Los recuerdos de aquellas épocas en las que corría en las pistas de Colombia y el mundo estremecen a Cecilia ‘Chechi’ Baena, y mucho más los récords y títulos que acumuló y con los que la cartagenera cumplió una función clave en el desarrollo del patinaje del país.

Cuando era niña soñaba con llevar la bandera nacional a lo más alto y de hecho lo cumplió en su primera participación en un campeonato mundial, donde ganó cuatro preseas doradas y se transformó en la medallista más joven en alcanzar la meta.

A sus 32 años, la que fue considerada en su momento como la mejor patinadora del mundo le dijo adiós a esta disciplina para centrarse en un cargo administrativo, como dirigente de su escuela y fundación. Además desarrolla un importante papel en la organización de los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo es su nuevo día a día?

CECILIA BAENA: Me retiré del patinaje en el año 2014. La razón principal fue que siento que todo el mundo debe saber cuándo cumplió su ciclo y cuándo hay que dar un paso al costado. Empecé otros proyectos, durante todo ese tiempo me dediqué a trabajar con el deporte, en mi escuela de patinaje y mi fundación. También trabajando con la transformación social desde el deporte en muchos rincones de nuestro país. Hace cuatro años, estoy en la dirección de los Juegos Nacionales y Paranacionales que es uno de los eventos multideportivos más importantes en Colombia, este año se celebran en mi departamento: Bolívar.

ENS: ¿Qué es lo más difícil en esa gestión?

CB: Esta oportunidad es maravillosa porque inicialmente llegué a Coldeportes con el ánimo de representar al presidente ante el Consejo Nacional del Deporte para poder aportar desde el conocimiento y mi experiencia lo que significa estar en esa posición. Estar al otro lado, en la dirigencia no es fácil, se generan proyectos todo el tiempo que son significativos para el país.

ENS: ¿Qué importancia tiene el patinaje para Colombia?

CB: Sin duda alguna el patinaje en este momento es el deporte de más resultados en el país, así lo muestran las estadísticas. Año tras año, en los campeonatos del mundo marca la diferencia, hoy por hoy es la selección que lleva más de nueve campañas en el podio, esto se debe a una planificación y al gran nivel de cada uno de los deportistas. Tienen un apoyo diferencial respecto a otros deportes, y también dan una mano las empresas privadas, lo que permite que este movimiento siga en la senda del éxito y estabilidad. Siempre se quiere más, solo se apoya en los mejores momentos, los recursos son finitos y siempre se pide un poco más ya que el patinaje es uno de los ámbitos más sobresalientes en el país. No se puede disminuir el apoyo deportivo en ninguna disciplina y más aún cuando los resultados son superiores. Esto implica más inversión, más preparación, más nivel, para que todos cumplan con su deber.

ENS: ¿Cuál fue ese momento que quedó marcado en su carrera profesional que la emociona?

CB: Son varias etapas, mi primer campeonato del mundo fue muy especial, con 13 años gané cuatro títulos y puse un récord a nivel mundial, siendo la patinadora con menor edad. Segundo, que la historia del patinaje en Colombia cambió mucho en el instante en el que pude aportar con mis resultados y ayudar a que otros se abran paso. Siempre soñaba en grande, siempre veía al patinaje como el deporte mejor posicionado en el país y vivo esa realidad.

ENS: ¿Cuál terminó siendo en su carrera ese factor que se hizo complicado de superar?

CB: Lo que más duro me tocó fue la muerte de mi madre, todos me preguntan por qué si ese no es un rumbo deportivo, pero ella fue la que me impulsó a hacer lo que hice, a darme cuenta que el patinaje era mi pasión. Lo dio todo para que me formara en todos los ámbitos posibles para conseguir resultados de oro. El proceso inició con las dos, muy temprano nos dejó, esa fue la derrota que más me dolió en mi carrera deportiva. Lo seguí realizando porque eso era lo que ella hubiera querido y bueno, siempre todo el mundo del patinaje sabe lo que hizo mi madre para que Cecilia Baena se transformara en la mejor patinadora del mundo en su momento.

ENS: ¿Qué entrenador o deportista recuerda en su trayectoria?

CB: Muchos, recuerdo con cariño a algunos que abrieron camino al patinaje en Colombia. Berenice Moreno fue mi más cercano referente, él me ayudo a entender que quería ser patinadora y siempre estar en lo más alto del podio. Obviamente Diego Rosero, que desde su labor ayudó a una transformación inmensa en el deporte, corriendo el circuito de maratones en Europa, ellos siempre fueron líderes.

ENS: ¿Qué enseñanza le dejó el deporte a nivel personal?

CB: El deporte es una escuela de vida, enseña valores que desde temprana edad te hacen ver diferente al común de las personas. Está expuesto a altos niveles de exigencia, te ayuda a luchar para alcanzar las metas. Tienes que ser disciplinado y amar lo que haces porque a pesar de las caídas debes levantarte. Otros valores son el juego limpio y el trabajo en equipo, la sana competencia. Ese cúmulo de acciones te pasan en el deporte te marcan para toda la vida. Agradezco a Dios que el deporte se hubiera transformado en mi estilo de vida para poder cambiar y generar conciencia a través del mismo. La medalla es el premio del entrenamiento, pero el entrenamiento es el secreto de los campeones, nunca existen límites para cumplir los sueños.