La euforia desatada por las actuaciones de las selecciones femeninas de Colombia Sub-17, Sub-20 y de mayores, reflejada en el apoteósico recibimiento de ayer a las subcampeonas mundiales de la India, ratificó la necesidad de que en el país se dispute una verdadera liga y se les brinde más apoyo en todos los niveles.

La promesa está sobre la mesa, no solo por parte de los presidentes de la Dimayor, Fernando Jaramillo, de la Federación, Ramón Jesurún, sino de la empresa privada y del Gobierno nacional a través del Ministerio del Deporte.

De acuerdo con Jaramillo, la idea es que el torneo se dispute de enero a julio o agosto, aunque ahí quedarían libres unos meses y eso no es lo que se quiere, sino que los contratos sean por un año para que las jugadoras se dediquen de tiempo completo y no tengan que trabajar para poder sobrevivir.

“El campeonato como tal y los recursos están casi listos, faltan una o dos confirmaciones para tener el torneo del otro año. La idea es un torneo largo”, aseguró recientemente Jaramillo.

Por su parte, Jesurún afirmó que “con toda seguridad y con toda la seriedad del caso les digo que la liga femenina a partir del 2023 será del año entero”.

A su vez, la ministra María Isabel Urrutia dijo hace una semana que “ya les conseguí patrocinadores para que la Federación y los equipos se pongan de acuerdo. La plata está ahí para salario y premios para ellas durante 11 meses”.  

Y hace un par de días señaló que las propuestas para definir los detalles de la liga se están socializando con los equipos de fútbol y con los patrocinadores. “Ese es uno de nuestros propósitos más importantes. El presidente me encomendó hacer la liga femenina y la vamos a hacer. Hay dificultades con los clubes, pero vamos avanzando, pero le puedo asegurar que en 2023 habrá liga de fútbol femenina de 11 meses y con salarios dignos para las jugadoras”.

Las razones

Las razones para exigir que se haga una verdadera liga profesional del fútbol colombiano las han dado las mismas jugadoras con sus resultados.

¿O es ahora, con el subcampeonato en el Mundial Sub-17 de la India, que el fútbol femenino ha venido reclamando el lugar que se merece? No. Es desde hace varios años atrás. No hay que olvidar que el Atlético Huila ganó la Copa Libertadores de América, que el año pasado las ‘Diablas Rojas’ fueron segundas y que este año el mismo elenco escarlata y el Cali disputaron el tercero lugar del torneo continental.

Pero además las mayores, equipo que tiene como grandes figuras a Leicy Santos, Catalina Usme y Linda Caicedo, lograron el subtítulo en la pasada Copa América, en la que perdieron la final frente a una potencia, Brasil, y no porque se viera una diferencia abismal, sino más bien en un partido apretado que se definió con una pena máxima.

Esa Selección clasificó a los Juegos de Chile y al Mundial que se jugará el próximo año en Australia y Nueva Zelanda, así como a los Juegos Olímpicos de París.

Además, la Sub-20, dirigida por Carlos Paniagua, fue subcampeona suramericana y disputó el Mundial de Costa Rica, en la que por primera vez se avanzó a la segunda ronda.

¿Y qué decir de la Sub-17? Fue segunda en el Suramericano, detrás de Brasil y en el Mundial de la India logró llegar a la máxima instancia, la final ante una España que nunca fue superior, en un partido en el que se jugó de igual a igual y solo se perdió por 1-0.

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¿Cómo lo hacen?

Lo verdaderamente sorprendente es cómo estas jugadoras consiguen tantos logros en un país en el que pocos clubes apuestan por el fútbol femenino y menos empresas invierten en él. La única que se ha dado la pela de formar jugadoras es Formas Íntimas de Medellín y equipos como Cali, América o Millonarios.

Es por ello que se necesita que, si realmente se va a disputar un torneo serio, también se piense en la necesidad de crear semilleros en todas las regiones.

Materia prima hay porque esa percepción que había de que el fútbol era “solo para machos” está devaluada. Ahora los padres son los primeros en apoyar a las niñas para que, desde sus primeros años, si muestran inclinación por el fútbol, lo jueguen y busquen hacer realidad sus sueños.

Los clubes profesionales deberían ser abanderados. Así como cuentan con las llamadas fuerzas vivas, en las que forman a los jugadores que en su mayoría llegan al profesionalismo, también monten escuelas, destinen recursos para trabajarlas desde la base y, además, contratar cazatalentos.

Asimismo, con el paso de los días se ha ido devaluando aquello de que “el fútbol femenino no es rentable” o que no les interesa a los aficionados porque, si se mira, en la Copa América que tuvo como sedes a Cali, Armenia y Bucaramanga, los estadios se llenaron. Lo mismo ocurrió en los partidos amistosos que disputó la Selección de mayores.

El recibimiento

Otra prueba fehaciente de la importancia que ha adquirido el balompié femenino es el recibimiento de que fue objeto la Selección Sub-17. Los aficionados acudieron masivamente al Movistar Arena a decirles gracias a esas guerreras que trajeron el trofeo de subcampeonas de la India.

A este lugar llegaron las jugadoras después de ser recibidas en la Casa de Nariño por el presidente Gustavo Petro y haber asistido a la rueda de prensa en la sede deportiva de la Federación Colombiana de Fútbol. Allí el mandatario insistió en la necesidad de que haya una verdadera liga femenina.

Una por una las futbolistas y los integrantes del equipo fueron recibidos en medio de aplausos y canciones. De igual manera, se proyectó un video con saludos de celebridades del país, tales como Falcao, Maluma, Karol G y Carlos Vives, entre otros.

Las jugadoras disfrutaron en la tarima, donde bailaron, celebraron y se tomaron fotos con los aficionados presentes en el escenario, de quienes recibieron diversos obsequios.

Además del emotivo encuentro con los aficionados, las jugadoras recibieron distintos reconocimientos de parte de los patrocinadores de las Selecciones Colombia. Les entregaron desde bicicletas eléctricas, premios económicos, hasta un viaje a México.

La alcaldesa Claudia López también estuvo presente para conmemorar a las futbolistas y todos los integrantes de la Selección Colombia femenina Sub-17, entregándoles la medalla al Mérito Deportivo, ciudad de Bogotá.

“Nuestros familiares son muy importantes, ellos siempre están ahí apoyándonos, esa inspiración que nos llevó hoy por hoy a ser subcampeonas del mundo, aspiramos para más, pero creo yo que es un proceso hermoso el que se viene de la mano de cada una de mis compañeras”, comentó Linda Caicedo.

“Crean en nosotras, el fútbol femenino está para grandes cosas, con el apoyo que siento yo que se viene va a ser importante. Esperamos que disfrutemos este subcampeonato del mundo, que estamos para grandes cosas”, agregó.

La respuesta a ese “crean en nosotras”, debería ser la creación de la verdadera liga y que les cumplan todas las promesas que les han hecho.