El Museo Internacional de la Moneda, en Fusagasugá, hace un repaso por la historia de Colombia, con más de 1200 piezas entre monedas, billetes y documentos antiguos que datan desde el siglo XVII hasta la actualidad.
Este espacio cultural forma parte de la Red de Museos de Cundinamarca y del directorio de la oferta turística del programa de Fortalecimiento de Museos a través del Museo Nacional de Colombia. También tienen alianzas estratégicas con la Policía Nacional, el Ejército y otras instituciones pedagógicas.
El museo integra la lúdica, tecnología y multimedia para llevar hasta sus espectadores un boleto que les permitirá viajar a través de la cultura, historia, geografía, arte, ciencia, política, sociedad y medio ambiente, por medio de la numismática y la notafilia.
Con esta propuesta se busca que la población pueda contemplar a través de la moneda, sus orígenes, raíces, territorio, comportamiento, psicología y hasta su intimidad.
Esta iniciativa nació gracias al esfuerzo de Fabián Bahamón, gestor cultural y hombre dedicado al mundo de la numismática, entendido como estudio, investigación, coleccionismo y difusión de billetes, estampillas y papel moneda en general.
Una idea que se planteó desde muy niño, cuando su abuelo le regaló un cuartillo de real que ya había pasado de generación en generación en su familia. Desde entonces, comenzó a interesarse por la historia y las ciencias sociales. Se dio cuenta de que cada moneda que conseguía contaba una historia. Así que se convirtió en coleccionista.
A partir de ese momento, Bahamón vio la necesidad de crear un museo para su ciudad, ya que Fusagasugá no contaba con uno. Luego conoció a Ana Marcela Beltrán, quien compartía su misma afición. Tocaron varias puertas en diferentes administraciones, pero no obtuvieron ninguna respuesta. Entonces decidieron buscar otra forma de materializar lo que es hoy el Museo Internacional de la Moneda, el cual presta sus servicios de forma itinerante.
“A través de estudios hemos logrado recopilar algunas piezas de la historia de Colombia y a nivel internacional contamos con diversas piezas de colección, visitamos colegios, hacemos proyectos cívicos-sociales, vamos a las comunidades, capacitamos a las personas, les enseñamos las normas de seguridad que tienen las nuevas especies de monedas que se están manejando actualmente, como la nueva familia del Banco de la República, tanto en monedas como en billetes”, destacó Bahamón.
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Itinerante
El coleccionista destacó que en el museo se hacen actividades de pedagogía y por su naturaleza itinerante, puede desplazarse hasta las comunidades y dar a conocer las especies monetarias, su historia y su importancia.
Ser un museo itinerante le permite que mucha gente de zonas rurales y urbanas pueda disfrutar gratuitamente de la exposición de monedas, billetes y documentos históricos. Han viajado por diferentes departamentos del país, como Santander, Caldas, Nariño y Huila.
“Contamos con piezas monetarias de cada país del mundo, incluyendo las últimas divisiones políticas. Poder compartir y heredar la idea es la mayor satisfacción que podemos tener. Contamos con la moneda más antigua hasta la más reciente. Lo que buscamos es llevar el conocimiento a todos los rincones, porque el museo viaja por toda Colombia llevando el nombre de Fusagasugá”, resaltó Bahamón.
La moneda más antigua que hay en la colección del museo es un denario romano, el cual fue donado por un árabe. Es una pieza muy preciada, no solo por su valor, sino también porque está ligada al siglo primero, es decir, al año de la crucifixión de Jesucristo. Otra pieza interesante es una moneda otomana. También hay piezas de la Primera y Segunda Guerra Mundial. “Estos objetos de arte nos permiten viajar a través del tiempo”, dice.
Otra moneda que guarda una historia poco conocida del país, según Bahamón, es una moneda fabricada por unos reclusos japoneses y alemanes cuando se encontraban presos en el campo de concentración del hotel Sabaneta de Fusagasugá.
“La moneda habla del ingenio de estos extranjeros que los llevó a escoger dos monedas de 50 centavos ley 900 y crear una pieza que representa el campo y las penurias que les tocó vivir. Durante la Segunda Guerra Mundial, Colombia, en apoyo a Estados Unidos, creó este campo de concentración donde fueron enviados los extranjeros alemanes y japoneses que se creía tenían vínculos con el partido nazi”, señala.
La gente también se asombra cuando ve monedas de los territorios que en este momento están en conflicto, como Ucrania y Rusia. En la colección se encuentra una moneda separatista de las facciones Lugansk y Donetsk que está ocupando Rusia. Estos dos territorios tienen una moneda que fue resellada con un sticker holográfico utilizando la ‘grivna’, que es la moneda de Ucrania.
El museo también cuenta con un cine donde proyectan películas emblemáticas relacionadas con las monedas, como por ejemplo ‘El banquero de la resistencia’ y ‘Los falsificadores’. Films que hablan de la Segunda Guerra Mundial y muestran cómo las monedas fueron utilizadas como un arma de guerra para desestabilizar la economía de los países en conflicto.
Asimismo, cuentan con la revista “Tinto Numismático”, una publicación gratuita que busca promover el conocimiento, el arte y, sobre todo, la preservación del patrimonio inmaterial. De igual manera, realizan conferencias internacionales sobre el tema.