La magia de Maradona se apodera de La Plata | El Nuevo Siglo
AFP
Domingo, 15 de Septiembre de 2019

 

El humo azul y blanco tapa el soleado cielo de la mañana en La Plata, las bombas de estruendo suenan por cientas detrás de una de las gradas y la multitud ruge como si fuese una final.

Nada indica que se trata del recibimiento para un equipo que marcha último en la Superliga argentina de primera división con un punto en seis fechas, que hace 216 minutos que no mete goles y que no gana desde abril.

Pero la magia intacta de Diego Maradona y la esperanza del pueblo de Gimnasia y Esgrima La Plata forman una simbiosis única que no sabe de estadísticas ni racionalidad.

"Hay que seguir trabajando. Después del partido hablamos con el cuerpo técnico y el presidente y coincidimos: no hay un paso atrás, hay que seguir metiendo", arengó Maradona, a pesar de la derrota 2-1 ante Racing en el estadio del 'Bosque', que se llenó con más de 25.000 aficionados para su debut como DT de este equipo al borde del descenso.

"Sin Dios no hay Templo, sin Lobo no hay Bosque", dice una bandera con la imagen del ídolo.

El Dios del fútbol sale al campo, después de que desde los altavoces, para arengar a los fanáticos, suena la voz del fallecido cantante Rodrigo entonando "La mano de Dios", tal vez el tema más popular de todos los que lo homenajearon a Maradona.

 Paso cansino y puño en el pecho 

Pero la imagen de Maradona dista de ser aquella altiva de sus años de jugador. Vestido con un uniforme deportivo gris, una gorra azul, el paso muy cansino muestra sus dificultades para caminar. Sin embargo, no le impide saludar a la hinchada que agita desde las tribunas decenas de banderas con su rostro.

Con el puño golpeándose el pecho una y otra vez, Maradona intenta demostrar su agradecimiento al club que le dio la oportunidad de regresar al fútbol argentino, donde no dirigía un campo desde que dejó su cargo en la selección albiceleste tras el Mundial Sudáfrica-2010.

El mar rojo de reporteros gráficos espera su momento delante del banco de suplentes, y Maradona les regala una imagen atípica. Se para junto al arquero Martín Arias y posa como un futbolista más en la tradicional foto del once inicialista.

Luego se cruza en una abrazo con Eduardo Coudet, entrenador de Racing el vigente campeón argentino y partenaire ocasional para su regreso.