Trazos y dibujos, la otra faceta de Zalamea | El Nuevo Siglo
Sábado, 23 de Junio de 2012

Promover la libertad de expresión y el desarrollo de nuevas ideas. Ese era el objetivo de Gustavo Zalamea quien dedicó la mayor parte de su vida a la organización de exposiciones y eventos culturales, con el fin de encaminar a sus seguidores hacia un encuentro especial y lleno de pasión con el mundo artístico.

Por ésta razón, La Alianza Francesa le rendirá un homenaje a uno de los hombres que trabajó, con mucha pasión, por la formación de nuevos artistas y por el desarrollo de una profesión que requiere de mucha creatividad y coordinación.

Hijo de la crítica de arte Martha Traba y del escritor Alberto Zalamea, Gustavo, nacido en Buenos Aires, desarrolló la mayor parte de su vida profesional en Colombia en donde se entregó alma, vida y corazón a la organización de proyectos artísticos que inspiraban nuevas ideas y pensamientos.

Desde el 5 de julio hasta el 31 de agosto se realizará está exposición que reúne los manuscritos y mapas conceptuales nunca antes vistos creados por Zalamea. Más que artista, profesor, gestor cultural, curador de exposiciones y ensayista, él se consideró un agitador ya que entendía el arte contemporáneo como un territorio de libertad donde no hay normas, movido por la práctica y la creación sensible.

Luego de desempeñar su trabajo por más de 25 años llevando a cabo diversos proyectos y consolidándose en el medio artístico nacional e internacional, Gustavo, decide  dictar clases en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional. Es en este espacio en donde sale a flote una de sus más grandes pasiones: la creación y coordinación de exposiciones de arte.

Además de organizar estos eventos, Zalamea se dedicó a la vida artística, pues para él se convirtió en una actividad pública con la cual podía influir, modificar, contaminar y precipitar los pensamientos y reacciones de quien apreciara su obra.

Su trabajo inspirado en el color y la formas de Henry Matisse, La balsa de la Medusa de Géricault, La libertad guiando el pueblo de Delacroix, La ballena de Moby Dick, la Plaza de Bolívar de Bogotá y el mar  deja entrever la verdadera esencia de este curador de exposiciones.

Con este homenaje, La Alianza Francesa pretende, más que conmemorar el primer aniversario de su fallecimiento, invitar a los seguidores a celebrar su larga trayectoria artística y su buena relación con sus amigos, alumnos y familiares quienes lo vieron crecer como hombre, artista y profesional.

Ésta exposición también permite a los asistentes apreciar la caligrafía, el trazo y el dibujo de Gustavo, lo cual se convirtió en una narración que atrae el desarrollo de nuevas expresiones y un encuentro mágico con la literatura.