¿Fracasó Colombia en Centroamericanos? | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Martes, 31 de Julio de 2018
Redacción Deportes

Los resultados en los Juegos Olímpicos de Brasil, los Bolivarianos de Santa Marta, los Suramericanos de Cochabamba y el alto nivel de los deportistas nacionales ilusionaron con grandes logros en los Centroamericanos de Barranquilla, pero los resultados no han sido los esperados, por lo menos en lo deportivo.

Las cuentas más optimistas daban para pensar en pelear codo a codo el primer lugar en las justas con México, país que adelanta al ciclo olímpico con detalle, mientras que los pesimistas consideraban que por mal que les fuera a los anfitriones, serían segundos en el tablero general de medallería.

Las esperanzas fueron alimentadas por la pobre cosecha en los primeros días de competencia del equipo cubano y por lo abundante de la nacional, que arrancó liderando las justas, pero con el correr de los días se fue diluyendo ante el empuje de los manitos y ayer, de los isleños.

Bien lo dijo el jefe de la delegación nacional, Helmut Bellingrodt: “Hay deportistas que no estuvieron en su nivel”. Esa es, justamente, una de las razones por las que la diferencia en el número de preseas doradas ganadas por México es tan amplia frente a los anfitriones (los manitos superaron las 100 al lunes y ayer rondaban por las 110), unos que no han llegado a las 60, mientras que Cuba está a punto de alcanzar esa cifra.

La diferencia entre los isleños y los colombianos es exigua. Sí, pero de por medio están las competencias de atletismo y dos de las esperanzas nacionales están puestas en Caterine Ibagüen, Eider Arévalo y Muriel Coneo y algunos otros competidores que bien podrían aportar un par de preseas doradas más, insuficientes para destronar a los cubanos del segundo lugar.

Por la diferencia es imposible pensar que México pierda estos Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y más bien, todo parece indicar que la cosecha de medallas seguirá en aumento, confirmando que se tomaron en serio la preparación para el certamen.

No quiere decir que los deportistas colombianos no se hayan preparado adecuadamente o que su mente estuviera puesta en los Panamericanos o los Olímpicos de Japón, no, solo que se encontraron con rivales más fuertes.

Además, es un llamado de atención para el Gobierno nacional, el Comité Olímpico, Coldeportes, las Federaciones y las ligas para que trabajen más, les presten más atención a los deportistas y los fogueen más en torneos internacionales.

Preocupación

Es posible que para algunos, y especialmente para los directivos, ser terceros en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla no sea un fracaso.

Pero a la luz de los resultados sí lo es. Se perdieron medallas de oro que se tenían como fijas, no todos los deportistas estuvieron en el nivel esperado y la realidad es que las justas se organizaron pensando en darle pelea a México y aventajar a Cuba.

Es cierto que algunas disciplinas cumplieron, otras no lo hicieron en la media que se esperaba y otras defraudaron.

El ciclismo cumplió a medias, por solo citar un ejemplo, pero no es culpa de los pedalistas, como tampoco lo fue en el patinaje, disciplina que venía de ganar el Mundial y no logró la meta de medallas propuestas.

En tenis se tenía la ilusión de oros tanto en femenino como en masculino y apenas se llegó a la plata; el fútbol femenino fue un fiasco y así, difícil cumplir metas.

También hay que tener en cuenta que algunos países que no estaban en la lista de candidatos a ganar oro en determinados deportes, sorprendieron y además se dieron una serie de hechos que han ido en detrimento de la delegación nacional.

Aun así, es claro que a dos días de terminar los Juegos, Colombia no ha cumplido con su cometido y por ende, el resultado se puede catalogar como un fracaso en la parte deportiva.

Ahora, es claro que nadie esperaba un oro en baloncesto femenino, por solo citar un ejemplo. Sin embargo, quedan muchas inquietudes frente al desempeño de los atletas colombianos en unos Juegos hechos a su medida.

¿Faltó preparación? Es posible que sí, pero habría que preguntarse de quién es la culpa, porque se supone que se venía en un ciclo que inició con los Bolivarianos de Santa Marta, en donde la delegación nacional hizo respetar su condición de local y se alzó con el primer lugar en la tabla de medallería.

Luego vinieron los Suramericanos de Cochabamba y los resultados fueron óptimos. Entonces ¿qué pasó en Barranquilla?

Unido a la preparación puede ser que los atletas nacionales que no alcanzaron los resultados propuestos, pueden estar en ese punto de declive en el rendimiento que es natural en los deportistas de alto rendimiento. De ser así, se supone que ahora inician una nueva etapa de recuperación que los debe llevar a los Olímpicos de Japón en su pico más alto y que allí se podría pensar en mejorar lo hecho en Brasil en 2014.

Otro punto a tener en cuenta es que se debe dar impulso a los deportistas que vienen surgiendo. En Barranquilla se tuvo una delegación grande, 589, cifra que se puede mirar desde dos puntos de vista. Uno, que se aprovechó para darle oportunidad y experiencia a algunos atletas o, que se dispuso de cantidad y no de calidad. Mejor quedarse con la primera posibilidad.

Por ahora, quedan en disputa oros en bádminton, atletismo, baloncesto, boliche, boxeo, canotaje, esgrima, gimnasia, trampolín, judo, lucha, natación artística, patinaje artístico, polo acuático, rugby 7, softbol, tenis, tiro con arco, vela y voleibol sala, muchas medallas pero no las suficientes para alcanzar a México y difícil que para superar a Cuba que ya es segunda.

En pocas palabras, lo dicho por el presidente del Comité Olímpico Colombiano, Baltazar Medina, se quedó en una mera ilusión: “Pelearles a México y a Cuba será muy interesante. La meta no es defender el tercer lugar sino estar cerca del primer segundo y del primer lugar”… será dentro de cuatro años.

Ahora hay que mirar a los Juegos Panamericanos previstos para el próximo año en Perú, del 26 de julio al 11 de agosto, con la esperanza de cumplir la meta, porque por ahora, mañana cuando se apague la llama Centroamericana, Colombia habrá fracasado en su empeño de estar más arriba en el podio.