Colombia en Tokio ¿bien, regular o mal? | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Agosto de 2021
Redacción Deportes

NO SE PERDIÓ UN ORO, SE GANÓ UNA PLATA: PAJÓN

Colombia en Tokio ¿bien, regular o mal?

Por cuenta de los jueces no se lograron las medallas de Ingrit Valencia y Yuberjen Martínez en boxeo

Muchos fueron los factores que incidieron en que Colombia no cumpliera su meta de superar o, por lo menos, igualar el número de medallas alcanzadas en Río de Janeiro en 2016, en estos  Juegos Olímpicos de Tokio, cuya llama hoy se apaga a la espera de volver a encenderse para París 2024.

Sin embargo, la actuación de los deportistas nacionales, que para algunos pudo ser regular tirando a mala, fue sobresaliente y si bien no se logró ningún oro, se puedo estar cerca de las 8 preseas de hace cinco años, de no ser por la actuación de los jueces en el boxeo.

¿Qué medallas habrían ganado Ingrit Valencia y Yuberjen Martínez? Nadie lo sabe, pero dos metales se esfumaron a pesar de que en el ring los dos fueron vencedores.

En Brasil se obtuvieron 3 oros, dos platas y tres bronces, la misma cifra que en Londres 2012, solo que allá fue un oro, el de Mariana Pajón, tres platas y cuatro bronces.

Colombia, que por muchos años vivió del recuerdo de la presea plateada alcanzada por Helmut Bellingrodt en Múnich en 1972, o de la medalla del mismo metal de Ximena Restrepo en Barcelona, en las últimas olimpiadas mostró su evolución y captó los frutos del trabajo del llamado “Ciclo Olímpico”.

Esta vez el Comité Olímpico Colombiano aspiraba llevar una delegación de entre 80 y 90 atletas. Sin embargo, factores como el coronavirus y las dificultades para realizar los clasificatorios, así como la sanción impuesta a las pesas, hicieron que la delegación llegara apenas a 70 deportistas.

Además, el retraso de un año en la disputa de las justas contribuyó a que algunos aspirantes a ir a Tokio, por la edad, ya no alcanzaran y otros, como en el caso de Caterine Ibargüen, sintieran el peso de los años y de las lesiones.



Los resultados

Nadie puede desconocer que bajo el inclemente sol nipón, la actuación de Rigoberto Urán en la prueba de ruta fue destacada y que hasta que las piernas le dieron, estuvo luchando por una de las preseas. Luego en la contrarreloj estuvo en el primer lugar por un buen tiempo. Al final fue octavo y recibió diploma. No hay que olvidar que Rigo, en principio no tenía previsto correr la prueba a cronómetro, pero lo hizo ante la ausencia de Daniel Martínez.

Otro que ganó diploma olímpico fue el lanzador Mauricio Ortega. Colombia nunca ha sido potencia en esta modalidad, lo que demuestra que se está trabajando.

En pesas una de las nuevas figuras, Santiago Rodallega, terminó quinto y ya piensa en su preparación para llegar a París en 2024 con posibilidades de medalla.

Jenny Arias fue otra deportista que le entregó al país un nuevo diploma olímpico. La pegadora perdió en los cuartos de final. Los jueces dieron un fallo 5-0 en favor de la filipina Nesthy Petecio, campeona mundial 2019, quien aseguró medalla de bronce.

En la maratón, Angie Orjuela finalizó en la casilla 55 y realizó su mejor marca de la temporada con un tiempo de cronómetro de 2:40:04. En esta modalidad no se esperaba medalla porque es bien sabido que nuestras atletas están lejos de las mejores marcas.

Ahora, es cierto que algunos de los representantes nacionales no cumplieron su objetivo. Se esperaba que la pareja Robert Farah-Juan Sebastián Cabal estuvieran en el podio del tenis, pero se quedaron a medio camino.

También el marchista Eider Arévalo no logró su meta, como tampoco el pegador Céiber Ávila. De haber logrado preseas, por lo menos en la cifra de medallas se hubiera igualado lo hecho en Río de Janeiro y sumando las dos hipotéticas de Valencia y Martínez, se habría superado la marca.

Esta vez no hubo oro, pero hay que tener en cuenta las condiciones en que llegaron a Tokio los representantes nacionales, muchos de ellos después de haber vivido la incertidumbre de si finalmente irían y con un entrenamiento inferior al de sus rivales porque las condiciones generadas por el covid-19 fueron muy diferentes a las de otros países.

Y como dijo Mariana Pajón, “no se perdió un oro sino se ganó una plata” por parte de ellas, del pesista Luis Javier Mosquera, del velocista Anthony Zambrano y la marchista Sandra Lorena Arenas. La otra presea la aportó Carlos Ramírez en el BMX.


 


Lo que viene

El desempeño de Colombia en Tokio no se puede considerar malo, ni siquiera regular, sino muy bueno y aunque las comparaciones son odiosas, si se mira lo hecho por otros países que tenían expectativas mucho más altas, se confirma la apreciación.

Nuestro país no es potencia para ir a ocupar el liderato de la tabla de medallería, pero ha ido dando pasos para meterse entre los que pelean preseas y la meta es sumar más cada vez. El objetivo esta vez era entre 8 y 10 medallas, pero las circunstancias hicieron que se retrocediera en el número, más no en el desempeño de quienes acudieron a la cita porque cumplieron y dejaron el alto de país.

Ahora hay que empezar a pensar en el nuevo ciclo olímpico, empezando por los Juegos Nacionales, Centroamericanos y del Caribe y Panamericanos. En los Bolivarianos no se puede pensar porque Venezuela, que era el rival a batir, descuidó el deporte.

Preocupa el adiós de Caterine Ibargüen y el de algunos otros deportistas que para dentro de tres años ya estarán en el declive de sus carreras. Por ello la importancia de preparar las justas regionales, en las que las nuevas figuras pueden demostrar si están listas para tomar el relevo.

París 2024, si el covid-19 y sus variantes lo permiten, debe ser una cita más “normal” y los torneos clasificatorios más cercanos a lo tradicional.

La tranquilidad de cara a estas justas la da el trabajo que se ha venido realizando, impulsado por el Ministerio del Deporte, puesto que Ernesto Lucena dejó sentadas unas muy buenas bases e igualmente el Comité Olímpico Colombiano, con Baltazar Medina y ahora con Ciro Solano, así como las federaciones que han venido impulsando nuevas generaciones.

A París seguramente se podrán llevar los 80, 90 o más deportistas y entonces se podrá pensar en recuperar el ritmo ascendente en cuanto a la conquista de medallas.

Por ahora solo quedar valorar el esfuerzo, el sacrificio y la entrega de cada uno de los atletas que estuvo en Tokio.