*Enviado de El Nuevo Siglo.
Kazán. Cuatro años tuvieron que pasar para que Colombia estuviera en un Mundial de Fútbol. Aún recuerdo con algo de tristeza y nostalgia esa noche en la ciudad de Fortaleza cuando Brasil nos eliminó del Mundial 2014: dos goles cariocas bastaron para que la tricolor se quedara en cuartos. De los verdugos de ese día, David Luiz, Thiago Silva y el árbitro español Carlos Velasco Carballo, solo uno volvió para este Mundial, Silva, pues Luiz no fue convocado y el juez Velasco Carballo fue nombrado como Presidente del Comité Técnico de Árbitros en España.
En estos cuatro años previos a llegar a Rusia muchas cosas pasaron. No dimos pie con bola en la Copa América de Chile, en la de EU fuimos terceros, sufrimos en la eliminatoria la falta del capitán, buscamos que James fuera la salvación del equipo, pero la presión fue mucha para el ‘10’; mientras se buscaba un referente se dio el milagro del regreso de Falcao tras una lesión que por poco lo saca del fútbol, y volvieron los goles sellando de paso la clasificación a Rusia.
Las cosas de la vida; en 2013, Falcao nos daba la clasificación y en 2017 igual; tantas cosas pasaron que ésta es solamente la punta del iceberg de todo lo que se ha tenido que vivir para llegar a esta instancia.
En las últimas horas en la concentración de Kazán se ha vivido una tensa calma, existen los nervios propios de los momentos previos al partido, mucha música, oración y fe se siente. No hay dudas de que este equipo está mentalizado, tienen claros los objetivos.
Cuando la cabeza está clara, las cosas son más fáciles, los rivales son importantes, pero cuando hay confianza no importa el rival. En charla con El Nuevo Siglo, Santiago Arias, el mejor jugador de la liga holandesa expresó la confianza que tienen: “Sabemos quiénes son los rivales, los conocemos, todos hemos visto lo que tienen y cómo enfrentan a los rivales, ellos son buenos pero nosotros también”.
La confianza a veces puede ser confundida con soberbia, pero en este caso no es así; la confianza que existe al interior del grupo no es otra cosa diferente a la de la unión y la concentración, “todos tenemos que estar al cien por ciento, tenemos que demostrar para qué estamos, no hay nada escrito, lo único que podemos hacer nosotros es trabajar y seguir demostrando para qué estamos”.
Las horas van pasando y los jugadores se alistan para ir al estadio. Se viene el debut en Rusia, el sueño de todo un país recae en los hombros de 23 jugadores, qué lindo va a ser volver a ver a la Selección Colombia en un mundial.