“¡Feliz cumpleaños!", gritaron al unísono cientos de vecinos de Bronnitsy, al sureste de Moscú, que se dieron cita para festejar el 31 aniversario de Lionel Messi. Globos, banderas argentinas, música tradicional y una tarta de chocolate gigante para celebrar al astro albiceleste, que pasa por un duro momento con su selección en Rusia-2018.
Pero en Bronnitsy, a unos 60 km de la capital rusa, no ha llegado la depresión ni la tristeza. No hay espacio para las cábalas ni las caras largas. En el Día del Comercio en la zona, cientos de vecinos se divierten en un día de fusión que mezcla música rusa con el "Despacito" de Luis Fonsi. Bailes típicos con banderas argentinos.
"Para los rusos, Messi es como un Dios y todos esperan que va a venir, como un milagro, porque antes podíamos verlo solo por la televisión y ahora está en Bronnitsy", dice a la AFP, Iván, un diputado de Krátovo de 37 años.
Frente al campamento base de la Albiceleste, separado únicamente por el Lago Belskoe, se puede ver la sede de la selección.
Niños se bañan a primera hora de la tarde para apaciguar el fuerte calor mientras sus padres aprovechan para comer brochettes, lo más cercano al típico asado que puede disfrutarse en Bronnitsy.
Tampoco faltan las pelotas de fútbol ni las camisetas con el '10' del astro albiceleste. Casacas argentinas y del Barcelona se mezclan en una tarde que culmina con el regalo al genio y la tradicional torta de cumpleaños. La gente aplaude y acto seguido se abalanza sobre la valla que los separa de la torta gigante que han preparado para la ocasión.
Oculta como un preciado tesoro, pasan los minutos hasta que desvelan el secreto. Sorpresa: un Messi de casi dos metros, totalmente de chocolate, perfectamente representado.
"El proceso de la torta duró unos seis días, con seis personas trabajando casi día y noche", explica a la AFP Darya, de 24 años y que trabaja para la empresa que materializó la obra de arte convertida en postre.
Los niños y niñas con las caras pintadas con la bandera rusa y argentina son los primeros en probarla. Y sonríen, satisfechos con el resultado.
Mientras, los sudamericanos que han aparecido cantan por el destino de la Albiceleste, que necesita ganar a Nigeria el martes si quiere estar en octavos de final.
"Que siga así, que no escuche las críticas que hay en Argentina, que sea consciente de lo que siempre fue, que él siempre quiso ganar el Mundial, y lo mejor es que el grupo esté unido. Que él una al grupo, que todos estén con él y que ganemos el martes a Nigeria", dice Luis, un periodista de 47 años que ha acudido a Rusia como espectador.
Bronnitsy celebra a Messi, la mayor personalidad en haber pisado su suelo. Aunque no haya aparecido por la fiesta, nadie parece echarle de menos. Todos se conforman con que lleve a su equipo a la victoria el martes y puedan seguir disfrutándolo durante unos días más.