Parecen naves espaciales, pero son autos impulsados por la energía del sol que cae en el desierto de Atacama (norte de Chile), que por estos días acoge la "Atacama Solar Challenge", un desafío de 1.300 km para mostrar que América Latina puede crear tecnología punta.
Parecen naves espaciales, pero son autos impulsados por la energía del sol que cae en el desierto de Atacama (norte de Chile), que por estos días acoge la "Atacama Solar Challenge", un desafío de 1.300 km para mostrar que América Latina puede crear tecnología punta.