TERMINÓ LA primera parte de la temporada del fútbol profesional en Colombia con un campeón inesperado como Bucaramanga; pero justo, por lo que hizo con un grupo de jugadores casi que, desechados de otros equipos, que Rafael Dudamel supo reunir y convencer de lo que eran capaces, esto me hizo recordar a Estudiantes de la Plata, con Oswaldo Zubeldía. Santa Fe, por su parte, y pese a la excelente campaña en números, no tenía ropa para esa final, no contaba con los jugadores suficientes. Eso que le quede como reflexión al presidente de los cardenales, Eduardo Méndez, que hay que invertir si se quiere divertir, nada en este mundo es gratis. A los aficionados, tanto del campeón como a los santafereños, una felicitación por el comportamiento sobre todo en Bogotá.
Para algunos terminó la pesadilla de este campeonato. Ahora nos disponemos a vivir el sueño de la Copa América en los Estados Unidos con la selección Colombia, un conjunto que ha despertado una ilusión como la que vivimos en el 94 y que en estas páginas registramos desde los Estados Unidos y que al final solo fue eso, una ilusión, el sueño que ahora esperamos tener es el de los primeros lugares en esta Copa, la más antigua del mundo.
Dicen que “soñar no cuesta nada” y por eso desde el 24 de junio, cuando Colombia empiece los partidos, estaremos viviendo la esperanza.