UN INTENSO debate de control político se adelantó en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, al ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, a la ministra de Agricultura Martha Carvajalino, y al director de la DIAN, Orlando Villabona por la crisis cafetera que se está presentando en el país.

Al respecto, la representante del Partido Liberal Piedad Correal, llamó la atención en relación entre el Gobierno y los caficultores “se viene trabajando con la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia en la sustitución de cultivos porque hay más de 9.300 hectáreas de cultivos y zoca, y más de 1.600 hectáreas en cultivos nuevos. Sin embargo, trabajamos para que no desaparezcan las familias cafeteras que son cerca de 550.000”.

La congresista insistió en que el Gobierno debe aumentar su apoyo al sector cafetero y no dejar toda la responsabilidad sobre la representación del sector, el apoyo financiero y la representación internacional en la Federación Nacional de Caficultores.

Por su parte, la bancada de Cambio Radical liderada por el representante Óscar Campo reiteró que el Gobierno tiene que apoyar en mayor medida a los caficultores y entregar los recursos ofrecidos al fondo de estabilización del precio del café.

“El Fondo de Estabilización de los precios del Café, se creó en el año 2019 durante el Gobierno de Iván Duque y que debe recibir una contribución de 190.000 millones de pesos; sin embargo, este gobierno no ha girado al fondo el dinero destinado a apaciguar las futuras crisis en el sector”.

En ese sentido, Germán Bahamón quien preside la Federación Nacional de Cafeteros asegura que “el margen de exportación del grano se ha incrementado en los últimos años pese al bajo precio internacional del producto. Además, se viene trabajando con los caficultores en la sustitución de cultivos ilícitos por siembras de café en regiones donde se registran difíciles condiciones de seguridad”.

Sin embargo, los congresistas señalaron que el Gobierno no ha hecho aportes al Fondo de Estabilización en los últimos tres años, que la presencia de grupos armados dificulta la producción en departamentos como Cauca y Nariño. Pero, además, preocupa que en algunas regiones la infraestructura es insuficiente para que los productores puedan sacar las cosechas.