El Atlético de Madrid intentará conquistar la tercera Europa League de su historia, en Lyon (este miércoles 1:45 p.m. Fox y ESPN), frente a un Marsella que llega a la final con hambre de títulos y con la sensación de estar ante una ocasión histórica.
En la última década, el Atlético ha sido una presencia habitual en las finales europeas, siempre en años pares, ganando dos Europa League (2010, 2012) y cayendo por muy poco en las finales de la Liga de Campeones en 2014 y 2016, en ambos casos ante el Real Madrid.
Eso ha dado un estatus continental actualmente a los españoles que no tiene el Marsella, que afrontará la quinta final de su historia en las competiciones europeas.
El Marsella ganó en 1993 la Liga de Campeones, la joya de la corona, que es la gran asignatura pendiente del Atlético, pero en la Europa League el club francés cayó en las dos finales anteriores que disputó, en 1999 y 2004, cuando el torneo se conocía todavía por su anterior denominación, Copa de la UEFA. Francia nunca ganó esta competición en el pasado.
Pero más allá de los datos históricos, el Atlético y el Marsella se juegan en este partido su temporada.
Para el Atlético, que tiene muy cerca el subcampeonato en la Liga española y que ya tiene un billete para la próxima Liga de Campeones, sería la ocasión de terminar a lo grande un curso marcado en el principio por su mal papel en la fase de grupos de la Champions, donde fue superado por Roma y Chelsea, lo que le eliminó del gran torneo europeo y le hizo pasar a disputar la Europa League desde los dieciseisavos de final.
En el caso del Marsella, cuarto en la Ligue 1 francesa a una jornada para el final, su objetivo de ganar un pasaje a la próxima Liga de Campeones está en el aire ya que necesita acabar dentro del podio y está a un punto del tercero, el Lyon, con lo cual no depende de sí mismo. Ganar la Europa League le permitiría clasificarse automáticamente para la Liga de Campeones y afrontar la última jornada francesa sin dramatismo.
“El Atlético tiene más experiencia, pero todo se juega a un partido y todo parece más posible”, declaró el entrenador de los franceses, Rudi Garcia, en la conferencia de prensa de la víspera del partido.
En los días previos a la final, al Marsella le surgieron varias dudas por lesiones de jugadores (Dimitri Payet, Bouna Sarr, Rolando, Konstantinos Mitroglou), pero en todos los casos los mensajes fueron tranquilizadores ayer.
En el Atlético de Madrid, la principal baja estará en el banquillo, con Diego Simeone suspendido por su expulsión en las semifinales ante el Arsenal. Su ayudante y hombre de confianza, Germán ‘Mono’ Burgos, será su sustituto, como en la vuelta de las 'semis' ante el Arsenal en el Metropolitano.
“Cada minuto que pasa, las emociones van creciendo. Los jugadores están bien y es el momento de darles tranquilidad, que la experiencia que tenemos sirva para desarrollarnos de la mejor manera. Hay que entregarse con el corazón”, comentó el ‘Cholo’ Simeone.
El uruguayo José Giménez y Vitolo Machín estaban en duda por problemas físicos, pero viajaron a Lyon y estarían en principio disponibles.
La final de la Europa League se disputará con un dispositivo de seguridad reforzado y “excepcional” por temor a altercados, especialmente por la gran rivalidad entre los ultras del Marsella y del Lyon.