El estrés, la contaminación y la velocidad de nuestras ciudades son factores que afectan la salud emocional y física, por eso la búsqueda de bienestar y armonía se han convertido en la prioridad de miles de personas, una  corriente  que cada día gana más adeptos.  Las expresiones artísticas como la danza, el teatro y la música no son ajenas a  esta tendencia,  es por esto que  el Artífice escenario/café abre sus puertas  para que el público viva una experiencia de bienestar y encuentro con  saberes ancestrales en SOL-RAC,  del 28 al 30 de este mes

EnSOL–RAC, el bailarín y coreógrafo Carlos Latorre, se trasforma en un chamán contemporáneo, guerrero de la luz y ser urbano, ciudadano que busca su reencuentro con la luz original para sanar. Se narra la historia mediante la simbología abstracta de la danza contemporánea, donde elementos como silencio, el sonido, la luz, una gran tela azul y el lenguaje depurado del movimiento, nos elevan a estados más armónicos de la consciencia. En SOL-RAC el bailarín vuela sobre los abismos de la nada, “danzando siempre… danzando una danza de interiorización”.

Desde el origen de los pueblos, la meditación, se ha utilizado como camino de búsqueda espiritual y conexión con el ser interior. Según los sabios antiguos, todo ser humano debe lograr en vida, total armonía y equilibrio profundo con el cuerpo, la mente y el espíritu. La danza es ese camino espiritual, es arte, es meditación y creación. Sí, buscamos el equilibrio y la armonía necesaria para nuestra vida agitada de hoy; la danza como espectáculo, investigación y entrenamiento permanente, nos permite un contacto directo con lo esencial, nos acerca al conocimiento cósmico.

Y nadie mejor para guiarnos en este camino que el bailarín Carlos Latorre, quien desde 1992 funda junto a Elizabeth Ladrón de Guevara: Danza Om-Tri, una propuesta de danza contemporánea que investiga el mito y la contemporaneidad, abordando el ritual precolombino desde la figura del chaman, como símbolo síntesis del origen del conocimiento y la cultura de los pueblos y el ser citadino, y su vacío existencial, producido por el desarrollo tecnológico de hoy.  A partir de esta investigación han creado más de 25 coreografías donde se fusiona ballet clásico, danza moderna y el yoga.  Es así como SOL –RACsu última creación propone una danza ritual contemporánea que eleva a todo aquel que la ve.