UNA VEZ más el caso de James Rodríguez da mucho para hablar. Pasó en su instancia en el Real Madrid, en su paso por el Bayern, en Catar, en Grecia, en Brasil y ahora, una vez más, en España. Al ‘10’ de la Selección Colombia, de nueva cuenta, lo señalan entrenadores e hinchas de los clubes por los que pasa, pero para el paladar del público general sigue siendo un jugador de máxima categoría, digno para la élite e incluso, uno de los mejores del mundo.
Así lo dejó ver la Federación Internacional de Historia y Estadística. El ente que monitorea el rendimiento de clubes y jugadores de ligas a nivel global, nominó esta misma semana a James dentro del top 30 de los mejores jugadores del mundo, galardón por el que compiten nombres como Kylian Mbappé, Vinicius Júnior, Lamine Yamal o Erling Haaland.
No suficiente con ello, el mismo grupo de especialistas también incluyó al colombiano dentro de los 15 más destacados mediocampistas ofensivos del mundo luego de sus actuaciones con la Selección Colombia. El premio en el que coronan al mejor creador de juego incluye también a jugadores de la máxima élite como Jamal Musiala del Bayern; De Bruyne del Manchester City; el propio Lionel Andrés Messi e incluso, el ya retirado Toni Kroos.
El contraste de la situación es cuanto menos, llamativo. Al colombiano en su primer juego tras la fecha FIFA de octubre lo mandaron nuevamente a la banca. El entrenador Iñigo Pérez declaró en la antesala del juego contra el Mallorca que si bien James ya se encuentra adaptado a España y al club “y si allí juega y aquí no ha jugado lo que todo el mundo desea se debe a que yo elijo unos jugadores para ganar los partidos que creo que son los mejores”.
Evidentemente, sus palabras solo hicieron evocar a las épocas de James con Rafa Benítez tanto en Madrid como Everton, Zidane también en la capital española, y su más reciente paso por el Sao Paulo en donde tres técnicos se resistieron de hacer uso del medio ofensivo. Curiosamente, cuando el cucuteño se enfunda la amarilla, problemas de este estilo no se presentan.
Para agudizar esta situación, durante la semana a James no solo le notificaron de sus nominaciones a los premios de la IFFHS, sino que también tuvo que retirarse de un entrenamiento con el Rayo Vallecano por problemas físicos. Esto encendió alarmas en el club, y aunque volvió un día después, abrió la puerta para críticas de la afición de Vallecas a la que aún no ha logrado enamorar.
Un dato que da cuenta justamente del problema que se le presenta al jugador a nivel clubes es la cantidad de minutos y partidos disputados desde su arribo al Rayo. Tras su llegada el 26 de agosto de 2024 al conjunto español, James ha jugado cinco partidos en los que suma 123 minutos, siendo inicialista solamente en el duelo ante el Leganés. Con Colombia, desde la misma fecha, el ‘10’ acumuló 4 juegos, tres de ellos como titular más con 311 minutos, más el aporte de dos asistencias y un gol.
Y aunque para una inmensa mayoría, entre los que parece estar un grueso de la afición del Rayo Vallecano, el colombiano solamente sirve para su Selección, lo cierto es que la afirmación queda lejana. En su paso por el Everton inglés ya supo demostrar su valía, llevando al cuadro azul de Liverpool a pelear por puestos altos en Premier. También pasó lo mismo en tramos concretos de las temporadas que estuvo en el Olympiacos griego o el propio Sao Paulo. No obstante, hasta los cambios que sufrieron estos clubes, la cosa dejó de funcionar.
Finalmente, en cuanto a los galardones por los que opta James de la IFFHS, se conocerá el ganador a finales de noviembre o principios de diciembre. Por las mismas fechas el ente también anuncia otras categorías relacionadas a clubes y jugadores en otras posiciones, así como la mejor Selección, aunque en este premio aún no se conocen los candidatos postulados para el comprendido de 2024.