número de hombres y armas a Ucrania?

Logística militar

Los problemas de Rusia no pasan por el número de hombres ni el de armas, ya que Putin ha volcado su país hacia una “economía de guerra” que financia un ejército de más de 3 millones de hombres (entre reservistas, paramilitares y mercenarios) y cuenta con más de 3.000 Armat (megabombas) y 5.000 Terminator, según el periodista experto en geopolítica Nacho Montes de Oca.

Rusia, más bien, enfrenta desafíos logísticos y estratégicos que le vienen costando numerosas bajas militares, así como de armas y equipos. Oryx, un medio especializado en la guerra, calcula que Moscú ha perdido 3.250 vehículos logísticos desde el comienzo de la guerra (febrero de 2022), de los cuales el 40 % transportaba vehículos de más de 2 toneladas (tanques, camiones). Esto ha hecho que hacia el frente de guerra se transporten tanques pesados en camiones civiles, situación que no se repite en el bando ucraniano.

Los camiones civiles no son la principal forma para transportar contingente militar. Moscú en general transporta la mayoría de carga pesada militar por trenes, un recurso militar que ha usado desde los tiempos del ejército ruso del zar Nicolás II durante la guerra contra Japón a comienzos del siglo XX e incluso antes (1890).

Los rusos tienen redes ferroviarias para vigilar y reparar las vías en zonas de combate. Según un informe del Royal United Service Institute (Rusi), de Londres, que se especializa en guerra y seguridad, “los rusos evitan combates alejados a más de 145 km de las vías que controlan” para evitar problemas logísticos.

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Este principio, sin embargo, ha fallado a lo largo de estos dos años y medio de guerra en parte por la estrategia de Ucrania de bombardear miles de tanques y camiones militares y atacar la red ferroviaria rusa.

El mismo 6 de agosto, día de la invasión ucraniana en Rusia, medios rusos revelaron que Moscú enfrentaba un colapso “inminente” en su sistema ferroviario, según la revista “Newsweek”. Horas después de que se conociera la noticia, el bloguero ucraniano Igor Sushko, quien ha seguido la guerra desde sus comienzos, compartió un audio entre el ministro de Justicia ruso y sus subordinados, quienes hablaban de que “la red ferroviaria rusa está al borde del colapso total”.

Sanciones

Las operaciones ucranianas han sido definitivas en provocar el “colapso total” en la red ferroviaria de Rusia, pero no son las únicas que explican este fenómeno. Vistas por muchos como inefectivas, las sanciones impuestas contra el gobierno de Vladimir Putin han hecho que Moscú no consiga proveedores para mantener adecuadamente sus trenes y ferrocarriles.

“Las sanciones han contribuido a la escasez de rodamientos en Rusia, lo que ha afectado el mantenimiento de las locomotoras en el país. Esto ha causado un aumento de las averías en los trenes de la red y un aumento del número de vehículos suspendidos”, informaron los periódicos rusos “Vedomosti” y “Kommersant” en febrero y marzo de este año.

Cálculos hechos por los mismos periódicos estiman que entre marzo y julio de este año Rusia sacó de servicio 200.000 de sus 1’250.000 vagones de carga por “problemas de mantenimiento”. A partir de ese momento empezaron los rumores de que Moscú estaba cerca de enfrentar un colapso ferroviario.

Los problemas de mantenimiento se derivan principalmente de la falta de rodamientos, partes específicas de las ruedas de los trenes. Rusia ha intentado reemplazar proveedores con China y Malasia, cuenta el periodista Montes de Oca, pero los rodamientos producidos en estos países no han cumplido con los estándares de calidad. No hay reemplazo eficiente y por ello Moscú se ha visto obligado a sacar de servicio a casi una cuarta parte de los vagones, muchos de ellos encargados de transportar armas, tanques y vehículos pesados.

Las condiciones de los trenes rusos prueban que, aunque toman tiempo, las sanciones impuestas por Occidente han servido. Es cierto que Moscú ha logrado construir una economía paralela con Turquía, China, Euroasia y otros países, pero en casos particulares como el de los rodamientos no ha sido suficiente.

En total, se han impuesto más de 16.500 sanciones contra Rusia y personas naturales asociadas al régimen de Putin. Entre las medidas se destaca la prohibición de exportar metales, diamante y energía y se han congelado divisas por el valor de 350.000 millones de dólares, de acuerdo con la BBC.

Según la Unión Europea, también se congeló el 70 % de los activos de los bancos rusos y algunos quedaron excluidos de Swift.

El ejército ucraniano se mantiene en Kursk, mientras Rusia busca movilizar numerosas divisiones en medio del colapso del sistema ferroviario, probando que la guerra en el frente oriental de Europa la gana no sólo el país que tenga más volumen (hombres y armas), sino el que conozca mejor al enemigo y sus puntos débiles, en este caso, su red ferroviaria. Ucrania va un paso adelante.

*Analista y consultor. MPhil en Universidad de Oxford.