Sonría, hoy es el día de la felicidad | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Marzo de 2014

Servir a otros, reír y buscar el bienestar propio y del prójimo, son los primeros pasos que se deben dar para ser feliz. Así que no pierda la oportunidad, pues hoy es la fecha clave para iniciar porque en todo el mundo se festeja el día de la felicidad.

Ser feliz no solo contribuye con la autoestima sino también es una pieza fundamental para el desarrollo y el avance de las naciones. Jon Hall, Jefe del equipo de la National Human Development Reportsdialogó con EL NUEVO SIGLO acerca de la importancia que tiene este valor para la vida económica, política y social de un país. Asimismo invitó a todos los colombianos a entrar a la página www.diadelafelicidad.com en donde proponen tres actividades para celebrar este día.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son los factores  socioeconómicos que permiten medir la felicidad?

 

JON HALL:El Rey de Bután, Jigme Singye Wangchunk, en los años 70 decidió medir el bienestar y la felicidad de su pueblo de forma holística teniendo en cuenta 9 dimensiones en las que se cuentan factores como la educación, la salud, el bienestar psicológico, el gobierno, diversidad medioambiental, entre otras. 

Desde ese momento la idea de la felicidad ha tomado relevancia cada día más, tanto en los países como en las empresas, y se entiende que el bienestar del individuo impacta positivamente la economía, la sociedad y el medio ambiente.

 

ENS: Se dice que Colombia es el país más feliz del mundo ¿Está de acuerdo a pesar de los altos niveles de violencia y pobreza que se sufren?

 

JH:Las tasas de desempleo, el porcentaje de pobreza extrema de dos dígitos, en fin… podríamos mencionar muchos factores en donde Colombia no tendría forma de estar dentro de los países más felices del mundo. Pero, ¿cómo lo logramos? Pues todos los indicadores subjetivos aseguran que somos un país increíble y contamos con seres humanos extraordinarios, valoramos la familia, estamos llenos de folclor, además de que somos una nación con una biodiversidad enorme, número uno en orquídeas, en anfibios, en esmeraldas, tenemos todos los pisos térmicos y más.

 

En pocas palabras, somos un país donde a pesar de la violencia hemos vivido por décadas creyendo en la paz, tenemos una capacidad de trabajo inigualable y es por estas razones y muchas otras que siempre nos encontramos dentro de las naciones más felices del mundo.

 

ENS: ¿Cuál es el impacto que tiene una población feliz en su nación?

 

JH:Un ser humano feliz tiene un nivel de conciencia de sí mismo y de su entorno. Esta persona alegre se quiere, se valora y se respeta y es por esto que puede querer, valorar y respetar a otros.  Las empresas con empleados felices son más productivas, tienen menor rotación de personal, mayor innovación y compromiso de las personas con su labor, encuentran significado y propósito en lo que hacen. Cuando somos felices trabajamos por disminuir la desigualdad, si somos servidores públicos nos preocupamos por construir para todos, una sociedad feliz vive en paz y da lo mejor de sí. 

 

ENS: Explíquenos en qué consiste “La Felicidad hacia un enfoque Holístico del Desarrollo”

 

JH:Como seres humanos somos un todo: físicos, mentales, espirituales, emocionales, convivimos con otros dentro de un ambiente. El ser holísticos o multidimensionales nos permite desarrollar todo nuestro potencial, de manera que trabajamos por una mejor versión de nosotros.

 

ENS: ¿Se han cumplido de alguna forma los Objetivos del Milenio aplicando (si se puede decir así) la felicidad?

 

JH:Las personas y empresas que se han preocupado por conocer, trabajar y por cumplir los ocho objetivos del milenio propuestos por Naciones Unidas, son personas más felices que las que no trabajan por ello. Apoyar a disminuir la pobreza, mejorar la educación, dar igualdad de oportunidades a la mujer, conservar el medio ambiente, entre otras cosas, lo hacen personas con vocación de servicio, mayores niveles de consciencia, con bienestar y felicidad.

 

Creo que varios no conocen estos objetivos, porque vivimos en un mundo materializado y vacío, en donde la riqueza se concentra cada vez más en un grupo de individuos, lo que hace que la desigualdad crezca y que esa necesidad de poder, de acumulación de riqueza, nos empobrezca en el concepto holístico de bienestar y felicidad.

 

ENS: ¿Qué pueden hacer los gobiernos para que su país y gente sean más felices?

 

JH:Sería maravilloso que como política pública se educara para la felicidad. Hoy son pocas las instituciones educativas que se preocupan por esto. En Colombia, por ejemplo, El Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) inició con la primera electiva de felicidad universitaria en el país; asimismo, la Sergio Arboleda y la Tecnológica de Bolívar se sumaron a esta iniciativa. Sin embargo, lo que el Gobierno puede hacer es incluir la felicidad dentro de la educación desde temprana edad y para todos los ciudadanos./Pamela López