Alejandro Munévar
Enviado especial del EL NUEVO SIGLO
Kazán
Criticado por muchos, odiado por otros tantos, el mediocampista del Deportivo Cali, Abel Aguilar, a pesar de todo es y seguirá siendo, al menos por un par de años más, una pieza fundamental en el andamiaje de la Selección Colombia. Es para dejarlo claro; es uno de esos tipos que ayuda a la construcción de un equipo, de una familia sólida desde donde le toque, en el campo batiéndose como un guerrero, en la arena o en el banquillo alentando a sus compañeros.
EL NUEVO SIGLO dialogó con el volante de la Selección Colombia.
Antes de llegar a Italia, Aguilar sufrió una lesión en el aductor, que puso en duda su convocatoria para el Mundial en los diferentes medios de comunicación y no era para menos, puesto que el “8” no era un titular recurrente en el Cali, cuando jugaba salía expulsado y la lesión parecía muy grave. Para todos era una duda, menos para el técnico Pekerman que lo supo esperar, lo protegió y lo convocó yendo en contra de lo que todos esperaban.
Cuando llegó el primer partido contra Japón y en el medio campo hubo falencias por la expulsión de Carlos Sánchez, los mismos que se habían escandalizado con la convocatoria de Aguilar lo pedían a gritos para que entrara a salvar la casa que se incendiaba. Las cosas de la vida, un día es odiado, al otro, quieren que sea el salvador, pero el “8” sabe llevar las cosas con tranquilidad, es curtido en estos temas y responde con tranquilidad: “uno siempre tiene que estar dispuesto a jugar cuando le toque y a aportar desde donde sea; un día me toca jugar, otro no, pero lo importante siempre va a ser el equipo, aquí hay que dejar el egoísmo y pensar en lo colectivo”.
Llegó el partido contra Polonia y Pekerman utilizó a su hombre de confianza, al mariscal Aguilar para que le diera tranquilidad a Wilmar Barrios en la zona de recuperación; además sería el enganche perfecto entre la zona defensiva y la ofensiva de Colombia, pero otra vez, la lesión que por poco y lo saca del Mundial lo volvió a afectar. De repente el Kazán Arena se quedaba en silencio ante el grito ensordecedor de Aguilar que caía al piso víctima de un dolor terrible en un musculo: “cuando sentí el tirón sabía que era un resentimiento de la lesión; sin embargo, a diferencia de la lesión que sufrí contra Atlético Nacional, podía continuar, vi al profe y le dije que podía seguir, pero el médico me dijo que era mejor no arriesgar; quería seguir, pero pensé, si no voy a estar al 100% es mejor salir y que entre un compañero, quiero sumar y no restar”.
Es entonces cuando se entiende el porqué de los llamados a Aguilar aun siendo suplente en su equipo. Cómo se va a dejar por fuera a un tipo que quiere construir desde el puesto que le toque, cómo van a dejar afuera a un hombre que teniendo todas las ganas de jugar su segundo Mundial deja el egoísmo a un lado y cede su lugar porque no está al 100%, suena obvio. Todos dirán que ellos también dejarían que otro jugara si no están completamente bien, pero, ¿en verdad cuántos lo harían? Pocos.
Abel lo reconoce, todos quieren jugar siempre, pero lo colectivo prima, “estar afuera siempre es duro, pero aquí prima el colectivo, la Selección que está por encima de todos; así se quiera jugar siempre hay que estar al 100%, espero estar bien, recuperarme, si no va a estar alguien que lo va a dejar todo”.
Es su último Mundial, se le acaban los cartuchos en la Selección y él lo sabe, el sueño de niño ya lo cumplió, defender los colores de su país, ahora desde el lugar donde le toque, en el campo o en el banquillo quiere aportar y contra Senegal no va a ser la excepción, “es el rival o nosotros, tenemos que seguir actuando de la misma manera, tenemos que trabajar como lo hicimos ante Polonia, aprovechar nuestras características y dejándolo todo en el campo”.
Abel se va con una pequeña molestia en la pierna, espera que no sea nada grave; en las próximas horas se sabrá la gravedad de la lesión pero algo deja claro, el grupo está más unido que nunca.
ABEL AGUILAR dijo que quería seguir jugando ante Polonia pero que no se sentía al 100% y por eso optó por retirarse de la cancha.