El australiano Caleb Ewan (Lotto) ganó al esprint la octava etapa del Giro de Italia, este sábado en Pesaro, entrando en la meta delante del campeón italiano, Elia Viviani, y el alemán Pascal Ackermann, la víspera de una importante contrarreloj en San Marino.

El italiano Valerio Conti (UAE Emirates) mantuvo la 'maglia' rosa de líder, que tratará de defender en esa contrarreloj entre Riccione y San Marino, sobre 34,7 km.

La ruta será en subida en los primeros 22 kilómetros, antes de que la pendiente se acentúe en la parte final (6,5 %) para llegar a la más antigua república de Europa.

En la octava etapa, la más larga de la presente edición del Giro, de 239 kilómetros, Ewan remontó a Ackermann, ganador de dos etapas hasta ahora, que al final solo pudo ser tercero detrás de Viviani.

"Intentábamos después de siete días obtener esta victoria", afirmó el vencedor de la jornada. "Sabía que tenía que estar a la rueda de Ackermann y que tengo una buena aceleración para pasar", añadió. 

La etapa se vio animada por dos rodadores, habituales de las largas escapadas, los italianos Marco Frapporti y Damiano Cima, que se marcharon en los primeros minutos de carrera.

Escapada de Frapporti y Cima

Frapporti, el último en resistir, fue alcanzado a 31 kilómetros de la meta. Desde el inicio del Giro, el italiano ya ha recorrido más de 600 kilómetros en escapadas. 

Un trío, formado por Giulio Ciccone, el francés François Bidard y el belga Louis Vervaeke, se destacó después en las carreteras resbaladizas debido a la lluvia, que cayó con intermitencia. 

Pero un primer pelotón pudo alcanzarlos antes del descenso hacia Pesaro, a 6,5 kilómetros de la llegada.

De complexión pequeña (1,65 metros y 67 kilos), Ewan se impuso por segunda vez en el Giro, logrando su cuarto triunfo de la temporada. 

El ciclista de 24 años, cuyos abuelos maternos emigraron desde Corea del Sur a Australia al final de la década de los setenta, justificó con este triunfo la confianza del equipo belga Lotto, que lo fichó en la pretemporada, para suceder al alemán André Greipel. 

"Durante las conversaciones que pude tener con Caleb, me quedé sorprendido por su amabilidad y su inteligencia. Sabe perfectamente lo que quiere", dijo al principio de la temporada el mánager del equipo belga, Marc Sergeant. "Pese a su juventud, ha mostrado que es capaz de ganar etapas en las grandes vueltas, con su estilo tan singular", añadió. 

Vencedor de una etapa de la Vuelta a España en sus inicios, con 21 años, el australiano encarna la nueva generación del esprint, como Ackermann (25 años), que se mostró por dos veces el más rápido desde el inicio del Giro. 

Roglic, favorito el sábado

Ahora viene la importante contrarreloj en San Marino, en la que el líder Conti está confiado. 

"Pienso que conservaré el liderato", anunció el romano, que no es un especialista en contrarreloj, pero tampoco lo son sus inmediatos seguidores en la clasificación general. 

Claro vencedor de la primera contrarreloj en Bolonia, Roglic parte como gran favorito de la prueba del sábado, tras el abandono del holandés Tom Dumoulin. 

Para el esloveno, medallista de plata del Mundial de contrarreloj en 2017, el objetivo es sacar la máxima ventaja a sus rivales de cara a las etapas de montaña.

En Bolonia, Roglic, duodécimo en la general a más de cinco minutos del líder Conti, sacó 18 segundos en los 6 kilómetros sobre llano al británico Simon Yates, uno de sus grandes rivales. 

Pero Yates, que estima que ha progresado en la contrarreloj (vencedor de la 'crono' de la París-Niza en marzo), tuvo condiciones menos favorables que Roglic en aquella jornada de Bolonia.