Juan David Correa llegó a la cartera de Cultura hace menos de un mes y desde los primeros instantes como ministro su mensaje fue de trabajar por una política cultural que sea capaz de romper con paradigmas, que pueda crear oportunidades e incluir a los excluidos.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, el titular de Cultura dijo que su gestión estará enfocada en una lógica democrática y participativa.

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ELN: ¿Cuáles son sus énfasis al frente de esta cartera?

JUAN DAVID CORREA: La vocación de este Ministerio es impulsar los planes que vienen de tiempo atrás, otros que se han establecido en este Gobierno y uno de ellos es crear un programa de educación artística y cultural dentro del sistema educativo. Por ejemplo, como prueba piloto tenemos el programa de música "Sonidos para la construcción de paz" y lo vamos ampliar a otras artes y saberes dentro de la escolaridad. Y un segundo plan es impulsar una formación artística y cultural con vocación de ocupar territorios, es decir, organizaciones sociales y culturales para que continúen en los territorios históricamente afectados por el embate de la violencia, así que hay que fortalecer esos procesos.

ENS: ¿Cómo está hoy el proceso de ejecución presupuestal de la cartera?

JDC: Esta semana estamos cerrando dos grandes procesos de inversión que nos van a acercar al 80 % de ejecución. Uno de ellos corresponde a una gran convocatoria, que está por 10.000 millones de pesos para darle participación a la gente en organizaciones culturales y sociales, en la construcción del Programa Educación Artística y Cultural, y por el otro lado, tenemos el programa "Sonidos para la paz", el cual se firmará con dos universidades para la organización de formadores que irán a su vez a interactuar en los colegios del país.

ENS: ¿Cuáles son los eventos culturales que este Gobierno piensa apoyar y a cuáles se les disminuirá la financiación?

JDC: No vamos disminuir a nadie, lo he dicho en varias ocasiones, este no es un Ministerio que quiere excluir, al contrario, se plantea incluir a aquellos que no estaban dentro de la política cultural.

ENS: En ese caso, ¿cuáles cree usted que serían esos sectores a tomar en cuenta?

JDC: Aquellos que no han tenido el mismo apoyo que el resto de los colombianos, eso es una realidad. Basta con ir a los territorios más alejados de nuestra geografía, por ejemplo, el Pacífico, La Guajira u otros territorios donde se ve la diferencia. Nosotros no somos capaces de excluir a nadie.

ENS: Bien sabemos que el presupuesto de las regalías de este año es de 31 billones de pesos, ¿cómo hacer para que estos proyectos culturales que se plantea tengan mayor protagonismo con esos recursos?

JDC: Tenemos que presentar los proyectos para que esas regalías puedan también usarse en infraestructura cultural, es una conversación pendiente con las regiones, con el Gobierno central, porque hay una correlación con quienes tienen el destino de estas regalías y los diferentes sectores y gobernaciones, entonces debemos tener una información veraz y real desde ese punto de vista. Es un tema que queremos atender y por eso dentro del Ministerio contamos con un grupo de expertos dedicado a pensar en la economía popular, que es clave en este momento para que los recursos lleguen a quien los necesita, porque a veces es muy difícil por los altos niveles de informalidad, por los altos niveles de confusión burocrática; entonces ahí es donde tenemos que desarmar esos muros. Yo estoy comprometido con eso, a entender cómo el sistema económico se puede articular con el sistema cultural.

ENS: ¿Cómo articular la cultura con las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial?

JDC: Son retos que tenemos que superar. La inteligencia artificial, por ejemplo, puede tener un lugar destacado en la economía, porque a través de esta uno puede solucionar ciertos trámites y ciertas ideas de burocracia que estén en el país. Ahora bien, inteligencia artificial con un país que no tiene conexión en el 40 % de los municipios es muy difícil, porque hay lugares a donde internet no llega. Hablar de inteligencia artificial es hablar de cualquier cosa que no existe Son temas importantes y por supuesto tiene que haber unas conversaciones informadas en ciudades sobre esto. Lo que sí he priorizado es enfocar la mirada del Ministerio hacia donde no ha llegado la cultura, es desde esos sectores que tenemos que construir el país. No podemos seguir construyendo país con una centralidad, unas exclusiones tan grandes como las que hemos tenido hasta hoy.

ENS: ¿Cómo lograr que la cultura en muchas administraciones departamentales deje de ser la cenicienta presupuestal?

JDC: Haciendo una gestión cada vez más responsable, cada vez más transparente, siendo cada vez más escrupulosos. Tiene que irrigarse el presupuesto de la cultura colombiana, es necesario; no se puede quedar realmente adscrita a unos cuantos eventos, a unas cuantas ciudades y a unas ayudas que a veces son en realidad desproporcionadamente bajas. Las regiones, los municipios, los corregimientos, las comunidades, tienen que empezar a ser parte de este trabajo, debemos empoderarlos con recursos para que sean dueños de su propio estilo.

ENS: En esa misma línea, ¿que sería lo más prioritario, una presentación de ópera en Bogotá o una fiesta popular en el Chocó?

JDC: No estoy de acuerdo con poner falsas posiciones y asimetrías, porque cualquiera de las dos es importante para el Ministerio. Al respecto, no se puede tomar partido por un lado o por el otro, prefiero pensar que puede haber óperas en Quito y fiestas populares en los teatros elegantes. Recientemente produjimos un espectáculo en el Teatro Colón con todos los pueblos indígenas, tenemos una obra con la danza de los pájaros en un homenaje a los pueblos indígenas, así que lo que hay que cambiar es precisamente el relato de que es una cosa o la otra. Todos sabemos que el mundo de la cultura y la imaginación no puede ser sancionado, ni las formas más exquisitas o sofisticadas pueden ser motivo de venganza, ni exclusión, pero muchísimo menos las formas populares. Aquí cabemos todos.