Las inquietudes en torno a lo que será la Copa América para la Selección Colombia no terminan. A la incertidumbre que reinó desde la salida del técnico José Pekerman y la designación de su remplazo se sumó la dificultad del grupo que le correspondió y las dudas en torno a qué será lo mejor, si llevar el onceno titular, uno emergente o uno mixto.
El grupo que en suerte le correspondió al representativo patrio, con Argentina, Paraguay y Catar, es difícil y se han dado muchas ventajas no teniendo un seleccionador en propiedad, situación que también genera incertidumbre porque, si bien se está a horas de que se oficialice a Carlos Queiroz, muy poco es el conocimiento que el portugués tiene del global de los jugadores de los que puede disponer.
Sí, Queiroz puede documentarse y aumentar las referencias que tiene de David Ospina, Cristian Zapata, Santiago Arias, Dávinson Sánchez, Yerry Mina, Juan Guillermo Cuadrado, Luis Fernando Muriel, James Rodríguez, Falcao García y hasta de Duván Zapata, pero hay otros que están en el medio, en la Liga Águila y muchos más regados por Europa, México y Argentina que merecen una oportunidad.
Es ahí en donde los directivos de la Federación, con Ramón Yesurún a la cabeza, deben establecer prioridades y analizarlas con el técnico.
¿Qué es lo primordial para Colombia? Podría ser ir a ganar la Copa América de Brasil porque salvo las clasificaciones a los mundiales de Brasil y Rusia, hace rato que no se cosecha un logro importante.
Hasta ahora el representativo nacional solo ha conquistado un título en este torneo y lo hizo como anfitrión y sin la participación de uno de sus rivales en la contienda de Brasil, Argentina.
Si el objetivo es ir a buscar la segunda corona en este campeonato, será necesario llevar el grupo base, es decir los que vienen jugando desde hace varios años, los que en su gran mayoría trabajaron la clasificación a Rusia y estuvieron en el Mundial, pero reforzarlos con un par de jugadores, entre ellos Duván Zapata y Luis Muriel.
En caso de que esa sea la meta emerge otra inquietud y es a qué va a jugar el técnico Queiroz, cuál será su estilo, si lo va a implantar desde ahora mismo o si aprovechará la memoria táctica de sus dirigidos para mantener algo de lo que hacía Pekerman.
Si Queiroz quiere darle su toque personal al seleccionado patrio, seguramente será muy difícil que el grupo lo asimile en tan poco tiempo y con mayor razón si solo hay un solo partido amistoso de por medio. En ese caso, lo que se buscaría sería aprovechar la Copa América para trabajar la idea del nuevo entrenador.
Ahora bien, como la idea es que el estratega portugués tenga como asistente a Arturo Reyes, bien se podría aprovechar este factor para que se arme un equipo emergen, con jugadores que no han tenido su oportunidad, que la tuvieron y luego fueron borrados, como es el caso de Jeison Murillo, o que tuvieron muy poca participación en el proceso anterior.
La otra alternativa es que se lleve un onceno con jugadores del plantel base y se les sumen algunos que bien podrían estar peleando un puesto en la titular para la eliminatoria del Mundial de Catar, prevista para arrancar en marzo del próximo año.
Jugadores hay para ver. En el arco se tiene a Ospina y Camilo Vargas, pero están pidiendo pista Giovanni Banguera e Iván Arboleda.
En cuanto al lateral derecho no hay problema porque se tiene a Santiago Arias, pero por el izquierdo sí porque tras la lesión de Frank Fabra se adoleció de un buen reemplazante y hay que buscarlo.
En el sector medular han ido emergiendo otros nombres. Ahí están John Duque, Jorman Campuzano, por solo citar dos, pero se tiene a Gordillo, más Benedetti, lo mismo que en el ataque. O, ¿a quién no le gustaría ver a un Luis Díaz?
Por el momento todo son conjeturas. Hay que esperar a que se oficialice el nombre del técnico y los directivos de la Federación concreten con él las prioridades y se decida si la Copa América solo va a servir de laboratorio para que el técnico haga pruebas o si se va por el título.
Lo claro en este momento es que sin importar lo que decidan los directivos y el estratega frente a la Copa América, se debe clasificar al Mundial de Catar sí o sí, aunque en la lógica de los colombianos lo ideal sería ganar siempre y que el torneo de Brasil sea un estímulo para lo que sigue: las eliminatorias mundialistas.