*Enviado especial de El Nuevo Siglo

La victoria de Colombia 3 a 0 sobre Polonia nos llena de alegría y jubilo. Es increíble lo diferente que es ser el vencedor y no el vencido, ¿y como no? Si jugándonos la vida, al menos por un momento, derrotamos a la muerte y compramos noventa minutos más de esperanza, donde la ‘Tricolor’ tendrá que  ir a Samara a ganarle a Senegal como sea.

Pero antes de emprender el viaje de 14 horas en tren desde Moscú, hay que explicar la contundente victoria del equipo nacional. No fue solamente, como se han atrevido a decir algunos, que los jugadores se levantaron con el pie derecho y ya. No. Las razones tácticas y futbolísticas se ven reflejadas en las estadísticas.

Vale la pena aclarar que la suerte no gana partidos, pero si ayuda a no perderlos. En el primer juego, en medio de tantas cosas que faltaron en lo futbolístico, faltó algo de suerte, sino ¿cómo explicamos la expulsión tempranera de Carlos Sánchez, el penal a los 5 minutos, o que un japonés más pequeño que toda la defensa colombiana les ganara en el salto y decretara el 2 a 1?.

Precisión

Ante Polonia, la Selección tuvo lo que le faltó ante Japón: precisión. El ingreso desde el inicio de James Rodríguez, combinado con la asociación casi celestial de Juan Fernando Quintero, hizo del medio campo nacional una obra artística. Y es que jugar fútbol es divertido, pero cuando se hace con los amigos es mucho mejor, según el propio Quintero que se deleitó tirando paredes, caños y metiendo pases a lo profundo que terminaron en goles, siempre con la ayuda de su amigo “el mono”.  “

“Es algo especial, te llena de confianza, tus cualidades aumentan y lo más importante es que todo lo bueno que se genera lo podemos poner al servicio de Colombia”, dijo Quintero.

Entre Quintero y James consiguieron más de 105 pases correctos, entre ellos tres pases de gol, el primero para Yerry Mina que marcó con el sello registrado de la casa, de cabeza, el segundo, y más esperado, el de Falcao que corrió a lo profundo y recibió un balón preciso de Quintero. Sin embargo, Cuadrado llegó con su anotación, casi una fotocopia del de Falcao. En total fueron cuatro veces las que llegó Colombia al arco de Polonia, tres de esas fueron gol.

Posesión

Otra de las claves de la victoria fue haber tenido la pelota. Para eso jugaron James y Quintero, los que saben con el balón manejar los hilos del medio campo, administrando los tiempos, bajando y subiendo las revoluciones del partido, así lo demostraron las estadísticas. Colombia tuvo un 70% de posesión frente al 30% de Polonia, el medio campo funcionó de maravillas, pero ahora queda la preocupación por Abel Aguilar, que salió del campo por una molestia en el aductor.

El volante del Deportivo Cali le explicó a EL NUEVO SIGLO el motivo de su salida: “Sentí un tirón muy fuerte, podía continuar pero no iba a estar al cien por ciento. Todos queremos jugar, pero tenemos que ser responsables, por eso levanté la mano, pedí el cambio y funcionó. Ahora queda esperar los exámenes y ver qué sucede, pero me siento bien y optimista con la lesión espero que sólo sea una molestia”, dijo.

Sacrificio

Quizá el elemento más importante de la victoria Colombiana es el sacrificio. Muchos se atrevieron a criticar a Falcao antes del gol. Se escuchaban comentarios como: “no está en su mejor forma”, “es terrible lo que pasa con él”. Sin embargo, debieron retractarse tras la anotación del capitán.

Según las estadísticas, Falcao fue el tercer jugador que más corrió en el campo, por detrás de James y Quintero. Durante el primer tiempo se dedicó a abrir espacios por las bandas, a asociarse con sus compañeros y a generar opciones. Si bien es un goleador natural, sabe que en Colombia no se puede ser egoísta.

El hecho de que Colombia juegue en equipo y no individualmente, ya es una ganancia. Por ejemplo, cuando James corre,  trabaja en defensa y en ataque, se nota la diferencia.  Lo vimos en las eliminatorias en el último juego ante Perú, y en Kazán el ‘10’ corrió todo el campo, inclusive terminó con una molestia en una de sus piernas tras una fuerte entrada.

Por su parte, Quintero el jugador con “menos” físico, como lo han calificado, fue el segundo que más corrió, aportó en defensa, pero se destacó en ataque.

Ahora falta Senegal, partido duro, pero no se puede perder la esperanza. Al fin y al cabo nacimos en el país de los imposibles, pero siempre hemos logrado volverlo posible, crecimos haciendo lo difícil, fácil. Entonces como no vamos a creer que la historia se puede cambiar y lograr cualquier cometido, como dijo el capitán: “Tenemos la fe intacta, vamos a pelear de principio a fin, esto es un sueño que tenemos todos y vamos a luchar por él”, manifestó el ‘tigre’. Creamos en ellos, en el capitán que volvió del infierno y marcó gol en el mundial, también en el ‘10’ que estuvo en el cielo y se volvió mortal, para una vez más empiece a escribir una historia dorada con la Selección. Confiemos también en el ‘20’, Quintero, que estaba por fuera hace dos meses y se metió a la convocatoria para ser clave y titular, y ¿por qué no?, en el 1 que es suplente en su club pero en la Selección se agranda. ¡Vamos Colombia!.